¿Quieres aprender a detectar mentiras y convertirte en una especie de polígrafo humano?
Si tu respuesta es sí, sigue leyendo. Porque una vez hayas terminado de leer este artículo tendrás muchos más recursos para descubrir cuándo te están mintiendo. De verdad 😉
Mentir es irracional. Aprendemos a hacerlo de pequeños para evitar las consecuencias negativas de nuestros errores y seguimos haciéndolo de adultos cuando consideramos que el beneficio supera los riesgos. Por eso casi siempre usamos mentiras que no hacen daño y tampoco nos hacen sentir mal (“te queda bien ese peinado”, “recogí cuatro quilos de setas”, etc). Todo el mundo miente de una forma u otra.
Existen multitud de estudios sobre por qué, cuándo y cómo mentimos, la mayoría promovidos por organizaciones como el FBI donde tienen que lidiar con engaños constantemente. Gracias a eso sabemos cosas tan curiosas como:
- En una conversación de tan solo 10 minutos es probable que te mientan hasta tres veces
- Los hombres suelen mentir más que las mujeres
- Los extrovertidos mienten más que los introvertidos
- Cuanto más creativa es una persona, más miente
- El medio favorito para hacerlo es el teléfono porque el lenguaje corporal permanece oculto
- Donde menos mentimos es por e-mail porque nos asusta que quede por escrito.
Sin embargo también se han creado muchos falsos mitos alrededor de la mentira, y en este artículo lo primero que haré será desenmascararlos.
Precaución: a menudo la ignorancia es la felicidad. ¡Una vez aprendas a detectar mentiras quizás no te guste descubrir que alguien que aprecias te está intentando engañar!
Las mentiras de descubrir mentiras
¿Crees que eres bueno detectando cuando alguien miente?
Quizás lo seas. O quizás creas que lo eres, porque en promedio solo somos capaces de descubrir una mentira en el 54% de los casos (fuente). Vamos, que tirando una moneda al aire tenemos casi la misma probabilidad de acertar.
Y es que muchas de las conductas que se supone que acompañan una mentira (evitar el contacto visual, ponerse nervioso, dilatar las pupilas, rascarse la nariz, etc) también pueden aparecer en personas honestas que simplemente son tímidas o lo pasan mal en situaciones tensas.
A continuación encontrarás varios mitos sobre la ciencia de la mentira que en realidad no han demostrado ninguna utilidad.
1. Mentir tiene su propio lenguaje corporal
Aunque la creencia popular es que el cuerpo envía señales cuando mentimos, no hay ningún estudio que haya podido relacionar un signo en concreto con el engaño.
¿Por qué? Porque todos nos comportamos de manera diferente al mentir, así que no te creas eso de que si alguien no te mira directamente a los ojos o se toca la cara es que te está engañando.
Por cada estudio que dice que los mentirosos se rascan la nariz, existe otro que dice lo contrario. En una investigación se buscaron los gestos que aparecían o desaparecían cuando la gente mentía, pero como verás a continuación no se encontraron diferencias suficientes como para poder generalizar.
Por ejemplo, la gente que miente mira fijamente en el 67% de los casos, pero la que dice la verdad también lo hace en el 58%. No existe ningún gesto corporal que te sirva para detectar con precisión cuándo te están mintiendo.
2. No te fíes de lo que te dicen
Aunque la idea extendida es que el lenguaje corporal es más importante que el verbal, eso tampoco es cierto.
El lenguaje del cuerpo puede ofrecer pistas, pero lo que se dice puede ser incluso más fiable. En un estudio de 2004 un grupo de policías observó una serie de vídeos, y aquellos que buscaron incongruencias en las señales verbales (contradicciones, dudas, etc) fueron capaces de distinguir mejor las mentiras que aquellos que solo se basaron en los signos del cuerpo (dirección de la mirada, cambios de postura, etc).
Cuando dudes de si alguien te está diciendo o no la verdad, lo más fiable es encontrar incongruencias en su historia. Más adelante te enseñaré cómo.
3. La dirección de los ojos da pistas
Según la PNL (programación neurolingüística), cuando alguien mueve los ojos hacia su derecha significa que está mintiendo, mientras que si los mueve hacia la izquierda dice la verdad.
Si eso fuera cierto no haría falta investigar más y todos los mentirosos irían con gafas de sol, pero es que es falso.
En este estudio de 2012 quedó demostrado que la dirección hacia la que alguien mira es independiente de la veracidad de su historia, así que cuidado con esos gurús de la PNL que te prometen poderes mágicos.
De hecho, la gente que más miente no mira hacia los lados ni desvía la mirada. Si acaso te miran más fijamente porque quieren comprobar que te estás creyendo su mentira.
4. El polígrafo nunca falla
Otro mito. Por mucho que las películas y programas de televisión basura se empeñen en vendernos la fiabilidad de estos aparatos, en uno de los estudios más rigurosos se estableció su porcentaje de acierto en solo el 65%. El principal problema es su cantidad de falsos positivos: es habitual que identifique como mentirosas a personas que están diciendo la verdad.
La realidad es que detectar mentiras es MUY dificil. El motivo es que la mayoría mezclamos mentiras con historias verdaderas, lo que nos permite añadir detalles reales que dan mayor credibilidad .
Además, cada individuo es tan único que no existe ningún signo universal de la mentira. No todos tenemos el mismo comportamiento cuando mentimos: mientras yo puedo evitar el contacto visual, quizás tú lo mantengas.
