La ciencia de las relaciones sociales sigue siendo una gran desconocida para muchos.
Todavía hay personas que creen que el carisma no se aprende, que se nace con él o sin él. O que deben fingir seguridad y confianza para tener éxito. O que si se abren emocionalmente serán vulnerables y la gente les hará daño.
Durante muchos años yo también me creí cosas parecidas. Por eso en este artículo no encontrarás nada basado en opiniones o creencias.
Lo que vas a leer es información contrastada científicamente que te ayudará a entender qué son las habilidades sociales, por qué pueden convertirse en tu mejor aliado para ser feliz, y un sencillo sistema que te permitirá mejorarlas desde hoy mismo. Empecemos 🙂
Qué son las habilidades sociales: definición
A pesar de que no existe una única definición aceptada, las habilidades sociales se pueden definir como las herramientas de comunicación, tanto verbal como no verbal, que usamos para relacionarnos con las demás personas de forma eficaz y saludable.
Estas habilidades están muy vinculadas a la forma en que nos juzgamos a nosotros mismos (nuestra autoestima), por lo que no son simplemente conductas aisladas. Y es que si no sentimos que merecemos ser respetados, difícilmente podremos pedir que nos respeten.
Tampoco es necesario ser extrovertido ni el alma de la fiesta para ser hábil socialmente. Eso es un estereotipo que, gracias al trabajo de investigadores como la Dra. Susan Cain, se está empezando a rebatir.
Evitar ser el centro de atención o preferir la compañía de un buen libro en lugar de un acto social no deben ser obstáculos para poder relacionarse de forma brillante. Porque las habilidades sociales también consisten en poder ajustar tu conducta a las distintas situaciones que vayas encontrando.
Sin embargo mucha gente todavía cree que se nace con habilidades sociales o sin ellas. Pero las habilidades sociales se aprenden. Lo que ocurre es que lo hiciste a una edad tan temprana que no recuerdas haberlo hecho de forma consciente.
Pero lo hiciste. Durante tu primera infancia fuiste observando, copiando y modificando las conductas que veías en los demás. Y eso significa que, aunque te suponga un esfuerzo, puedes hacer lo mismo una vez adulto.
La importancia de las habilidades sociales
Resulta paradójico que durante la escuela aprendamos a resolver integrales dobles, un conocimiento que probablemente no volvamos a necesitar jamás, y no recibamos ninguna formación sobre cómo comunicarnos de forma asertiva y empática.
Y es que las habilidades sociales son mucho más importantes de lo que la gente cree. Su utilidad no se limita a resolver conflictos, resultar convincente o mantener conversaciones interesantes. Su utilidad va a condicionar toda tu vida.
Una investigación siguió la vida de 724 participantes durante ¡75 años! y sus conclusiones fueron que lo que más importa en esta vida es la calidad de nuestras relaciones.
Tus éxitos profesionales, la relación con tus amigos y la imagen que proyectas dependen de tus habilidades sociales, no de tus conocimientos o títulos universitarios. Por eso tu capacidad de relacionarte con las personas es fundamental para ser feliz.
De hecho, en una investigación de la Universidad de Stanford donde se pretendía encontrar qué factores conducían al éxito profesional, se observó como 10 años después de haber terminado los estudios eran los estudiantes con mayores habilidades sociales y capacidad para expresarse los que habían conseguido mejores posiciones laborales.
Los estudiantes más comunicativos y decididos eran capaces de venderse a sí mismos y sus productos o servicios, algo crítico para destacar como directivo. Por otro lado, los estudiantes tímidos solían terminar en puestos técnicos y peor remunerados.
Un estudio similar demostró otro beneficio material: los trabajadores más asertivos ganaban más dinero, en concreto cerca de 600.000 dólares adicionales durante una carrera laboral de 40 años. Sin embargo, aquellos empleados que esperaban que les llegaran los aumentos de sueldo por méritos propios casi nunca terminaban consiguiéndolos.
La importancia de las habilidades sociales es indiscutible: no solo ganarás más dinero, sino que serás más feliz.
Tipos de habilidades sociales
Tampoco existe ninguna clasificación consensuada para estas aptitudes. Hay autores que las organizan entre habilidades sociales básicas (conductas que no requieren demasiado esfuerzo como escuchar, preguntar, agradecer, etc) y avanzadas (opinar, disculparse, persuadir, etc), mientras que otros las separan por temas como la capacidad de decir no, pedir favores o hacer peticiones, expresar sentimientos o iniciar y mantener conversaciones.
En mi opinión, una clasificación más lógica sería en función del emisor, el receptor y el objetivo de la comunicación.
- Autoestima (cómo te relacionas contigo mismo)
- Autocontrol (cómo gestionas tus emociones)
- Asertividad (cómo expresas tus ideas y opiniones)
- Conversación (cómo intercambias información)
- Persuasión (cómo afectas la opinión o actitud de los demás)
- Empatía (cómo percibes los sentimientos de los demás)
- Presencia (cómo haces sentir a los demás)
Aunque todas están relacionadas entre sí, esta clasificación permite diferenciar las habilidades sociales en tres grandes apartados: las habilidades de Confianza, las de Comunicación, y las de Conexión.
Cómo desarrollar las habilidades sociales
Mejorar estas habilidades es un proceso de adquisición de hábitos, y como tal, requiere entrenamiento y repetición de la conducta. Aunque en niños pequeños este proceso suele producirse inconscientemente, también es posible realizarlo voluntariamente a través de algún programa de formación en habilidades sociales.
En los adultos también se ha demostrado empíricamente que es posible desarrollarlas, pero suele requerir mayor esfuerzo y constancia.
El principal obstáculo es que, debido a la extendida idea de que son innatas, hasta hace poco no se ha empezado a divulgar los resultados de los estudios científicos acerca de qué tipos de conductas y creencias resultan más beneficiosas.
De hecho, esta falta de conocimientos es la culpable de que nuestra respuesta habitual frente una determinada situación (un conflicto durante una conversación, un intento de persuadir, etc) sea precisamente la menos apropiada, tal y como han demostrado multitud de estudios científicos.
