Expresar cómo nos sentimos no resulta nada fácil.
Quizás sientas que no puedes más, que necesitas sacarlo de dentro de ti o que no puedes seguir callándotelo. Por el motivo que sea, tienes que decirlo para no explotar.
Pero cuando lo haces, las consecuencias no son las que tú hubieras querido. Solo quieres que la otra persona sea consciente de cómo te hace sentir, pero el enfado, la vergüenza o el miedo te sabotean y la situación se vuelve en tu contra. ¿Te resulta familiar?
La secuela es que la próxima vez que tengas que hacerlo seguramente te lo guardarás para ti. Callarás, y si alguien te pregunta cómo estás, contestas con un simple “bien”. ¿Para qué molestarse en provocar otro conflicto?
Me alegra poder decirte que no tienes por qué resignarte. Existe otra forma para expresar tus emociones, una manera que te ayudará a que los demás empaticen contigo y se pongan en tu piel sin provocar malentendidos, disputas o rechazos. Y es absolutamente liberadora.
La importancia de expresar tus emociones
La mayor parte de la ansiedad y estrés que sufrimos en nuestra vida está causado por una creencia muy nociva: pensamos que es mejor mordernos la lengua antes de decir cómo nos sentimos.
Es natural que sintamos un cierto bloqueo ante abrirnos a los demás; da miedo y nadie nos ha enseñado cómo hacerlo. Se ha dado por supuesto que es algo que tenemos que aprender por el camino, pero si estás leyendo este artículo es porque tú también sabes que expresar tus emociones de forma adecuada no sólo te ayudará a sentirte mejor, sino que te ayudará a mejorar tus relaciones.
En este artículo te mostraré los beneficios científicos de expresar tus sentimientos, los errores más frecuentes que cometemos al expresarlos, un sistema para identificarlos y diez claves psicológicas para comunicarlos de forma más empática y asertiva. ¿El resultado? Tus emociones te resultarán menos dolorosas, y tus relaciones se volverán más profundas y auténticas.
Beneficios psicológicos de expresar tus emociones
La ciencia ha demostrado que, si se realiza apropiadamente, comunicar tus sentimientos tiene tres consecuencias muy interesantes:
Permite que los demás empaticen contigo
En un sorprendente experimento en Facebook, los investigadores observaron que los estados que los usuarios escribían en su muro eran muy similares a los sentimientos que leían de sus amigos. Dicho de otra forma, las emociones se contagian por empatía, ¡incluso a través de una plataforma digital!
Cuando los demás saben cómo te sientes, inconscientemente conectarán contigo y se pondrán en tu piel. A partir de ahí tus mensajes serán mucho más empáticos y persuasivos.
Reduce su efecto emocional sobre ti
Al expresar nuestras emociones en voz alta les estamos poniendo nombre. Eso disminuye la respuesta de la amígdala (la zona del sistema límbico responsable de nuestra reacción emocional), lo que reduce instantáneamente la intensidad y malestar que te pueda estar provocando esa emoción (Lieberman et al., 2007).
Hablar de tus emociones es liberador. Cuando las comunicas, no solo ayudas a que los demás empaticen contigo, sino que también te duelen menos.
Te vuelves más atractivo
De la misma forma, se ha demostrado que cuando los demás son capaces de ponerle nombre a la emoción que estás sintiendo, te perciben como alguien más atractivo.
La empatía crea atracción. Cuando expresas tus emociones demuestras honestidad y valentía, sin miedo a ocultar nada. Y eso es muy seductor.
Cómo identificar tus sentimientos
El primer paso para expresar tus sentimientos es identificarlos correctamente.
Pero, ¿cómo vamos a necesitar ayuda para saber qué es lo que estamos sintiendo? ¿No se supone que es evidente?
No es tan sencillo. En una sociedad que nos presiona tanto para ocultar nuestras emociones (¿te suena el “no seas tímido” o “¡deja de llorar!” que te repetían tus padres cuando eras pequeño?) la mayoría de nosotros hemos acabado reprimiéndolas. La consecuencia es que a menudo nos sentimos mal, pero no tenemos claro exactamente de qué manera ni por qué.