Es por este motivo que entrenándonos para detectar mentiras a través del lenguaje corporal o verbal el porcentaje de éxito alcanza como mucho el 60%, únicamente 6 puntos más que sin ningún tipo de preparación (fuente).
¿Y entonces cómo hago para saber si una persona miente?
Más abajo te explicaré las herramientas exactas para lograrlo, pero para empezar debes tener muy claros tres conceptos fundamentales:
1. Fíjate en los detalles y cambios de conducta
El simple hecho de prestar atención a los detalles te hará mejor detectando mentiras. Así de simple.
Cuando alguien miente pueden aparecer pequeñas diferencias en su conducta o en la historia que está contando, y varios estudios han demostrado que centrando tu atención en los detalles mejorarás tu capacidad de detectar engaños.
Es por eso que las mujeres suelen ser más hábiles que los hombres: sencillamente se fijan más en aspectos concretos de las historias y en los cambios de comportamiento.
2. Intenta aislarte de tus emociones
Ya sé que es complicado, pero si te enfureces, entristeces o alegras demasiado dejarás de ver esos detalles.
Cuando estás en un estado muy emocional tu mente entra en piloto automático. Desactiva parte de sus funciones racionales y pasarás por alto pistas que podrían revelar que la otra persona te está mintiendo.
Los embusteros más experimentados quieren conseguir precisamente eso: situarte en un estado alterado para que dejes de hacer preguntas y empieces a tomar decisiones incorrectas. Así que mantén la cabeza fría y no te excites frente grandes promesas ni te enfades ante enormes sospechas.
3. Al final solo te queda tu instinto
El paso final, una vez observados los detalles con la máxima frialdad posible, es hacerle caso a tu instinto.
Fíate de tu intuición, porque tal y como ha quedado demostrado científicamente, somos más eficaces detectando mentiras cuando lo hacemos de forma inconsciente que si intentamos atar todos los cabos racionalmente. El motivo es que a nivel irracional eres capaz de ver señales que tu mente consciente pasa por alto.
Así pues, presta atención, deja que pase algo de tiempo y guíate por tu instinto. Aumentarás tus probabilidades de acertar.
Aunque estas 3 claves son imprescindibles, para tener mayor certeza de que alguien te está mintiendo necesitas que sus señales engaño, como cambios en la conducta o contradicciones en su historia, se hagan evidentes.
¿Pero cómo puedes lograrlo?
Existe una forma, y es parecida a jugar a las 7 diferencias.
Identifica su estado natural y encuentra las diferencias
La única manera de poder sospechar con cierta seguridad que alguien te está engañando es encontrando diferencias entre las señales que emite cuando dice la verdad respecto las que muestra cuando miente. Por eso lo primero que debes hacer es entender cómo se comporta de forma habitual.
A esto se le llama establecer la línea base de conducta.
- Si se trata de un conocido ya deberías saberlo, aunque no está de más que la próxima vez te fijes en su lenguaje corporal o frases más comunes.
- Con un desconocido podrías hacerlo iniciando un tema de conversación trivial donde no tenga ninguna necesidad de mentir, como por ejemplo preguntándole de dónde es.
A partid de ahí, cada vez que saques un tema y observes alguna señal que no encaje con su conducta habitual, considéralo una alerta. Presta especial atención a las siguientes:
- ¿Se encoge de hombros más que antes? el Dr. Paul Ekman descubrío que hay gente que tiene la tendencia a levantar ligeramente un hombro cuando miente, como si quisiera protegerse.
- ¿Se empieza a tocar los ojos? En un intento inconsciente de apartar algo incómodo de su visión, hay gente que puede empezar a rascarse los ojos de forma inconsciente.
- ¿Te mira fijamente y asiente? Algunas personas cuando mienten (lo has visto en el gráfico anterior) pueden empezar a mirarte fijamente y asentir con la cabeza.
- ¿Empieza a mover o juguetear más con las manos? Otra señal que puede aparecer cuando alguien se pone nervioso.
Aviso: no suele ser suficiente con una alerta. Debes buscar conjuntos de señales. Empieza a sospechar si de repente su conducta cambia de relajada a inquieta, o de sociable a cerrada, por ejemplo. Aunque estos cambios no indican al 100% que esté mintiendo, sí que suelen revelar alguna alteración emocional.
Sobrecarga los circuitos: el estrés cognitivo
Bien, ahora ya sabes que no existen fórmulas mágicas y que la clave para detectar si alguien te está mintiendo es encontrar diferencias respecto su conducta habitual.
Sin embargo, cuando alguien realmente se ha preparado para mentir con naturalidad, el tema puede ser más complicado. Pero en esas situaciones todavía te queda un arma. Y se llama el estrés cognitivo.
Contar mentiras es difícil. Es necesario construir una historia, añadir elementos reales e intentar no dejar cabos sueltos. Y se ha demostrado que todo este esfuerzo mental obliga al cerebro del mentiroso a trabajar a fondo.
Pero si logras sobrecargar todavía más ese proceso mental, las señales verbales (contradicciones, dudas) y corporales (cambios en su conducta) se harán evidentes. El mentiroso dejará de poder centrarse en ellas para mantenerlas ocultas y entonces saltarán a la vista.
Vale, todo esto suena bien. ¿Pero cómo puedes hacer que alguien tenga que pensar más?
No te preocupes que para eso estoy aquí;-)
1. Sorpréndele
Aproximadamente el 4% de las personas son auténticos maestros del engaño. Tejen historias complejas y tramas dignas de el Oscar de Hollywood al mejor guión, y parecen tener respuesta para todo. ¿Cómo puedes pillarles?