Por este motivo a continuación encontrarás las estrategias concretas que han demostrado ser más eficaces para mejorar tus relaciones sociales y emocionales, ordenadas paso a paso para que puedas empezar a desarrollar tus habilidades desde hoy mismo.
Te aviso: ¡probablemente algunas rompan tus esquemas!
Estrategias para aumentar tu confianza
Empezaremos por lo principal, con cuatro estrategias que te permitirán vencer la timidez, sentirte más confiado y a empezar a relacionarte con gente nueva sin miedo.
La clave es que primero aprendas a gestionar tus emociones para que dejen de bloquearte, y luego te mostraré dos maneras de aumentar la confianza en ti mismo para que te sientas más cómodo iniciando nuevos contactos sociales.
1. No evites tus pensamientos negativos (o volverán con más fuerza)
Imagina que tienes una primera cita con una persona que acabas de conocer en un portal de contactos. Es atractiva, divertida y tenéis un montón de intereses en común. Sin duda te sientes muy atraíd@.
Lo más normal sería que te entraran las dudas antes de la cita, ¿verdad? Que si no le vas a gustar, que si es demasiado buena para ti, que si se va a aburrir contigo…
En este caso, ¿cuál es el principal consejo que la gente se empeñaría en darte una y otra vez?
Probablemente algo como “no pienses en eso y muéstrate seguro de ti mismo”, ¿verdad?
La mayoría de nosotros no aceptamos nuestros pensamientos negativos en este tipo de situaciones. Los intentamos ocultar en el fondo de nuestras mentes y nos esforzamos en aparentar todo lo contrario.
Pero en contra de lo que parecería lógico, eso es un error fatal.
En un estudio clásico se demostró que los participantes que intentaron suprimir un pensamiento terminaban experimentándolo el doble de veces que los participantes que simplemente lo aceptaron.
Dicho de otra forma: cuanto más intentes no pensar en algo, más fuerte regresará.
Este efecto rebote no solo se produce con los pensamientos. Se ha comprobado que también ocurre con las emociones, y que es una de las principales causas de la depresión.
No intentes suprimir tus pensamientos y emociones negativas. Déjales existir y sufrirás menos.
2. Reconoce en voz alta tus emociones para reducir su efecto
Volvamos a la situación anterior. Además de dejar que te invadan emociones negativas como la ansiedad o los nervios, ¿puedes hacer algo más para sentirte mejor?
Sí. La ciencia ha demostrado que lo mejor que puedes hacer para reducir el impacto de las emociones negativas como la ansiedad, nerviosismo o tristeza, es dejar de ocultarlas y empezar a hablar de ellas.
Así es. A pesar de que el sentido común y la mayoría de consejos que encontrarás por ahí te dicen cosas como “aparenta seguridad aunque estés nervioso”, si te invade la ansiedad cuando estás en público es mejor reconocerlo en voz alta. Verás como de inmediato te sientes mejor, entre otras cosas porque ya no deberás preocuparte por ocultarla.
Al fin y al cabo, si estás en una cita la otra persona probablemente se esté sintiendo igual.
3. Mantén una postura dominante para sentirte más confiado
Se habla mucho del efecto de nuestro lenguaje no verbal sobre los demás, pero lo que poca gente conoce es que también ejerce otro tipo de influencia sobre alguien más: tú mismo.
La Dra. Amy Cuddy, autora de una de las TED Talks más vistas de todos los tiempos y co-autora de una investigación sobre los efectos de la postura corporal sobre nuestro estado de ánimo, llegó a una conclusión sorprendente.
En su estudio, observó como adoptar una postura de poder (cabeza erguida, hombros hacia atrás, brazos extendidos o manos apoyadas en las caderas) tenía efectos significativos tanto a nivel hormonal como en la conducta de los participantes.
Los resultados fueron que sus niveles de testosterona aumentaron mientras que los de cortisol, la hormona del estrés, disminuyeron. También se sintieron más confiados y dispuestos a correr riesgos.
¿Lo mejor de todo? Que con tan solo permanecer en esa postura durante un par de minutos ya conseguían esos efectos.
Aunque recientemente ha aparecido alguna investigación que pone en entredicho estos resultados, permanecer erguido y en una postura dominante antes de enfrentarte a alguna situación que te provoque estrés, como una entrevista de trabajo o presentación en público, puede ser una excelente forma de sentirte un poco más seguro de ti mismo.
4. Nunca esperes a sentirte confiado antes de actuar
Si me preguntaran cuál es el principal obstáculo que limita las vidas de la gente tímida o con poca confianza no duraría ni un segundo en la respuesta.
¿Conoces ese tipo de personas que siempre están preparándose para algo pero que nunca terminan de tomar la iniciativa?
Quizás quieren ampliar su círculo de amistades pero no acuden a eventos sociales. O desean encontrar pareja pero no se atreven a mostrar su interés a un desconocido. O llevan años hablando de dejar ese trabajo que tanto les esclaviza pero nunca terminan de dar el paso.
El problema es que toda esta gente, entre la que tú y yo también nos encontramos, está esperando a sentirse segura antes de actuar.
Pero esperar a sentirte de una determinada forma antes de hacer algo es absurdo. ¿Acaso esperaste a sentirte seguro y tranquilo antes de conducir un coche por primera vez?
No. Aún con nervios, te sentaste delante del volante y empezaste a conducir. Y poco a poco, a base de repetirlo, has ido ganando confianza.
¿Eso qué significa? Pues que primero vienen los actos de confianza, y luego las emociones. Sin embargo, el 99% de las personas esperan que ocurra al revés.
No esperes a sentirte seguro antes de enfrentarte a un reto, porque no ocurrirá nunca. Solo desarrollarás tu seguridad si primero te enfrentas a él sin confianza.
Estrategias para comunicarte mejor
La asertividad, así como la capacidad de mantener conversaciones interesantes y tu poder de convicción son fundamentales para establecer relaciones sociales abiertas y saludables.
Así que ahora que ya conoces las principales estrategias para desarrollar tu confianza y sentir menos ansiedad en presencia de extraños, vamos a ver de qué forma puedes comunicarte y conversar mejor.
5. Hablar de tus necesidades multiplicará tu asertividad
Ah, la comunicación asertiva. ¿Cómo decir lo que realmente quieres decir sin que nadie se sienta molesto o se rían de ti?