Vamos a ver dos etapas necesarias para volver a conectar con nuestras emociones:
1. Detente y busca la emoción básica
Cuando sientas una emoción, encuentra un lugar en el que puedas estar tranquilo durante un par de minutos y cierra los ojos. A continuación, intenta reconocer la emoción básica a la que corresponde de las siete posibles (tristeza, alegría, enfado, asco, miedo, desprecio o sorpresa). En el siguiente paso le pondrás un nombre más específico.
Por cierto, aceptar que eres capaz de sentir todo tipo de emociones también aumentará tu fortaleza psicológica y mejorará tu capacidad de enfrentarte a los malos momentos (Kross et al., 2009).
2. Encuentra la palabra específica para tu sentimiento
Existe un vocabulario emocional, ampliamente desconocido por la mayoría, que nos permite ser mucho más específicos con nuestros sentimientos.
Por ejemplo, en lugar de decir que te sientes “bien”, podrías encontrar más matices y usar palabras como “alegre”, “afortunado”, “agradecido” o “excitado”. O en vez de decir que te sientes “mal”, podrías utilizar “irritado”, “inseguro”, “decaído” o “rechazado”.
Cuanto más específico seas, mejor comprenderás qué es lo que realmente sientes. Se ha comprobado que eso también te hará sentir mejor, aumentando tu autoestima y afecto hacia los demás.
Una vez que has identificado tus emociones, el siguiente paso será expresarlas sin caer en las trampas de la comunicación. Pero para ello, lo primero es entender qué has estado haciendo mal hasta ahora.
Errores típicos al expresar los sentimientos
De pequeños aprendemos matemáticas, lengua, literatura y ciencias sociales. Con suerte, nuestro plan de estudios también tendría alguna asignatura de ética, pero la realidad es que nadie nos ha enseñado a comunicarnos emocionalmente.
Esta es la causa de que mucha gente exprese sus emociones de manera tosca y con consecuencias desastrosas, tanto para ellos mismos como para los demás. Estos son los errores más habituales que todos hemos cometido alguna vez:
1. Expresar un pensamiento en vez de un sentimiento
Cuando empezamos diciendo “Siento que…” estamos comunicando un pensamiento, no un sentimiento.
La diferencia radica en el qué. Haz la prueba. Cuando dices “Siento tristeza” estás hablando de tu sentimiento. Pero cuando dices “Siento que esta tristeza me va a matar”, te refieres a un pensamiento: que la tristeza va a acabar contigo.
Si hablas de tus pensamientos te estarás enfrentando a la situación de una forma racional y los demás no podrán empatizar contigo. Pero cuando te refieres a tus sentimientos, la vulnerabilidad que demuestras al expresar lo que sientes les permitirá conectar contigo (Brown, 2013).
2. Empezar con “Me haces sentir”
Aunque pueda parecer que estás expresando un sentimiento, en realidad estás culpabilizando al otro, responsabilizándole de tus emociones.
La comunicación se transforma en una fuente de conflictos cuando no nos ayuda a ser conscientes de que somos los únicos responsables de nuestros pensamientos, sentimientos y actos. “Me haces sentir…” provoca discusiones porque niega nuestra responsabilidad personal, y la atribuye en su totalidad a los demás.
3. Tratar de olvidar lo que sientes
Desde pequeños nos han enseñado que las emociones son complicadas y es mejor evitarlas, pero con el paso de los años comprobamos que ese “Tú tranquilo, intenta no pensar en ello” no funciona.
Se ha comprobado que intentar reprimir nuestras emociones negativas en vez de validarlas incrementa la ira. Sus consecuencias van incluso más allá, con estudios que hablan de un aumento en el riesgo de cáncer del 70% en aquellas personas que evitan expresar sus sentimientos.
4. Explotar cuando ya no puedes más
Esta es la fase natural a la que se llega después de haber aguantado demasiado tiempo. Pero cuando la única salida para nuestros sentimientos es la explosión podemos provocar daños, quizás irreversibles, en cualquier relación.