La respuesta es observándoles atentamente y cuando menos se lo esperen, sorprendiéndoles con un cambio de tema o una pregunta para la que no estaban preparados. Aquí tienes algunas maneras:
El cambio de tema instantáneo
Si crees que alguien puede estar mintiendo, cambia de forma inesperada el tema de conversación y observa. Por ejemplo:
(Una chica le pregunta a su novio dónde estuvo ayer por la noche)
Él: -…así que al final me levanté de la mesa del bar, nos dimos un abrazo después de 20 años sin vernos desde el instituto y me vine para casa.
Ella: -Ya… ¿Cuántas veces crees que ha ganado la Champions el Barça en los últimos 20 años?
Si él estaba mintiendo probablemente se sienta mucho más relajado con este nuevo tema de conversación. De hecho, ¡seguramente estaba ansioso por cambiar de tema! Pero si fuera inocente seguramente se extrañaría y preguntaría por el motivo de ese cambio tan drástico.
La pregunta inesperada
Inventarse una mentira sobre la marcha es difícil. Recordar algo que realmente ocurrió no. Así que también puedes preguntarle a tu sospechoso algo que no había previsto tener que responder.
Imagínate que el novio de antes dice que estuvo en un bar con un amigo. Si su pareja les preguntase a ambos por separado a qué bar fueron, qué tomaron y hasta qué hora estuvieron, es probable que las historias coincidan , tanto porque sea cierto como porque lo hayan acordado.
Pero si de repente les preguntase a cada uno dónde estaba el baño del bar, ahí es bastante probable que si estuvieran mintiendo sus respuestas no fueran las mismas.
2. Recorre su historia en orden inverso
Esta estrategia suele usarla la policía obligando a los sospechosos a recorrer su historia en orden cronológico inverso.
Contar la historia al revés es fácil si se trata de una experiencia real que has vivido, pero cuando se trata de una mentira el estrés cognitivo aumenta por la dificultad de encajar de nuevo las piezas en sentido contrario. En ese momento pueden hacerse muy evidentes las incongruencias o cambios en el lenguaje corporal.
Estudios como este ya han demostrado que es mucho más fácil detectar mentiras cuando alguien cuenta su historia al revés. Cuando le pidas que lo haga, fíjate en si ocurre algo de lo siguiente:
- Su historia deja de estar bien organizada
- Se autocorrige varias veces (al tener que recorrer el camino inverso es probable que tenga que rectificar varias veces su contenido)
- Omite detalles sensoriales (colores, olores, etc)
- Responde de forma muy escueta
- Su historia se llena de contradicciones
- Se pone mucho más nervioso y agitado
- Habla más lento
Si encuentras varias de estas, ¡tienes permiso para empezar a sospechar!
3. Ponle a prueba con tu interrogatorio
Antes de acusar debes recoger el mayor número de información. Ahí es donde encontrarás las pruebas que te permitirán demostrar que te están mintiendo. Cuantos más detalles tengas, mejor.
Para conseguirlo, haz preguntas lo más abiertas posible al principio (“¿Qué hiciste ayer por la tarde?”) y luego empieza a concretar (“¿Me puedes decir exactamente a qué hora te fuiste?”)
Y cuando estés preguntando, observa si tu interlocutor comete alguno de estos patrones:
Repite tu misma pregunta
Si cuando le haces una pregunta sencilla la repite antes de responderte, probablemente esté intentando ganar algo de tiempo para preparar su respuesta.
Tú: -¿Por cuánto dinero vendiste tu moto?
El sospechoso de estar mintiendo: -¿Que por cuanto dinero vendí mi moto…? Pues unos 1.500 euros.
Te da demasiada información cuando no es necesaria
En caso de que te empiece a dar demasiados detalles cuando no viene a cuento, como el nombre de todas sus exnovias cuando le preguntas por cuántas relaciones ha tenido, las probabilidades de que te esté mintiendo aumentan.
Se pone a la defensiva cuando le preguntas por qué deberías creerle
Cuando le preguntas a alguien honesto por qué deberías creerle la respuesta más habitual suele ser “Por que te estoy contando la verdad”. Y es que no tiene ningún motivo para contestar otra cosa.
Sin embargo a los mentirosos les cuesta decir eso. En su lugar se pueden poner a la defensiva con expresiones como “no hace falta que me creas si no quieres” o “¿por qué debería mentirte?”
Evita responder “sí” o “no” a una pregunta directa
Cuando ya tengas muchos detalles de su historia, puedes terminar de forzar la máquina con este último recurso.
Simplemente hazle una pregunta directa cuya respuesta tenga que ser SÍ o NO. Si no es capaz de responderte con uno de estos monosílabos y empieza a usar otros argumentos, señal de alerta.
Luego vuelve a intentarlo de nuevo. Si de nuevo evita contestar, doble alerta.
Entonces tienes permiso para seguir insistiendo en ese punto hasta que se venga abajo y reconozca su engaño.
4. Cuidado con las historias
Los mentirosos más hábiles elaboran historias complejas por una razón de peso: se ha demostrado científicamente que son la forma más eficaz de distraer tu mente.
Cuando te cuentan una historia, de forma inconsciente te relajas. Dejas de prestar tanta atención a los detalles y disminuye tu capacidad de detectar incongruencias. Cuanto más te sumerjas en ella, más probable es que te la creas a pies juntillas.
Para evitarlo, y aunque te parezca de mala educación, interrumpe. Corta su historia y pídele que vuelva atrás a un punto que no te ha quedado claro. Así lograrás incrementar su estrés cognitivo a la vez que eliminas el poder persuasivo de su historia.