Bien, según el psicólogo Marshall Rosenberg, experto en resolución de conflictos y creador de la comunicación no violenta, un proceso que permite intercambiar la información necesaria para llegar a acuerdos de forma pacífica, la clave está mostrar algo que todos tendemos a ocultar: nuestras necesidades.
Si tu jefe suele gritarte y faltarte al respeto, en lugar de seguir callado o contraatacar, prueba a añadir tu necesidad real.
Tu necesidad sería el valor humano que tu jefe ataca cuando te falta al respecto. ¿Y sabes una cosa? Todos compartimos las mismas necesidades de seguridad, aprecio, identidad y libertad.
“Cuando me gritas me duele porque necesito sentirme un poco más valorado (tu necesidad). ¿Te importaría dejar de hacerlo?”
Identificar y exponer tus necesidades significa abrirte, y cuando te abres generas empatía y agrado en los demás, tal y como demostró un famoso estudio social. Así resulta más fácil ser asertivo.
6. El tema de conversación favorito de todo el mundo
Aunque ahora ya sabes cómo ser asertivo, quizás todavía evites conocer gente nueva o charlar con extraños por miedo a quedarte sin temas de conversación y no saber qué decir (¡cómo si la responsabilidad de una buena conversación solo fuera tuya y no compartida!).
Podría poner aquí un listado de temas para sacar durante una conversación, pero lo que para mí es interesante quizás para otra persona no lo sea.
¿Pero sabes lo que la ciencia ha demostrado que siempre es interesante?
Tu interlocutor.
Un estudio comprobó que cuando hablamos de nosotros mismos nuestro cerebro literalmente siente placer. Y si las personas sienten placer en tu presencia querrán tenerte cerca.
Así pues, no tengas miedo en interesarte por tu interlocutor y preguntar por él. Una forma muy sencilla para mantener una conversación centrada en la otra persona es no sólo preguntarle por lo que hace, sino por los motivos por qué lo hace.
Evita que se convierta en una especie de interrogatorio añadiendo información sobre ti de vez en cuando, pero en general es buena idea hablar menos y preguntar más.
7. Y la palabra favorita de todos
Una de las primeras cosas que observé cuando empecé a estudiar el comportamiento de la gente más hábil socialmente fue que habitualmente repetían el nombre de las personas con las que estaban hablando.
Tiempo después descubrí que lo que hacían de forma natural también tenía una explicación científica: está demostrado que cuando oímos nuestro nombre se activa una región del hemisferio izquierdo del cerebro asociada con el placer.
Sin embargo la mayoría de personas preguntamos el nombre de nuestro interlocutor al final de la conversación. A veces incluso ni lo preguntamos por pudor y nos despedimos sin esa información.
Por ese motivo es importante que te presentes y preguntes su nombre lo antes posible, para llamarle por él de vez durante la conversación. Así dejarás de ser un completo extraño (ya os conocéis por el nombre) y causarás una mejor impresión.
8. La palabra mágica para persuadir no es “por favor”
¿Te cuesta pedir favores por miedo a que te digan que no? No debería ser así, ya que la ciencia dice que negarse a un favor es más difícil de lo que nos parece.
Sin embargo, existe una forma de ser todavía más convincente cuando pides algo. Y no, no es añadiendo “por favor”.
Para ser más convincente en tu comunicación la palabra mágica que debes usar es, sencillamente, porqué.
En un famoso estudio del profesor Robert Cialdini, se comprobó que cuando un estudiante pedía que le dejaran pasar en la cola de la fotocopiadora utilizando un motivo (un porqué) su porcentaje de éxito aumentaba de forma significativa.
En las ocasiones que se dirigió a la gente de la cola diciendo “Disculpad, tengo 5 hojas. ¿Puedo utilizar la impresora?” le dejaron pasar en el 60% de los casos, mientras que cuando dijo “Disculpad, tengo 5 hojas. ¿Puedo utilizar la impresora porque tengo prisa?” el porcentaje subió hasta el 94%.
Aunque en el primer caso fuera lógico pensar que tenía prisa y por eso pedía pasar antes, no lo estaba diciendo, y al no decirlo no lo hacía evidente.
No deja de asombrarme la cantidad de personas que se han acostumbrado a pedir las cosas sin explicar sus motivos. Es cierto que así consiguen reducir la cantidad de información que comunican, pero resulta tremendamente ineficiente.
Si añades una razón a tus peticiones, por evidente que sea, aumentarás tus probabilidades de éxito porque a la gente nos gusta saber que tenemos motivos para hacer lo que hacemos.
Estrategias para conectar con las personas
Ahora que ya sabes cómo empezar a sentirte más seguro y conversar mejor llega el momento de llevar tus habilidades sociales a otro nivel para forjar relaciones más sólidas.
Para ello debes ser capaz de lograr que los demás empaticen contigo y te comprendan mejor, así como desarrollar tu empatía y capacidad de escucha para que sientan que estás conectando con ellos.
¡Y no olvides que para fortalecer cualquier relación social es necesario mantener un contacto periódico!
9. El estilo de comunicación que genera máxima empatía
¿En ocasiones tienes la sensación de que a la gente le importa poco lo que le estás diciendo? ¿O que cuando quieres tener una conversación importante suelen ponerse a la defensiva o enfadarse?
Eso es porque no usas la comunicación emocional.
Estamos acostumbrados a hablar de forma objetiva, inflexible y tajante, sin que la comunicación nazca de lo que hemos observado y sentido.
“Esta película es muy aburrida” es un mensaje inmóvil. La película es así, y si para ti no lo es, estás desafiando mi mensaje.
En cambio, “Cuando fui a ver esta película tenía muchas expectativas, pero me aburrí bastante” es un mensaje que no causa conflicto, porque las experiencias y emociones que sentimos no se pueden discutir. Son nuestras. Lo que yo haya sentido no tiene por qué ser lo mismo que tú.
La comunicación emocional además ha demostrado científicamente dos beneficios.
- El primero es que te abrirá a los demás y permitirá que te conozcan mejor. Y aunque creas que eso te hace vulnerable, la ciencia ha demostrado que, en realidad, estarás generando mayor agrado y cercanía.