Imagínate que tienes un amigo que suele llegar tarde. La primera vez que lo hace, sonríes y le dices que no pasa nada. A la segunda y la tercera, te sabe mal pero te callas. Y al final, empiezas a pensar que no tiene ningún respeto.
Quizás, cuando lo haga la próxima vez, termines gritándole y mostrándote furioso, reprochándole que si te apreciara no te haría esperar cada vez que quedáis.
Y probablemente tu amigo se quedase atónito, puesto que hasta ese momento le habías estado diciendo que no pasaba nada y nunca habías mostrado ninguna señal de molestia.
10 claves imprescindibles para expresar lo que sientes
A continuación encontrarás diez estrategias psicológicas que te ayudaran a comunicar tus emociones de forma más natural, empática y asertiva. Una vez las pongas en práctica, verás cómo tu confianza y autoestima mejoran a la par que tus relaciones se afianzan.
1. Intenta ponerte en el lugar del otro
En primer lugar, es necesario que te pongas en la piel de la otra persona y te imagines que alguien viene a decirte lo que tú le vas a decir. ¿Cómo te sentirías? ¿Qué pensarías?
Ponerte en el lugar del otro te ayudará a entender mejor la emoción que quieres comunicar, de modo que le estarás ayudando a que te comprenda (Decety & Ickes, 2009).
2. Practica expresando un sentimiento positivo
Antes de lanzarte a expresar tus emociones negativas, te será útil elegir una persona de confianza y expresarle algún sentimiento positivo que hayas tenido últimamente.
Si tiene que ver con tu situación vital, la fórmula es tan fácil como “Me siento [muy feliz] por [haber aprobado el examen]”.
Si está relacionado con un comportamiento suyo la fórmula sería la siguiente:
“Me sentí [acompañado/halagado/satisfecho]
cuando tú [te quedaste conmigo después de que todos se hubiesen ido /me dijiste que me sentaba bien el traje/cocinaste una cena buenísima]”.
3. Utiliza verbos emocionales
Hay una serie de verbos sensitivos como “siento”, “noto” o “percibo” que no pueden ser rebatidos porque se refieren a tu estado interno, y eso es alguien que nadie puede discutir.
Imagínate que uno de tus amigos te dice “Sé que he conseguido el trabajo que tanta ilusión me hacía, pero aun así me siento vacío.” ¿Crees que alguien podría rebatir una afirmación así? A diferencia de los razonamientos, las emociones se sienten sin que nosotros las podamos controlar, de modo que no hay discusión posible.
Otros verbos emocionales que puedes usar son: “Me alegra”, “Me entristece”, “Me asusta”, “Me sorprende” o “Me indigna”.
4. Explica el porqué de tu emoción
Solemos creer que no es necesario que justifiquemos cómo nos sentimos, pero lo cierto es que explicarnos nos ayudará a que el otro nos entienda.
Existen estudios que señalan que cuando nos justificamos estamos demostrando que somos humanos, que tenemos motivos para sentirnos así, y con eso conseguiremos que se sienta más cercano a nosotros.
Imagínate por ejemplo que quieres decirle a tu amigo que te sientes muy desafortunado en las relaciones y que al final ninguna te sale bien. Dicho así parece un lamento más, pero ¿y si lo expresases con honestidad? “Me siento muy frustrado cada vez que una relación no sale bien, porque me da la sensación de que hay algo malo en mí.”
En este momento estarás revelando tus sentimientos en profundidad, te quitarás un peso de encima y tu amigo podrá apoyarte con más empatía.
5. Usa la perspectiva subjetiva
Cuando quieras acompañar tu emoción de un razonamiento, te recomiendo que uses la perspectiva subjetiva (también conocida como mensajes “Yo”). Con ella evitarás que la otra persona se sienta atacada o discuta lo que le estás diciendo.
Para conseguirlo, introduce elementos en tu mensaje que lo conviertan en subjetivo, como “en mi opinión”, “bajo mi punto de vista”, “considero” o “para mí”. Observa la diferencia:
“Ayer me trataste mal y me siento ofendida”. Este mensaje puede provocar conflicto porque, si la otra persona cree que no te trató mal, se defenderá de tu acusación.