Conviértete en un polígrafo humano [resumen]
Detectar mentiras, por mucho que se empeñen hacerte creer en señales corporales infalibles, es complicado. El único proceso que ha demostrado su eficacia es el siguiente:
- Conoce la conducta habitual de alguien y sospecha si empieza a comportarse de forma distinta cuando sacas un tema.
- Para que esos cambios se hagan más evidentes sométele a un estrés cognitivo. Si te está mintiendo aparecerán incongruencias en su historia y cambios en su lenguaje corporal.
- Finalmente, y en caso de que sigas dudando, confía en tu instinto. Es mucho más fiable que tu mente racional.
Próximamente te hablaré de las microexpresiones, otra herramienta útil para detectar engaños. Pero por ahora te dejo con la TED Talk de Pamela Meyer “Cómo descubrir a un mentiroso”. Aunque generaliza demasiado en cuanto a los signos de la mentira, su reflexión es bastante interesante.
Si este artículo te ha parecido interesante te agradeceré mucho que hagas clic en alguna de las redes sociales de abajo. Así me ayudas a seguir adelante con el blog. ¡Muchas gracias!
Lara dice
¡¡No me creo nada de este artículo!! 😉
En serio, excelente como siempre Pau. Muchas gracias por compartir tus conocimientos con nosotros.
¡Un abrazo!
Pau Navarro dice
Me alegro que te haya gustado Lara, y a partir de ahora haré artículos más concretos que sé que lo agradecéis 😉
¡Un abrazo!
Kliveiry dice
Muy buen Artículo!
Silvi dice
¡Deberías hacer una cuenta en instagram! Muy bueno el articulo, ¡me va a servir mucho! Mil gracias!😉
Esther dice
Muchas gracias, me ha servido de mucho! Espero encontrar más temas que escribas
Laura Ferreiro Araldes dice
Hola quero conocerte
Yadira dice
Me gusto mucho el articulo muy unteresante!!
Nimia dice
Amé este articulo! ya me siento una crack detectando mentiras😉
Heriberto Gonzalez Falcón dice
Se, que la policia, tiene métodos científicos, para notar, cuando alguien miente, es una ciencia humana,por lo tanto puede tener fallos, pero más acierto.Un gran saludo, a quien escribió este artículo, una no lo conozco otra me intenta ayudar, pues adelante, buena persona.
Josex dice
Muy buena recopilación. Es cierto que detectar cuando alguien te está mintiendo, si le conoces muy muy bien, es relativamente sencillo. En cambio con gente con la que no tienes tantisima relación es más complicado (por lo menos a mi me cuesta bastante) y no sirve para nada fijarse en su lenguaje corporal, porque no tienes claro como se comportan cuando no mienten.
Me ha gustado lo de sobrecargar los circuitos complicándoles el razonamiento, lo pondré en práctica!
Saludos
Pau Navarro dice
Gracias Jose, efectivamente la clave aquí es detectar cambios respecto la conducta habitual de alguien. A pesar de la cantidad de mitos como la dilatación de las pupilas, el ritmo cardícaco, la mirada, la sudoración, etc, ninguno de ellos ha demostrado su fiabilidad al 100%.
Respecto la gente que no conoces cambia de tema si hace falta para tratar algo donde no tengan que mentir (lugar de origen, película favorita, etc) y entonces de forma rápida intenta ver cómo reaccionan y qué lenguaje corporal tienen. Luego vuelve al tema complicado y observa si hay diferencias notables. Te recomiendo que uses también las preguntas sorpresa para encontrar otras incongruencias.
¡Saludos!
María dice
¡Hola, Pau!
Primer comentario que dejo por aquí, aunque ya hace tiempo que sigo el blog. Me ha gustado mucho el artículo, la verdad es que siempre, por algún detalle contradictorio o información imprecisa, se puede saber si alguien te está mintiendo, aunque creo que lo más efectivo es el instinto. Como dice el dicho, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo 😀
Un saludo.
Pau Navarro dice
Hola María, ¡encantado de tenerte por aquí!
Efectivamente al final lo mejor es confiar en el instinto. Somos tan racionales que a veces lo dejamos arrinconado, pero su utilidad tanto para tomar decisiones como para identificar cuándo nos mienten se ha demostrado en un montón de estudios.
Menos razón y más emoción 😉
¡Un abrazo!
Monica Ortiz dice
Como siempre, un lindo e interesante articulo
Pau Navarro dice
Gracias Monica, contento de que te haya gustado 🙂
Esther dice
Gracias Pau, yo siempre tengo dudas de si cuando alguien que acabo de conocer me está diciendo algo, en realidad me lo dice para quedar bien o para deshacerse de mí. Si ya tengo dudas de si de entrada me dice la verdad, como puedo saber cuando me miente?
Pau Navarro dice
Hola Esther, te recomiendo que entonces saques un tema donde sea prácticamente imposible que te mienta y que le guste, como de dónde es o su película favorita. Estira el tema lo suficiente para ver cómo se comporta y qué gestualidad y expresiones usa, y luego vuelve al tema inicial.
Si te lo dice para quedar bien o deshacerse de ti podrás observar un cambio bastante evidente en su conducta. Profundiza también con preguntas (¿Por qué…?) para que surjan las incongruencias en su historia.
En última instancia confía en tu instinto, aunque te adelanto que la mayoría de gente que conocemos no suelen empezar mintiéndonos por el posterior riesgo que eso supone.
¡Abrazo!