- El segundo es que ayudarás a que los demás empaticen contigo y se pongan en tu piel. El motivo es que las emociones se contagian, incluso con solo hablar de ellas.
Haz que la comunicación nazca de ti y empezarás a conectar emocionalmente con el mundo que te rodea.
10. La manera más eficaz de mejorar tu propia empatía
¿Sabes cómo se llama a las personas que carecen de empatía?
Psicópatas. Así que nunca está de más entrenar nuestra capacidad de conectar con los sentimientos de los demás.
Por muchas estrategias que hayas leído, solo existe una forma de ser más empático y comprender a las demás personas: esforzándote por entenderles mejor.
Vale, hay estudios que aseguran que leer novelas de ficción, tener un perro o meditar son útiles, pero la manera más rápida de lograrlo es simplemente intentando ponerte en su piel.
Para conseguirlo tan solo necesitas centrarte en dos cosas:
- Estar presente en el momento. Olvídate de juzgar lo que te está diciendo, de dejar volar tu mente o de preparar tu respuesta. Centra toda tu atención en tu interlocutor (a mí me funciona fijarme en el color de sus ojos) y escucha. Si alguna vez te distraes, simplemente vuelve centrar tu atención en él.
- Pregúntate por qué te está contando eso. ¿Qué necesita? ¿Qué emociones siente? ¿Cuáles son los pensamientos, miedos o ilusiones que le provocan esas emociones? Solo así podrás entender qué es lo que le lleva a actuar de esa manera.
11. No es suficiente con escuchar: también debes demostrarlo
Ahora ya sabes cómo mejorar tu empatía y generarla en los demás, así que imagino que no te estaré descubriendo nada si te si te digo que a la gente también le gusta que le escuchen.
Pero lo que realmente marca la diferencia no es si escuchas o no; es si la otra persona se siente escuchada o no.
La forma más sencilla de conseguirlo es sencillamente parafraseando o volviendo a repetir de vez en cuando las últimas palabras de lo que acaban de decir.
– Entonces fue cuando mi padre me llevó al cine por primera vez.
– ¿Al cine por primera vez?
– Sí, porque blablabla…
Quizás te parezca que te estás convirtiendo en un loro, pero de nuevo la ciencia ha demostrado la eficacia de este método. Y es que en un estudio se comprobó cómo los camareros que parafraseaban a su clientes obtenían propinas mucho mayores.
12. Un contacto vale más que mil palabras
Los primates pasan el 20% de su tiempo tocándose, una función que les permite comunicarse, seducirse o aparearse. Sin embargo, en nuestra sociedad prácticamente hemos eliminado el contacto entre personas que no sean nuestros seres queridos.
Pero el contacto sigue manteniendo sus antiguas funciones y ventajas, y puede ser uno de tus mejores aliados para generar vínculos más sólidos.
Se ha demostrado que con solo un ligero contacto en el brazo u hombro de tu interlocutor ya estarás transmitiendo mayor confianza, hasta el punto que una investigación observó que la probabilidad de que un desconocido te preste ayuda crece del 63% al 90% con este simple gesto.
Abrazarte con tus amistades en lugar de simplemente saludarles dándoles la mano es un buen comienzo, pero lo ideal es que empieces a establecer contacto físico lo antes posible en una relación. Así tu interlocutor lo percibirá como algo natural y espontáneo en ti.
Y no es necesario que te sientas incómodo: un simple toque sutil en el brazo o hombre ya es suficiente para generar mayor conexión.
13. Mantén el contacto cada 15 días como mínimo
Ahora ya conoces varias herramientas útiles para crear vínculos más estrechos con las personas. ¿Pero cómo puedes hacer se conviertan en relaciones a largo plazo?
De nuevo la ciencia acude al rescate. Parece ser que por lo menos debes intentar mantener contacto (ya sea por teléfono, Whatsapp o en persona) cada 15 días.
Según un estudio de la universidad de Notre Dame, ese es el tiempo máximo que debe pasar entre interacciones para poder forjar una auténtica relación de amistad. Así pues, no descuides hacer un seguimiento de los contactos que más te interesen por lo menos cada dos semanas. La cantidad también importa.
Resumen: desarrolla tus competencias sociales
Hasta aquí esta guía completa para que empieces a romper malos hábitos y mejorar tus habilidades sociales desde hoy mismo. Recuerda las principales claves:
- No evites tus pensamientos negativos
- Reconoce en voz alta tus emociones para reducir su efecto
- Mantén una postura de poder para aumentar tu confianza
- No esperes a sentirte confiado antes de actuar
- Incrementa tu asertividad incluyendo tus necesidades
- Centra la conversación en tu interlocutor
- Conoce su nombre lo antes posible y nómbralo de vez en cuando
- Ofrece siempre un porqué cuando quieras persuadir
- Utiliza la comunicación emocional para generar empatía
- Pregúntate los motivos de los demás para aumentar tu empatía
- Parafrasea lo que te dicen para demostrar que escuchas
- Añade un poco de contacto físico a tus conversaciones
- Mantén el contacto cada 15 días para fortalecer una relación
Todas estas estrategias han demostrado científicamente su eficacia para mejorar las habilidades sociales, así que con práctica empezarás a notar los resultados antes de lo que imaginas 🙂
·····
Si este artículo te ha parecido interesante te agradeceré mucho que hagas clic en alguna de las redes sociales de abajo. Con ese simple gesto me estarás ayudando a seguir adelante con el blog. ¡Muchas gracias!
Mar dice
Genial artículo Pau, ya te echabamos de menos. Me han gustado mucho los tips avalados científicamente, creo que los de como conectar me van a ir especialmente bien ya que soy muy sociable pero luego considero que me cuesta tener relaciones más auténticas.
Un abrazo
Pau Navarro dice
¡Gracias Mar! A mí me pasa algo parecido, donde tengo más dificultades es en crear vínculos más profundos, probablemente porque es algo que requiere constancia y seguimiento, y realmente siento que no dispongo de tiempo para hacerlo. ¡Voy a tener que organizarme mejor!
Un abrazo fuerte
Eneida Garcia dice
gracias muy interesante y practico el articulo me encanto…
carmen dice
muy interesante, gracias por este artículo pues me tranquilizó
Patricia dice
Las habilidades sociales son una parte importante en la vida diaria del ser humano. Me congratulo de haber encontrado esta información. estoy consciente ahora de mis deficiencias en ese aspecto.