“Considero que ayer me trataste mal y por eso me siento ofendida”. Este mensaje es más asertivo, porque nadie puede discutir tu perspectiva y visión de las cosas. Estás asumiendo la responsabilidad de tus propias emociones, sin atribuirlas a nadie.
6. Di el nombre de la otra persona
Cuando quieras expresar tus sentimientos a alguien, puede serte de gran ayuda empezar diciendo su nombre.
Oír el propio nombre activa el área cerebral de la recompensa, así que al escuchar cómo decimos su nombre, toda su atención se dirigirá hacia nosotros. Es una forma de generar cercanía y predisponerle para que acepte mejor lo que vamos a decir a continuación (Howard & Kerin, 2011).
Conseguirás captar su interés, que te escuche con más atención y que empatice mejor contigo.
7. Asegúrate de que te entiende
El lenguaje de los sentimientos es muy subjetivo, así que es importante que te asegures de que la otra persona te está entendiendo.
La mejor forma de hacerlo es pedirle que intente explicar con sus palabras lo que le estás diciendo: “No sé si me estoy explicando bien, ¿me podrías decir qué has entendido de lo que te he dicho hasta el momento?”. Así te permitirá clarificar tus intenciones y evitarás malentendidos.
8. Utiliza el humor
Si quieres tratar un tema serio que te genera bastante incomodidad, no lo dramatices. Aunque expresar tus emociones te haga sentir vulnerable, con humor podrás aligerar esa sensación y ver la situación desde diferentes perspectivas (Sclavi, 2008). Además, ayuda a evitar que ninguna de las personas involucradas se ponga a la defensiva, por lo que es un gran aliado.
En este artículo te explico las fórmulas científicas para añadir humor a tus conversaciones.
9. Pregúntale cómo se siente
Aunque en el momento en que expresas tus sentimientos quieras ser escuchado, todo el mundo tiene esa necesidad en las situaciones de alta carga emocional. Y suele ocurrir que, cuando hay una emoción enquistada dentro de nosotros que queremos expresar, se nos olvida que probablemente la otra persona también esté sintiendo algo que quiera expresar.
Preguntar cómo le hace sentir lo que estás diciendo os ayudará a empatizar, permitiendo que os pongáis en la piel del otro y reduciendo la posibilidad de que se cree un conflicto. (Rogers, 1975).
10. Practica mentalmente
Visualizarte a ti mismo realizando paso a paso las acciones que quieres llevar a cabo ha demostrado científicamente ser un potente motivador del cambio. Si te cuesta expresar tus emociones, siéntate o túmbate en un lugar tranquilo, cierra los ojos e imagina una pantalla ante ti, donde se va a proyectar la escena de una persona que se comporta como a ti te gustaría hacerlo.
Por ejemplo, podrías visualizarte en estas situaciones:
- Un compañero de trabajo se acerca a ti y te pregunta cómo estás. Sin entrar en detalles, puesto que no es un amigo íntimo, le contestas: “La verdad es que últimamente me siento regular, hay un par de asuntos que me tienen irritado.”
- Te encuentras con un amigo y le comentas un sentimiento positivo que has tenido últimamente, por ejemplo: “Estoy muy satisfecho con la tarea que me han encargado en el trabajo”.
- Estás hablando con alguien y, en un momento dado, sacas a colación un sentimiento negativo que has tenido a raíz de un comportamiento suyo; por ejemplo: “Me siento bastante minusvalorado cuando, delante de un grupo de gente, veo que me tratas como si las cosas buenas que me pasan fuesen por pura suerte.”
Practicando mentalmente varias situaciones en que te gustaría expresar tus emociones conseguirás sentirte más seguro cuando llegue el momento de la verdad 🙂
Conclusión
Estamos programados para sentir emociones. Por eso, la mejor manera de habitar este mundo es aprender a relacionarnos con ellas de la forma más satisfactoria posible y no intentar evitarlas.
Cuando expresamos esas emociones explotando o culpando al otro, no solo aumentará nuestro malestar e impotencia, sino que provocaremos un profundo distanciamiento con la otra persona.