Juan dice
Me gusta, y ha aportado algo a mis conocimientos sobre la sociedad y el hombre muchas gracias
Pau Navarro dice
Me alegro Juan, gracias por seguir el blog 🙂
Diego dice
Como es costumbre en ti, un artículo muy interesante, lo voy a observar, gracias por tu generosidad…
Pau Navarro dice
De nada Diego, ¡me encanta compartir conocimientos!
Trini dice
Hola Paul.
Muy interesante tu artículo y la conferencia de la Sra. Meyer. Creo que los seres humanos somos mentirosos por naturaleza, unos más y otros menos, por distintas motivaciones; unas veces para evitar el dolor de otros y el de uno mismo, para esconder complejos o debilidades y otras por la necesidad de conseguir algo (un puesto de trabajo, una vida mejor…) La mentira forma parte de nuestras vidas. La parte negativa de la mentira es cuando se premedita transformándose en engaño, menosprecio al semejante, manipulación y placer por el dolor ajeno.
Según este artículo encajo en el perfil de una gran mentirosa porque me considero muy creativa, extrovertida y hablo mucho por teléfono… al menos me queda el consuelo de no ser hombre, porque si no llevaría todas las papeletas para que nadie me dirija la palabra.
No creo ser una mentirosa, pero sí, reconozco que a veces he mentido, miento y seguiré mintiendo cuando me parezca que sea necesario para evitar un mal mayor. No me gusta ver sufrir a las personas, puede que esté equivocada, pero considero que una mentira piadosa o una verdad adornada es mejor que una verdad tajante y/o sin alternativas.
He trabajado muchos años como encargada de un departamento de reclamaciones aéreas y conozco bastantes clases de mentiras y mentirosos, pero en lugar de ponerles en evidencia (salvo alguna excepción) prefería hacerles entender, con amabilidad, comprensión y sólidos argumentos, que su reclamación no podía prosperar. ¡A veces eran mentiras muy ingeniosas! (dicho sea de paso). Con esto quiero decir que sabía que mentían pero no por los gestos corporales o por su forma de actuar si no por mi experiencia profesional y mis conocimientos del área.
Estoy de acuerdo en aprender a detectar y desenmascarar a los mentirosos que engañan en beneficio propio sin importarles las consecuencias que provocan sus actos. Sin embargo no estoy de acuerdo en que los más mentirosos sean las personas más creativas, los que más hablen por teléfono, ni los más extrovertidos, ni que mientan más los hombres que las mujeres; considero que las personas que más mienten son aquellos que no saben aceptarse ni reconocer sus limitaciones y los que están más inseguros de sí mismos, tales como personas celosas, personas con un ego excesivo, personas obsesionadas con el poder, personas sin valores morales… entre otras, y personas enfermas (mitómanos).
Paul, te pido disculpas por la extensión. El tema da para mucho y sería un debate muy interesante. Gracias por compartir tus conocimientos. Algunas de las técnicas de detección de mentiras me han parecido dignas de llevarlas a la práctica.
Un saludo
Pau Navarro dice
Hola Trini, muchas gracias por compartir tu reflexión, me parece muy interesante.
Desde luego tu paso por un departamento de reclamaciones te ha proporcionado una gran capacidad para descubrir cuando alguien miente. ¡Tu trabajo dependía de eso! Y como explicas no necesitabas ninguna referencia sobre su lenguaje corporal, sino que tu intuición (que dicho de paso proviene de tu experiencia) te permitía ver conjuntos de pistas que probablemente pasaban desapercibidas de forma habitual.
Cuando digo que los más mentirosos son los más creativos, etc, me refiero a generalizaciones provinentes de estudios. Pero estoy de acuerdo contigo en que las personas más inseguras mienten más (voy a buscar si existe evidencia científica porque estoy seguro de que sí), ¡es tan obvio que se me había pasado por alto!
Todo el mundo miente de una forma u otra. A veces para ocultar sus debilidades o para no hacer daño a los demás, y no tiene demasiado sentido ir preocupándose por si nos engañan con estas nimiedades. Pero cuando la mentira es tan grande que puede comprometer el futuro de una relación sentimental o profesional, es importante no andar con una venda en los ojos.
Con el tiempo me he dado cuenta que mi forma entender el engaño es poniéndome en los pies del mentiroso y compadeciéndome un poco de él. Creo que a veces una pequeña mentira puede ir convirtiéndose en una bola de nieve que es prácticamente imposible de frenar si no le echamos muchas agallas. Hace falta ser muy valiente y desafortunadamente vivimos en un mundo lleno de miedos y cobardía.
¡Ya no me enrollo más que me pasaría horas hablando de esto! Muchas gracias por participar en el blog y un abrazo enorme 🙂
Ricardo dice
Tanto tu comentario como el de Trini, son tan buenos como todo el articulo.
Gracias por compartir vuestro saber y experiencia.
Irtha dice
Por momentos me ha parecido muy divertido y muy profundo en otros.
Me he reconocido en algunos aspectos, he reconocido a diferentes personas en otros…
Personalmente, al principio, me hizo pensar en las mentiras que cuento yo. Es cierto que con el tiempo he ido tomando la decisión de ser más honesta conmigo misma y con los que me rodean, ser más asertiva, afirmarme más, confiar en que los demás gestionen sus emociones ante lo que yo digo…
Pero reconozco que sigo cayendo inconscientemente en la mentira por sus beneficios, y me hace reflexionar acerca de la utilidad real que tiene, especialmente al escuchar la charla de TEDx que has compartido.