Gracias.
Diego Fernando dice
Maravilloso documento, la herramienta que requieren las personas para interacciones más asertivas y duraderas.
GRACIAS 😊
Fran dice
Me ha parecido muy interesante porque es bastante distinto a lo que se suele encontrar por ahí en la mayoría de webs y coaches, tan solo quería pedirte si es posible tener estas guías en PDF porque así no necesito conexion de internet, muchas gracias por compartir.
Pau Navarro dice
Hola Fran, el tema de los PDFs es algo que mucha gente me ha pedido y que tengo previsto implementar en breve. Requiere algo de trabajo pero no es tan difícil por lo que he visto 😉
¡Saludos!
Dani SB dice
Gracias Pau, muy didáctico como siempre. Cuando dices que no hay que esconder las emociones negativas pero luego hablas de las poses de poder para sentir confianza, cual seria la forma de aplicarlas correctamente las dos a la vez?
Muchas gracias
Pau Navarro dice
Hola Dani, en realidad son dos cosas distintas. Es útil aprovechar las poses de poder para rebajar la tensión y sentirse más cómodo, pero como probablemente ese nerviosismo no desaparezca del todo, lo ideal es dejar de luchar para ocultarlo y reconocerlo en voz alta. Verás como así te sientes todavía más relajado.
¡Saludos!
Danny dice
Que sorpresa al entrar al sitio, un nuevo artículo y como siempre cargado de gran conocimiento. Me gusta mucho leer documentos respaldados científicamente. Gracias Pau por dedicar parte de tu tiempo a este genial proyecto. Abrazos.
Pau Navarro dice
Muchas gracias por tu apoyo incondicional Danny, me encanta que te guste 🙂
¡Un abrazo!
CARLOS LLERENAS dice
Excelente gracias Pau
Pau Navarro dice
¡Gracias Carlos!
Maria Ines dice
Pau,eres muy claro y asertivo.Noto q todo lo q escribís, lo has experimentado y con buenos logros lo q te lleva a enseñarlo con pasion.
Gracias y Bienvenido despues d unas merecidss vacaciones.
Pau Navarro dice
Muchas gracias Maria Inés, intento ser lo más didáctico y claro que puedo aunque a veces eso signifique deshumanizar un poco los artículos. Pero sí, me apasiona el tema 😉
Las vacaciones geniales, ¡espero que las tuyas también!
Un abrazo
Nadir dice
Exelente!
Pau Navarro dice
🙂 🙂 🙂
Isabel dice
Hola, Pau!
Yo también encantada de leerte de nuevo. Me ha gustado mucho este artículo, lo encuentro muy completo.
Hay algo que, sin embargo, me llama la atención y con lo que no estoy de acuerdo. Hablas de la paradoja de que en la escuela no nos «enseñen» habilidades sociales… Por mi experiencia personal y por lo que estoy aprendiendo como madre de dos hijos, entiendo que nada tiene más valor que lo que se aprende, o mejor dicho experimenta, sin indicación alguna, pura vivencia, en casa.
Pienso que en la escuela, difícilmente, y más sabiendo cómo es la escuela tradicional, se va a poder ayudar a un niño a mejorar sus habilidades sociales. Como tú mismo dices, es un aprendizaje que se da por sí solo, con lo que la única ayuda posible en la escuela sería un acompañamiento emocional apropiado. Y solamente como apoyo a lo que se vive en casa, que es el 90% en un niño pequeño.
En mi caso, mi historia personal de timidez está claramente ligada a las experiencias emocionales que viví en casa. Siempre lo ví claro, y ahora, casi en la cuarentena y en la distancia, luchando por acompañar a dos niños pequeños con el mayor respeto posible, para que no vivan lo que yo viví, lo veo claro.
Mis hijos acuden a una escuela alternativa, donde se les trata con total respeto, desde los principios de la comunicación no violenta, entre otros. Pero pienso que lo más importante es cómo vivan su relación conmigo y con su padre. De ahí partirá su confianza (o desconfianza) al mundo.
Un saludo!
Isabel
Pau Navarro dice
¡Hola Isabel!
Gracias por comentar 🙂 Estoy totalmente de acuerdo en que la clave es cómo vivan su relación con sus padres y sus amigos. Sin embargo muchos niños no tienen la suerte de contar con unos padres que se comprometan en la educación emocional, por lo que sí que considero que en la escuela deberían tocarse parte de estos temas.
Al final, el objetivo debería ser que los niños dejaran de sentirse culpables por sus emociones y aprendieran a expresarlas con respeto, tanto hacia sí mismos como los demás.
Deberían comprender que no son los otros niños los que les provocan determinados sentimientos, sino ellos mismos. Su interpretación de lo que ocurre es lo que les genera esas emociones. Quizás así habría menos rabia y odio en general.
Me parece súper interesante que en la escuela de tus hijos se les eduque bajo los principios de la comunicación no violenta, no sabía que eso ya estuviera ocurriendo fuera de Estados Unidos. Es genial 🙂
¡Un fuerte abrazo!
Ignacio Rodríguez Mortes dice
Enhorabuena Pau, material de calidad, como de costumbre!
Pau Navarro dice
¡Muchas gracias Ignacio! 🙂
Alicia Borges dice
Felicitaciones !!!.Es un artículo recoge la esencia de lo más importante de las habilidades sociales, tratado de manera sencilla e interesane. En el encontré argumentos interesante para incorporar en mi tesis referido al tema. Me gustaría contar con más información, gracias y un buen trabajo.
Pau Navarro dice
Hola Alicia, he intentado recoger lo más importante pero sobretodo lo que puede aportar mayores beneficios en el menor tiempo posible, sin que me quedara un artículo demasiado largo.
Me he dejado mucha información y ejemplos por el camino, pero en próximos artículos iré tratando en profundidad algunos de los apartados que aquí han aparecido, así que permanece atenta 😉
¡Suerte con tu tesis!
Alicia Borges dice
Felicitaciones !!! Es un artículo muy intersante y completo que recoge de manera clara y sencilla aspectos muy importante de las habilidades sociales.