Aprender a expresar asertivamente tus emociones te conectará no solo con los demás, sino también contigo mismo. Te servirá para regularlas, reducir su impacto negativo y crear empatía con las personas que te rodean. Prueba con estas diez claves psicológicas, y comprueba por ti mismo el cambio que puede suponer en tu vida.
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Pablo dice
Excelente, saber comunicar mejor nuestras emociones es una asignatura en la que casi todos suspendemos y genera mucho malestar. Es la forma de desarrollar nuestra inteligencia emocional, muchas gracias por todos tus recursos y felicidades por el blog. Saludos.
Pau Navarro dice
Gracias a ti Pablo, te recomiendo que le eches un vistazo también al congreso gratuito sobre cerebro emocional que he enviado a los suscriptores del blog, ¡allí hay muchísima información más!
¡Un abrazo!
Sara dice
Muchas gracias por tus tips, tan claros como siempre. Me ayudan especialmente en este momento de mi vida Pau.
Pau Navarro dice
Me alegro mucho Sara, ¡un abrazo fuerte!
Dan dice
Hola Pau, como le dirias a una chica que me gusta mucho lo que siento por ella sin que se enfadara o dejara de hablarme? Muchas gracias
Pau Navarro dice
Pues se lo diría tal cual lo planteas, pero sobre todo justificando tus motivos. ¿Por qué te ha empezado a gustar? ¿Qué tiene ella de especial que no tengan las demás? Así podrá ponerse en tu piel y entenderte mejor, y eso es muy difícil de rechazar.
No la presiones para que te dé ninguna respuesta, simplemente dile que querías que lo supiera porque necesitabas decírselo, y cambia de tema. Si no se lo imaginaba, seguramente necesite algo de tiempo para encajarlo todo.
¡Saludos!
Tais dice
La importancia de mostrarnos vulnerables y dejar nuestros escudos de lado, ¿verdad? La asertividad es muy importante pero también hay que ir con cuidado de a quien mostramos nuestros sentimientos, hay personas sin escrupulos que pueden aprovecharse de ello.
Pau Navarro dice
Gracias Tais. ¡Lo curioso de mostrar nuestros sentimientos es que creamos la necesidad en los demás de reciprocar mostrándonos los suyos! Esto significa que la gran mayoría de ocasiones nadie se aprovechará, sino que de forma inconsciente se verán empujados a mostrar sus emociones.
Te recomiendo que durante un día entero lo pruebes, para que tú misma te des cuenta de lo que ocurre.
¡Saludos!
Juan L dice
Gracias por el artículo Pau, muy bueno y útil el aporte como siempre. ¡Se te echaba de menos!
Pau Navarro dice
Gracias a ti Juan, he estado muy ocupado preparando algo que creo que te va a gustar bastante 😉
¡Un abrazo!
felix dice
Excelentes artículos Pau.saludos y éxitos
Pau Navarro dice
¡Gracias Felix!
Un abrazo y muchos éxitos también
Teresita dice
Gracias Pau, justo antes de leer el post tuve una fuerte discusión con un ser querido y en ningún momento aplique algo de lo que comentas, si lo hubiera hecho no estaría ahorita sintiéndome mal, ya que sólo nos dijimos cosas feas y no llegamos a nada. Voy a empezar a hacer lo que aconsejan, en verdad estoy dispuesta a mejorar 😁
Pau Navarro dice
Me alegra mucho leerte Teresita, nadie nace aprendido y mucho menos con estos temas, así que todos hemos caído en el error de discutir con gente a la que queremos. ¡Lo importante es aprender para que no vuelva a repetirse!
¡Un abrazo!
Jules dice
Se necesitan más artículos como este, hay mucha desinformación y gente que no sabe expresarse sin herir o acusar, buen trabajo
Pau Navarro dice
Gracias Jules, me alegra que te haya gustado 🙂
¡Saludos!
Diego dice
Excelente artículo Pau, como siempre! Hace poco descubrí tu Blog.. y no puedo estar más contento. Te agradezco que tomes el tiempo de escribir artículos tan completos y detallados, incluso citando los estudios científicos en los que se basan. Gracias por acompañarme en esta evolución personal que tanto estaba necesitando!!!
Un muy fuerte abrazo desde Buenos Aires, Argentina!!