Por otro lado, las herramientas que compartes para detectar mentiras me resultan muy interesantes. La próxima vez que necesite desenmascarar realmente una mentira, intentaré acordarme de ellas.
Por último, me resultó muy interesante lo que comenta Pamela Meyer acerca de cómo la mentira es un acto cooperativo. Es interesante asumir nuestra parte de responsabilidad en creernos las mentiras que nos creemos, sobre todo las «piadosas», en lugar de decir, «oye, te he pillado, y quiero que sepas que no es necesario para ninguno de los dos que lo hagas».
Una vez más, un artículo lleno de contenido útil.
Muchas gracias por ello.
Pau Navarro dice
¡Hola Irtha!
Sí, es muy interesante la reflexión acerca de que la mentira es un acto cooperativo. ¡No ha más ciego que el que no quiere ver!
Yo creo que todo el tema de desenmascarar mentiras requiere en el fondo quitarse esa venda de los ojos. He conocido personas que estaban siendo engañadas por su pareja prácticamente cada semana y seguían creyendo que su relación era perfecta.
Imagino que la experiencia nos va curtiendo a todos, pero lo primero es asumir que hay muchas cosas de la gente, incluso de nuestros seres más allegados, que no sabemos. Eso no significa que debamos estar dudando constantemente, pero sí esforzarnos para que no surja la necesidad de crear mentiras para sobrevivir a una relación.
Daría para un debate entero, pero mejor nos lo guardamos para alguna vez que coincidamos 🙂
¡Un abrazo!
Andrés dice
Hola Pau
Que interesante ver desmontados algunas ideas que creía útiles para detectar mentiras (solía pensar que era cierto eso de la dirección de los ojos).
Con el tiempo he aprendido a fiarme más de mi instinto que del lenguaje corporal de los demás, claro que a veces falla, para esos casos las sugerencias que presentas aquí serán de mucha utilidad.
Increíble artículo.
Un abrazo!
Pau Navarro dice
Gracias Andrés 🙂 Me alegra que te haya parecido interesante. ¡Yo también me creí lo de la dirección de los ojos durante mucho tiempo! Por eso ahora me gusta contrastar todo lo que leo, porque con la democratización (necesaria) del conocimiento gracias a internet cada vez cuesta más encontrar fuentes fiables.
Como tú dices, al final lo mejor va a ser fiarse del instinto 😉
¡Un abrazo!
OSS dice
Hola,
Interesante, muy interesante..
¿En algún momento de una determinada manera y según la circunstancia nos gusta o gustaría que alguien al menos que creamos un tanto «especial», nos mintiera?.
A mi humilde opinión; como bien han comentado, todo se basa en unos patrones que, una vez puestos en práctica .. y estudiados por 🤐 puede ..o
podría….
Cierto es o me parece, que existe un nexo que puede hacer aún más creíble el engaño, el autoengaño y para no hacerlo muy extensivo 😁acabaré con aquello de; allá cada cual y no trates de matar moscas a cañonazos.
Gracias por permitirme e insisto; muy interesante, muy interesante.
¿Habría que ver bajo que condición, si es de manera habitual… etc?.🤨🤔😏😗😙
Un saludo y gracias por arrojar algo de luz.
Danny dice
Excelente artículo Pau, como todos los que acostumbras a compartir con nosotros. Esperamos más como este. No dejo de impresionarme con el poder de la comunicación asertiva. Ahora digo lo que siento sin ser sumiso o agresivo. Me ha servido de mucho para desahogar mis disgustos en el trabajo, hacer ver mi punto de vista y de esta forma ayudarme a preservar mi dignidad y elevar la autoestima. Abrazos, eres un crack !!!!
Pau Navarro dice
¡Danny! Me encanta que te haya servido tanto, me has hecho sentir muy útil 🙂
Ahora tengo varios proyectos entre manos y no dispongo de demasiado tiempo para escribir, pero en breve va a haber buenas noticias.
¡Un abrazo grande!
Álvaro López dice
Excepcional post Pau,
Ahora ya no sólo tenemos herramientas para pillar a un mentiroso, sino que podremos mentir con más efectividad 😀
Estoy deseando leer el de las microexpresiones, en el que supongo que la obra de Paul Ekman va a estar bastante presente.
Ahora me voy a ver un capítulo de «Miénteme» en Netflix 😀
Un abrazo amigo!
Diana Caipo Sánchez dice
Holaa Pau **
Un artículo excelente!! 😀 Me encantó este tema, sobre todo porque me servirá de mucho en la carrera que estoy estudiando (PSICOLOGÍA <3 <3), ya que me permitirá ponerlo en práctica mas adelante ^-^
También la forma como tratas de llegar hacia nosotros con ejemplos claros y precisos.
Ahora seguiré leyendo mas de tus artículos :3
Muchos éxitos, y sigue para adelante con las cosas que haces y ten presente a Dios en todo momento, que todo depende de él! 😉
Muchos besos. Bye :*
Claudio dice
Artículo muy completo, como de costumbre.
Probaré algunas técnicas con un conocido que es un mentiroso compulsivo para intentar dejarle en evidencia.