Elena dice
Estupendo artículo, como siempre. Es un placer volver a leerte
Pau Navarro dice
Gracias Elena, comentarios como los tuyos me hacen sentir en casa 🙂
Un fuerte abrazo
Guadalupe Tlapa dice
Pau, muchas gracias por compartir y reseñar esta información, principalmente por darte el tiempo de documentar con investigaciones. Recibe u abrazo y reconocimiento por tu genial labor
Pau Navarro dice
Gracias Guadalupe, aunque muchos de los estudios ya los conocía no deja de suponer tiempo y esfuerzo documentar toda esta información. Pero merece mucho la pena cuando veo que os resulta tan interesante 🙂
¡Un abrazo!
Betty dice
Interesante artículo, gracias por compartirlo. me encantó conocer un poco mas de las habilidades sociales. saludos
Pau Navarro dice
Gracias a ti por leerme Betty, celebro que te guste 🙂
Itzel Sáenz dice
Gracias Pau!! por compartir de manera clara un pedacito del gran trabajo que has estado desarrollando, la redacción me gusto mucho. Y no importa la nacionalidad que tengamos, es una gran herramienta mejorar las competencias sociales. Ahora a ponerlas en practica, Saludos desde México.
Pau Navarro dice
Gracias Itzel, a veces me da la sensación que deshumanizo un poco el texto al querer dar tanta información, por eso uno de los mejores halagos que puedo recibir es que te ha gustado la redacción 🙂
Y, efectivamente, las competencias sociales no entienden de nacionalidades.
¡Un abrazo!
Ray Havana dice
Muy buenas Pau,
Por fin música para mis oídos. La verdad es que «te haces de rogar» pero SIN DUDA, vale la pena la espera.
Gran parte de mi trabajo se basa en las habilidades sociales y, por descontado, en aquello que las abarca: las dinámicas sociales. Es decir, las reglas rigen el juego —dinámicas sociales— y cómo jugarlas para obtener los mejores resultados —habilidades sociales— o, al menos, tener la estadística de tu lado.
De esta manera, entendiendo el contexto —qué dinámicas existen—, puedes saber cómo aplicar tus habilidades a cada situación distinta ya que no es son iguales las relaciones personales en Japón que en España o en Arabia Saudí. Si conoces las dinámicas particulares del lugar en el que te encuentras y tienes excelentes habilidades sociales, puedes llegar a adaptarte de manera que te sentirás como pez en el agua en cualquier contexto. Algo que me consta que tú eres un experto. 😉
En cuanto a la definición de habilidades sociales, yo añadiría un detalle que normalmente —y por desgracia— se suele mezclar con la comunicación y que sin embargo creo que, de esta manera, queda obviado y se pierde una gran parte de la fuerza o relevancia del mismo. Me estoy refiriendo al marketing.
Por lo que yo diriá que se puede definir como:
«las herramientas de comunicación y de marketing —a todos los niveles: verbal y no verbal— que usamos conscientemente para llegar o influir sobre personas que nos llaman la atención o inconscientemente sobre las que nos rodean. Eso sí, presumiblemente, de una manera efectiva y saludable.»
De hecho, la forma de juzganos a nosotros mismos —autoconcepto— recae en nuestra autoestima y, más que en la comunicación per sé —las herramientas de comunicación—, en la forma y el contenido que comunicamos —el marketing—.
Por eso resulta bastante sencillo «calar a una persona» sólo con unos minutos de conversación —o con tan sólo mirarla detenidamente—. Su forma y su contenido al comunicarse —marketing: texto: expresiones, palabras, etc.; voz: tono, volumen, intensidad, etc.; señas: gestos, expresiones faciales, miradas, etc.— dice mucho más que la herramienta de comunicación que use —por voz, por escrito o por señas.
En cuanto a la autoestima suscribo totalmente tus palabras.
La Dra. Cain, fue un gran descubrimiento en su día y un halo de aire fresco para los que, como tú, ya sospechábamos que era así pero faltaban estudios científicos que nos confirmaran.
Además, como bien apuntas, las habilidades sociales, como habilidades que son, se aprenden y, normalmente y de la misma forma que habla o andar, lo hacemos a una tan temprana edad que no somos conscientes. El problema es que es más que probable que aprendamos «mal» y sintamos que «es lo que hay». Cuando está más que demostrado que se puede reaprender «correctamente» —gracias a personas como tú— y dejar atrás el destructivo mito de «se nace».
Tampoco puedo estar más de acuerdo en la importancia y la repercusión de tener excelentes habilidades sociales. Y estoy contigo al 100% en que no sólo es una lástima que nos enseñen raíces cuadradas, integrales y muchas otras asignaturas que quizá no vuelvas a ver —y no quieras— en toda tu vida, sino que también lo es —además de que no nos enseñen habilidades sociales— que no nos formen en inteligencia financiera así como hábitos saludables para vivir una vida con más energía… En fin, un sistema educativo basado en la era industrial que ya poco o nada aporta a este apasionante futuro que nos depara. 😉
Pau Navarro dice
¡Hola Ray!
Gracias por aportar tanto en tu comentario 🙂 Efectivamente, las dinámicas sociales son el contexto cultural en el que se desarrollan las distintas interacciones y es FUNDAMENTAL entenderlas para poder adaptar nuestra conducta.
Desde luego que una conducta aceptada en occidente no tiene por qué interpretarse de la misma forma en Japón, aunque la experiencia (y los viajes) me dicen que afortunadamente somos más parecidos de lo que creemos 🙂
Me parece interesante añadir el concepto de marketing personal, aunque al final también se ejerce mediante herramientas de comunicación verbal o no verbal. Quizás sea mejor hablar de distintos tipos de finalidad de esas herramientas, ya sea atraer, convencer, agradar o generar confianza.
Finalmente, suscribo al 100% tu reflexión sobre la educación. Parece seguir el mismo patrón que hace 60 años, pero por lo que estoy viendo en USA y otros países del norte de Europa empieza a verse un cambio. A ver si no es un espejismo.
¡Un abrazo!