Pau Navarro dice
¡Gracias Diego! La verdad es que no lo sé hacer de otra forma. Intento huir de los consejos vacíos que tanto veo por ahí para centrarme únicamente en lo que ha demostrado su eficacia, y me alegra mucho ver que os resulta tan útil 🙂
¡Un abrazo!
Lady dice
Uauauau Muchas gracias Pau! Me siento muyyyy motivada por la forma en que hablas de las emociones!!! Eres un excelente pedagogo!!!
will dice
que encanto tu articulo, me falta decisión para poder expresar mis sentimientos y emociones, sobre todo esos que cuando te agobian, te tienen sin poder movilizarte, porque pesan, y solo quieres decirlo, te agradezco por estos consejos, estoy seguro que me ira mucho mejor.
Daniel dice
Hola, Pau!
Excelente lectura acabo de tener!
Estoy pensando que no practico el punto 10. Creo que ayuda a clarificar también qué queremos transmitir exactamente y cómo lo vamos a hacer para que la persona lo entienda. Me parece importante, si es necesario, animarnos realizar un pedido concreto a la otra persona. Y por supuesto que el pedido será mas efectivo si antes seguimos los consejos que diste para expresar lo qie sentimos.
Lo comparto.
Muchas gracias y un abrazo!
Víctor dice
Muy buen artículo. Esta información es de vital importancia saberla, ya que es algo básico del día a día. Me hubiera gustado que esto me lo hubieran enseñado, ya que en ciertas situaciones se hace necesario. Si aplicamos esto en el día a día, las relaciones cambiarían radicalmente. Muchas gracias por traer estos articulazos de gran calidad, se nota el nivel que le pones, Pau. Espero que la vida pueda aportarte buenos momentos y a todos los seguidores del blog 😉
Matías Yabar-Dávila dice
Hola. Muy buen artículo! Bastante útil para poder comprender mejor las emociones, las cuales si no se expresan, pueden llegar a dañarte mucho no solo a ti, sino también a tus seres queridos. Personalmente, siempre sugiero usar la meditación, pues te ayudará a calmar tus latidos, te centrará y proporcionará estabilidad y claridad mental. Esto es algo que sirve bastante en cualquier situación en la que no te sientas muy cómodo emocionalmente, así que puedes usarla como una práctica diaria y verás que te ayudará. Saludos!
Luis dice
Hola, inicie una relación a distancia y cuando va llegar el día de reunirnos o vernos ella empieza a huir de forma literal, inventa pretextos, no toma llamadas, no responde mensajes etc. Me confiesa que esto le ha sucedido antes. Que puedo hacer para cambiar esto. Gracias y saludos cordiales.
Inés dice
Excelente artículo. Suponiendo una pareja y considerando que, en este caso, uno de ellos ha adquirido o posee ya esta habilidad de comunicación de emociones y sentimientos, me gustaría saber si hay alguna forma de favorecer, de ayudar, de lograr que el otro miembro de la pareja a quien le cuesta muchisimo expresarse pueda hacerlo. Es que de otra manera la comunicación no es fluida con un solo interlocutor. Y además el que no tiene problemas de comunicación termina sintiéndose frustrado en cierta forma por no recibir respuesta en la misma medida. Gracias
Alondra E dice
Y como se tienen las emociones?
Laura dice
Pau
Haz puesto en palabras una gran cantidad de conflictos por los que estoy pasando y que no lograba entender del todo hasta leer tu Blog.
Me serán de gran ayuda los consejos
En serio muchas gracias
Vlesnny dice
Esto me ah dejado una lección muy grande y seguiré estos pasos para que me balla mejor expresandome…….gracias por todo……..los quiero…….bye…
Irma dice
Justo acabo de pasar por una situación que se pudo evitar si lo hubiera hablado. Cuando trate de expresar como me sentía, no me creían. Cosa que molesta por parte del receptor, por ejemplo si digo «Me siento triste» y la respuesta es «No te hagas la víctima», molesta porque la otra persona también no se está poniendo en tu lugar.