Aunque sigo creyendo que la intuición y el instinto es lo más efectivo.
julio cesar levano c. dice
hola espero sigas escribiendo y orientando felicitaciones
Saskia dice
Gracias por ayudarme a mentir mejor :v
ERIKA PIÑA dice
O SEA QUE LAS EXPRESIONES FACIALES NO SUELEN SER UNA OPCIÓN PARA ATRAPAR A ALGUIEN EN LA MENTIRA ? 🙁
Yu huo dice
Esta muy entretenido :)), pero encontré algo que casi me voy de espaldas! esto mata al mito de los mentirosos y aparatos de detección de mentiras: https://youtu.be/nANeYRduC2o
Adán casillas dice
Me gustó este blog espero puedas sacar más como este es muy interesante o mandarmelo en mi correo gracias
Adrian dice
Oye una pregunta estoy en un problema con mi relación no sé si m este mintiendo o no, la conozco suficiente y cambia mucho mueve los ojos y luego los cierra es como si le valiera, al punto en el que voy es cuando le hago una pregunta cómo en este caso ¿ me has mentido? Ella me contesta insignificante mente así de me quieres creer como tú veas tú solo sabes en estos casos que procede
Yusthin dice
Gracias! Exactamente hay que empezar por nuestro instinto. Antes de preguntar, hay que preguntarnos a nosotros mismos qué creemos con base a lo que ya conocemos 🙁
mentiro dice
los demas comentarios son mentira
Analia dice
Me encanto este tema. Gracias por compartirlo.
Hector dice
Bibliografía please.
Pau Navarro dice
¿Todavía necesitas más bibliografía Hector? 🙂 La mayoría de afirmaciones se basan en estudios científicos, los tienes enlazados en el texto (son el texto de color rojo).
¡Saludos!
Luna dice
Hola soy
Mentirosa pero nadie a logrado detectarme soy buena en eso..jjjj
Jonathan dice
Hola Pau…me ha parecido muy interesante tu post, en realidad llegué aquí por curiosidad, estoy viendo una serie de TV donde tratan el tema de la mentira y el comportamiento de la gente.
Siempre he escuchado que la gente cuando miente se toca la nariz y ese tipo de cosas pero nunca creí que fuera así, así que gracias por los aportes de tus conocimientos, esto sí tiene fundamento realmente, gracias..
Saludos desde Argentina
Walter Cianferra dice
Hola Pau Navarro
En forma personal, tengo más de 20 años estudiando el tema de la comunicación humana y, la mentira, es parte de ese proceso. De hecho he escrito al respecto (en forma privada)
En términos generales, coincido con lo que aquí expresas. Sin embargo, con mucho respeto, hay aspectos que pareces pasar por alto. Para no extenderme, voy a concentrarme en el que considero más importante: la construcción de la mentira
Una mentira bien construida es aquélla que no mueve emociones en el receptor y, por lo tanto, no genera preguntas. Si el receptor pregunta, el emisor es un mal mentiroso
Una «buena mentira» debe (1) Tener «pasado». Es decir: si voy a mentir anticipo una historia para que el receptor la integre en su mente. Ej: Estuve hablando con Juan, bla, bla, bla. Un día de estos vamos a comer algo por ahí. Luego (2) cuando voy a verme con mi ex-novia, envío un mensaje falso, pero
casi idéntico a la verdad, solamente sustituyendo el elemento que puede mover emociones, por otro que no las mueva. Es decir, Lo único que debo hacer es sustituir a la ex-novia por Juan, obviamente Juan debe estar al tanto y, además «construido» en mi mente: ropa, zapatos, etc
La «credibilidad» de una mentira es proporcional a la probabilidad de que, la información emitida, sea cierta. Por lo tanto una buena mentira tiene mínima o ninguna carga emocional. El mal mentiroso hace lo contrario, transfiere la angustia que la causa la mentira, al mensaje y, por lo tanto, mueve emociones. El movimiento de emociones genera preguntas y ese es el principio del fin
El tema es muy largo pero coloco un ejemplo final (un poco exagerado por razones «didácticas»)
Mentira (A)
-¿Qué pasó qué no viniste?
-Si supieras… estalló un fusible en la casa y casi ocurre un incendio bla bla bla
Mentira (B)
-¿Qué pasó qué no viniste?
-Qué pena contigo. Se me olvidó
De ser verdad, (B) es más probable que (A), por lo tanto, siendo mentira, (B) es más creíble que (A)
La mentira (A) genera preguntas: ¿En serio? ¿No te pasó nada? etc. y por lo tanto la probabilidad de error
La mentira (B), si bien mueve emociones (el enojo) esas emociones se desvían del mensaje y se dirigen a la persona: ¿Cómo es posible que se te haya olvidado?
Disculpa la extensión. Si quieres contáctame por mi correo y conversamos
Raúl dice
Hola, si damos nuestra opinión ( o lo leído » de otros» ), en el caso de exponer cuales decís que son buenas, para detectar al mentiroso y cuales no ,eso es mentir?
Ya que al menos yo , no descarto varias de las » pistas» dadas por el cuerpo , tal como has desechado por estudios en porcentajes, los cuales podría desechar yo , al ser un simple estudio , y eso no lleva a nada.
Un estudio a 100 personas , no es un estudio.
Si es a 1000 o 10000 en grupos de a 100 o menos , ya podríamos empezar a hablar de porcentajes.
Hablando de incongruencia, podría decir que hacer a personas unas pruebas de ver cuan capaces de mentir son. El mismo estudio en si ya es inútil.
Simplemente es lógica.
No se si me podré explicar, si se juntan a 100 personas para hacer un estudio sobre la mentira y sus reacciones .
Quien fórmula las preguntas?
Qué preguntas son ?
Quien dice, a cuales tienen que responder mentira, o en su defecto lo que ellos quieran responder ( que luego se analizará ).
Osea, que si preguntas a alguien su nombre, pero le dices que mienta , que parte del todo , de lo que sabemos sobre detectar mentiras , se activará, si lo toman como un juego , un permiso o un estudio.