Deyanira dice
Cuestiones como la empatia, la educación, la escucha activa.. se ven en numerosas páginas, cursos y libros. Lo que tú comentas es mucho más. Muchas gracias. Pero lo que nunca veo es como reaccionar con «amistades» pesadas, dependientes, monotematicas, quejicas, que solo hablan de sí misma, no escuchan o de las cuales te aburre la conversación. Qué les dices y cómo? Para no herirlas, ser educado, y no perderlas si es que merecen la pena? No puedes decir «oye no me dejas hablar», o «no me escuchas», o «ya llevamos hablando media hora al teléfono y es la tercera vez que me llamas» puedes poner excusas, pero seguirán siendo absorbentes, o puedes ser cortante y perderlos y herirlos.. algún Consejo con estos temas? Gracias!
Mercedes dice
Esxcelente artículo. Bueno es mucho más que un artículo, está claro!!
Mi enhorabuena por lo bien que estructuras tus conocimientos y lo que nos haces reflexionar.
Es un placer leerte y seguirte!
Continúa así…
Un abrazo!
Pau Navarro dice
¡Gracias por tus palabras Mercedes! Me halaga mucho cuando me dicen que estructuro bien los textos 🙂
Un fuerte abrazo
Sebastián Lora dice
Más allá de su utilidad en las habilidades sociales, el no esperar a sentirse confiado para actuar es una recomendación que vale para todo. Sin ello no me dedicaría a lo que me dedico hoy.
Un amigo me dijo un día: «Si quieres dedicarte a dar curso, haz un curso de prueba. Pero ponle fecha y anúncialo públicamente, o no lo harás nunca.» El paso me costó mucho darlo, pero a pesar de haber estado cagado cuando lo hice, fue lo que me llevó a donde estoy hoy.
Muchas gracias por tus sabios y detallados consejos, Pau.
Pau Navarro dice
¡Hola Seb!
Cuánto me reflejo en tus palabras 🙂 Mi primer gran viaje también lo hice así. Siempre lo iba posponiendo por falta de tiempo, o porque las fechas no eran ideales, o porque no había gente que pudiera acompañarme.
Un día compré los billetes. Sin planes, acompañantes o planificación. Pero era la única forma de que me decidiera a dar el paso: teniendo los billetes y una fecha de salida en la mano. A partir de ahí la necesidad me hizo espabilar y finalmente viajé con más gente. Fue una experiencia genial.
¡Un abrazo y hasta pronto!
Gabriel dice
Gracias por los consejos. Eres un crack
Pau Navarro dice
Gracias a ti por leerme Gabriel, un abrazo 🙂
Jason dice
Gran Pau! Increíble artículo. Más detallado y directo que muchos que he leído en internet (y vaya que he leído bastantes). Sigue así, Muchas Gracias!
Pau Navarro dice
Gracias Jason 🙂 ¡Un abrazo fuerte!
Maricarmen Aguilera dice
Pau
Gracias por todos tus aportes, eres referente para el grupo de jovenes asperger,muy bueno tu articulo una guia cientifica .
un abrazo
Maricarmen
Pau Navarro dice
Muchas gracias por la confianza Maricarmen, os mando un caluroso abrazo y ya sabéis que me tenéis aquí para lo que necesitéis 🙂
Tony Ciudad dice
¡¡Hola Pau!!
No sé si te habrás dado cuenta pero escribes artículos muy buenos -jajaja-. Me gustan mucho porque son profundos, reflexivos y bien referenciados, lo cual los hace prácticamente únicos y de un valor extraordinario.
Eres una referencia para mí que también escribo acerca de relaciones sociales y de pareja.
Como pequeño detalle, cuando dices lo de mantener el contacto cada 15 días. Creo que sería bueno que matizaras que el factor determinante es que haya reciprocidad en la relación y ambas partes se contesten los mensajes -como afirma el estudio-.
Considero que mantener el contacto habitual con alguien que pasa de ti es improductivo, ineficiente y nocivo.
¡Un fuerte abrazo!
Seguiré leyendo tus magníficos artículos 😀
Andrés dice
Hola Pau!
Definitivamente esta guía va a favoritos. 🙂 Desde que empecé a poner en práctica algunos de los consejos/estrategias que compartes aquí he sido capaz de hacer cosas que unos años antes me parecían imposibles, definitivamente las habilidades sociales no son algo con lo que se nace, sino que se aprenden.
Gracias por compartir.
Una barazo!
kike dice
Hola Pau,genial como siempre y siiiiiiiiiii, ya te echabamos de menos( al menos yo ) ,un saludo
Cristián Hurtado dice
Pau felicitaciones por el artículo!!! Leerlo fue muy saludable, recomiendo 100% la Guía Científica para Desarrollar las Habilidades Sociales, podrás aprender muchas cosas. Un abrazo y sigue adelante
lucia dice
estoy entrando en el capitulo 2 del curso.( el miedo al rechazo) pero que ocurre si quien rechaza soy yo, porque no quiero en mi vida a alguien que se empeña en formar parte de ella.
Jorge dice
Me parece enorme la información que aportas.
Muchísimas gracias por los consejos y el gran aprendizaje que nos afreces.
Un fuerte abrazo Pau.
Jordi dice
¡Hola Pau!
Leí este artículo hace unas semanas y me ayudo mucho, sobretodo el apartado de la confianza, para recordar cómo tener confianza. Antes de leerlo fui a una clase de teatro dónde no conocía a casi nadie y me sentí muy inseguro, contradeci los 4 puntos, el día siguiente visite tu blog.
Recuerdo que cuando estaba más entrenado socialmente aplicaba el punto 1, el punto 2 y a veces el punto 4 y eso hacía que me sintiera en control, creaba mi propia realidad. «Estoy nervioso pero que le voy a hacer, no lo escondo y actúo a pesar de ello».
De las estrategias de comunicación me han gustado la de que la otra persona hable de ella misma y saber y decir su nombre, creo que es muy seductor :). Las otras las dejo para otro día que no se puede aprender todo de golpe jaja. Para aportar, aunque el post ya es muy completo, me gustaría añadir la estrategia de «ser congruente», a corto plazo puede que los tímidos parezcamos menos que los demás, nerviosos, etc. Pero si en el largo plazo demostramos que somos íntegros, de confianza, somos nerviosos pero valientes, tenemos los valores claros, vamos a resultar carismáticos para el resto.