Me cuesta decir lo que me molesta de la otra persona, lo reprimo, no lo afronto y si lo llego hacer no lo hago de la mejor manera. Por mucho tiempo tuve grandes sentimientos de culpa por herir a los demás por mi falta de asertividad. Pero sé que estoy haciendo un esfuerzo y que cuando tratas de expresar lo que sientes, muchas veces es muy tarde. Ahora me queda practicarlo, es muy difícil, pero no imposible.
José Vicente Esteve dice
Sin duda, una de las herramientas más importantes para un equilibrio en nuestras relaciones personales y también para mejorar la sociedad en general: tolerancia, asertividad, mente abierta y empatia. Y por supuesto, siempre, siempre: escucha activa. Yo también promievo estos valores en mi proyecto.
Un abrazo Pau y gracias por hacer visible esta necesidad.
Jenny dice
muy buen análisis y de gran aporte. Gracias
Ana Paola dice
Muy buenos tips!! Quisiera que me ayudaran por estos momentos en los que estoy pasando.
Como puedo decirle a mis papás lo que tengo y siento sin que se enojen luego luego o sin que exploten. Lo que más me interesa, es que ellos me puedan entender y ponerse en mi lugar de cómo yo me siento.
Será mejor decirles por separado o juntos?
Javier dice
Excelente artículo, me interesó muchisimo ahora que atravieso un malestar emocional y buscaba algo que me ayude a olvidar este mal rato y que mejor que , leer un artículo.
Gracias
alma delia dice
Mil gracias pondré en practica todo lo que esta en la pagina ya que para mi es muy difícil expresar mis sentimientos incluso dudas, espero que lo pueda lograr lo que quiero con este articulo.
Ingrid dice
Muy buen contenido Felicidades
Silvia dice
Me gustó mucho el artículo pero no puedo evitar pensar que si demuestro mis emociones los demás pueden usarlas en mi contra.
Tengo 40 años y he nacido sana pero con el correr de los años las malas intenciones y abusos que muchos seres queridos han cometido conmigo me llevaron a desarrollar todos los trastornos emocionales habidos y por haber. Principalmente las parejas (que fueron todos muy conflictivos y me utilizaron; y ni hablar de los no íntimos) me decepcionaron mucho me hirieron demasiado y hoy soy una colección de emociones confusas desgastantes que no puedo ni deseo identificar y ademas bien reprimidas.
Sólo puedo ser feliz en soledad (ojala la vida me demostrara lo contrario) y únicamente dos amigas me reconfortan y puedo ser realmente yo con ellas. Para completar mi desgracia en cuestiones de emoción resulto que hice una carrera brillante y llegue a jefa y cargo ejecutivo directivo en mi profesión y obvio en un lugar de mayor jerarquía profesional soy quien soporta la zozobra de todo el personal que en su mayoría no me tratan como persona sino como la bruja mala y cruel que » inventa» trabajo y da órdenes y exige disciplina a los demás y así fui aprendiendo a construir muros cada vez mas altos y gruesos a mi alrededor y me propuse sistemáticamente que nadie sepa jamás que siento y que pienso.
Evito la gente le desconfío y le temo.
lo mas paradójico es que de niña y de joven mi naturaleza era otra era una niña feliz y sana, leve y muy humana y cálida sin problemas para expresar amor y afecto. Entonces mis emociones eran tan transparentes para mi misma como para los que me rodeaban. extraño tanto esa chica buena y más simple !!!
triste mi historia pero la desconfianza ha echado muchísimas raíces fuertes en mi corazón.
silvia.
Mari dice
Agradezco aver encontrado tu artículo, me ha servido de mucha ayuda, ahora mismo estaba preocupada porque no sabía cómo expresar lo que siento sin que otras personas mal interpretarán.
Pepi Sánchez dice
Me alegrado mucho de encontrar tu artículo, me ha llegado en un momento importante pues no se q hacer con respecto algunos problemas familiares,
Quiero seguir tu blog y seguir en contacto contigo creo q me ayudaría mucho. Muchas gracias
Lily dice
Excelente artículo. Muchas gracias por toda la información al respecto de este tema tan amplio e interesante. Los consejos muy útiles en verdad. Bendiciones!