Que o quien determina en cuantas mintió, para hacer el baremo?
Si lo que quiere es mentir, en esos estudios no se yo cuanto material «» de verdad «» hay.
Se sabe, que no siempre que se mire arriba, al lado o abajo derecha, esta inventando ,creando o mintiendo, tienes que tener el entorno y la presión necesaria para hacer un interrogatorio y que ese gesto te de un % de posibilidades de que esté mintiendo , el cual sumar a un resto de pistas más, dadas por el cuerpo , ya que en la comunicación verbal, las palabras son solo un 3 % o 7 % como máximo.
Yo antes de ser una persona que hablase ( me refiero » abierto » con los conocidos y demás ) era medio autista , muy cayado , observador y no se me iba una.
Un silencio, un espacio entre palabras, un cambio de tono, volumen, gestos, movimientos. …
Si vas a hacer una pregunta a alguien , intuyendo que la respuesta va a ser mentira , yo lo veo tan simple como, mirarla durante un espacio de tiempo, y quedarme con gestos , sudor, inquietud, mirada, micropicores o cualquier cosa que en el tiempo en el que se le observa no hace , si yo le pregunto y antes de responder ya voy con el hacha , pensando que en la media hora que estuve estudiando sus » TODO» y no hizo «NADA» , si al formular la pregunta en cuestión, hace 2 de las 4 o 5 cosas, que pensé que haria, en el momento antes de preguntar. No hace falta ni que responda.
Como SE que no soy adivino, ni creador, <=== ( aclaro creador) porque si pensando ,en que va a hacer algo, que no hizo en media hora y la hace cuando le pregunto, o de creer que lo haría LO CREÉ YO E HICE QUE LO HICIERA, o soy adivino. Y como no soy ninguna de las 2 , SE que di en el clavo.
Aparte cuando voy a hacer una pregunta , voy a que me verifiquen la verdad que yo se. Y casi podría decir, que ni escucho su respuesta ( verbal ).
La persona puede mentir, un cuerpo a mi , no .
Y no me refiero a minucias , de si pillé 5 kilos de hongos en el monte, en vez de los 2 kilos raspados que pudo pillar.
O si puso el coche a 180 k/h cuando puede no haber pasado de 140 k/h en toda su vida.
O Buenos días , cuando caen chuzos de punta.
No descarto nada de lo que descartas tú, al igual que podría descartar algo de lo que tu afirmas que funciona y no lo descarto , porque teniendo vista y ser buen observador, tanto las que descartas como las que tu dices y muchas más , valen en un análisis del cual uno mismo tiene que hacer el porcentaje, de cuantas cosas que no hacia la persona en estado normal, empezó a hacer en el momento en que lo pones entre la espada y la pared, y el saber que si preguntas algo en concreto , es porque algo sabes o dudas , y eso es como el KIUSHO YITSU, hay que saber aprovechar el primer segundo , cuando pillas a uno desarmado.
yessiel dice
lo que me pregunten lo respondo y con la verdad
daniela dice
me gusto mucho el tema, estuvo interesante ¿tu has seguido estos procedimientos?
Fabiola dice
me gusto mucho este tema! aprendí algo nuevo y esta súper interesante al menos conozco estas pautas para poder calificar bien a las personas. muchas gracias! e estado muy pendiente de todos los temas y son muy buenos enserio! admiro y a la ves agradezco la ayuda, ya que todo se basa en el conocimiento, y generalidades que muchas veces necesitamos como personas!
HERNAN FREDY POMA ALANYA dice
y yo que pensaba que tan solo con la mirada sabia si alguien me mentia, buen articulo
Vero dice
Leí todo tu artículo muy interesante, te cuento algo breve descubrí a mi esposo en una situación de coqueteo con su compañera de trabajo, tienen tanta confianza hablan por chat separados del grupo de trabajo y aparte en el chat de grupo son tan amigos…. que fui a una cena de trabajo y que casualidad que solo iban un compañero, la chica en cuestión y él. Lo que me llamo la atención es que son Tan compañeros por chats y se ríen tanto que en la cena ni se miraron ni hablaron jaja ahí dije no me equivoco acá está mintiendo, le pregunté porque no se hablaban y se enojo así que mi intuición nunca falla menos mal que invite sola a la cena sino me perdía este comportamiento e iba creer en sus palabras 😁👌🏻
Jorge Obregón dice
En verdad muy bueno . Créame e tenido la oportunidad de liderar equipos de trabajo . Y esta herramienta se que me va hacer muy eficaz . Claro esta también me va ayudar a ser un buen mentiroso jajaja . Saludos .
Anónimo dice
Muy buen artículo
Davis Manuel dice
Hola, interesante artículo, soy un apasionado de temas sobre psicología de la personalidad y el comportamiento humano, me gustó mucho y me gustaría saber cómo puedo acceder a estos temas tan interesantes que ud. publica. Saludos y mucha buena vibra.
Shirly Nowak dice
¡Hola Davis! Muchas gracias. Puedes suscribirte a nuestra newsletter así estarás siempre al tanto de todas las novedades 🙂 ¡Saludos!
Ever dice
Excelente Articulo, felicitaciones es un aporte muy importante
Jorge dice
Le felicito y agradezco por el aporte hecho, soy un fiel creyente de la intuición y me rindo impostergable ante vuestra sapiencia.
Gracias maestro
Rossi dice
Hola Pau
La Verdad Que Me Ha Encantado Tu Articulo.