Un saludo.
Kurt dice
Un blog tan bueno pero que esta quedando abandonado :/ Donde esta Pau, ni rastros de él. Espero que vuelva pronto.
Ni me acuerdo dice
A ver, cuidadín, el resultado de ciertos estudios no garantiza nada, así que esta guía podría contener muchos errores, o ser toda ella un error. Por favor, digo «podría», en condicional.
Tenéis que tener en cuenta que los estudios científicos deben garantizar rigor, es decir, la exigencia de que se intente demostrar los resultados con pruebas, experimentos o argumentos; pero ahí se queda la cosa, porque la ciencia no es la verdad revelada, sino un instrumento de conocimiento sujeto a las limitaciones propias de nuestra especie y, por supuesto, sujeto a réplicas y refutaciones. Por lo tanto, hay que tener cuidado. Esto no quiere decir, claro está, que seamos completamente escépticos; quiere decir que no tenemos que asentir cada vez que alguien utiliza el adjetivo «científico», porque entonces convertimos la ciencia en lo opuesto a ella: la convertimos en fe o en falsas seguridades, atributos más propios de las confesiones religiosas.
Por otro lado, y puede que vaya a decir una tontería, así que, ojo, no me parece que el asunto de las habilidades sociales dé para tanto. Algunas personas no las tienen por simple timidez, y ya está. Me hacen mucha gracia estos coaches que dan trucos para ligar, por ejemplo; nadie cae en la cuenta de que no se trata de los trucos, sino de que quienes los ponen en práctica simplemente han superado su timidez: lo que funciona es dejar de ser tímidos y no tener miedo al ridículo o al fracaso. Aunque también hay gente que jamás liga en su vida. ¿Por qué? Porque la suerte también cuenta, por desgracia, o por fortuna para muchos Puedes ser simático, puedes ser ingenioso y, a pesar de ello, puedes no gustar. Así es la vida, pero esto no os lo dirán los coaches. Nadie puede garantizar el éxito de ningún truco para tener habilidades sociales, ligar o lo que sea; la vida es bastante complicada, y los seres humanos no somos sencillos.
En cualquier caso, muchos de los consejos que dan estos coaches os los pueden dar vuestros padres o amigos. Esta suerte de psicología que practican ciertos profesionales no es un avance, sino el resultado de la escasa comunicación que hay en las sociedades a partir de la modernidad.
J Byron dice
Soy nuevo. Pero lo primero me encanto tu genorisidad con el volumen de informacion.los leere todos.
josebic7 dice
Genial artículo. Y más en los tiempos que corren en los que somos más seres sociales que nunca. En todo caso, las habilidades sociales se pierden o degeneran porque vivimos en una sociedad tendente al individualismo, aunque suene contradictorio con la primera frase de mi comentario…
Daniel dice
Jola Pau, tengo que decir que soy nuevo en tu blog pero un nuevo feliz 🙂
me contenta decirte que guardare tu articulo y lo Tendre de guia porque si te soy honesto llevo años mejorando mis habilidades sociales, (te recomiendo el libro de los 7 habitos de la gente altamente efectiva y conocer en YouTube a mario luna) y he mejorado mucho!! pero en la parte de seduccion… bueh
aun tengo que darle, sea como sea gracias por el articulo tan elaborado, seguire divirtiendome mejorando mis habilidades
y lo comparto claro!
Roberto dice
Hola pau
Es un articulo muy interesante se sentra en las estrategias mas importantes de las relaciones sociales y las que dan fruto en menos tiempo. Buen trabajo.
Jose Gaspar Acosta Avendaño dice
Tienes buen material, los leeré y no solo eso los imprimirse para tenerlos a la mano
Jessica dice
Me encantó! Voy a ponerlo en practica
Ana Torres dice
Hola Pau,
Me pareció un articulo de muy bien detallado y explicado, actualmente estoy teniendo problemas para tener entrevistas de trabajo adecuadas.
Sentía que me hacia falta algo para empatizar.
pondré en practica tus consejos para mejorar.
Muchas gracias!!
Davichou dice
solo debes desarrollar una personalidad atractiva y ya cumples con toda la guía listo lo entendí
sandra dice
excelente articulo en definitiva esta para aplicarlo
Eliezer dice
Excelente articulo amigo, quiero estar al tanto de todo lo que escribas, como me suscribo a tu lista?
Shirly Nowak dice
Hola Eliezer, muchas gracias!!! Para suscribirte a nuestro blog solo has de acceder a la página de inicio >> https://habilidadsocial.com/ >> y descargarte el ebook gratuito – ahí te solicitará tus datos y entrarás a formar parte de nuestra lista de mailing – así nunca te perderás nada 😉 Un saludo y gracias!
KIRIA dice
MUCHAS GRACIAS. TU ARTÍCULO ME FACILITARA EXPLICAR DE UNA MANERA MAS COOL, SOBRE LAS HABILIDADES SOCIALES A LOS ADOLESCENTES CON LOS QUE TRABAJO. REALMENTE ME ENCANTO. ÉXITOS.
Antonio dice
Me gusto
Guillermo Orozco dice
Excelente artículo!
Muchas gracias por compartir tu trabajo.
Un saludo!
Paty dice
Excelente Articulo, Felicidades, me hiciste reflexionar
Erika Luna dice
excelentes consejos gracias por compartir
Ana Espinoza dice
Estaba buscando tanto este tema y me han encantado estos tips que los voy a poner en práctica. Siempre he sido una persona muy tímida tengo muy pocos amigos, actualmente en mi trabajo me afecta mucho, y quisiera cambiar eso.
Gracias por publicar temas tan importantes como este.
Saludos.
juan carlos garcia ramirez dice
excelentes tips para poner en practica
Darío Vargas Henao dice
Excelente articulo, referente y muy formativo. Las buenas relaciones humanas surgen de comportamientos simples, generalmente gestados en la primera infancia desde el hogar, y que se van afianzando y fortaleciendo en la medida en que el individuo crece y se incorpora cada vez mas a un entorno social. Saludar, sonreír, mirar a los ojos, prestar atención a nuestros interlocutores, valorar la palabra ajena, entre otros, forman un líder…
Juan dice
Artículo completísimo e interesante. 🙂