Estás en medio de una semana caótica, con mil cosas en tu lista de pendientes.
Sabes que todo sería más fácil si le pidieras a un compañero de trabajo que te echara una mano.
Pero no lo haces.
Muchas personas evitan pedir ayuda por miedo a ser vistas como incompetentes, aprovechadas o débiles.
Esta creencia no solo nos carga de estrés, sino que también nos aleja de quienes estarían encantados de apoyarnos.
Hoy quiero enseñarte cuatro pasos para que pedir ayuda te resulte más fácil y menos incómodo.
Porque recibir apoyo no solo te hará más eficiente, sino que también fortalecerá tus relaciones.
#1 Identifica qué te frena
Seguramente llevas años arrastrando creencias que te frenan. Identificarlas es el primer paso para superarlas.
Para ello, escribe qué frases te vienen a la cabeza cuando piensas en pedir ayuda:
❌ “Si pido ayuda, pareceré incompetente”
Luego, reformula cada una en positivo:
✅ “Contar con ayuda me hace más eficiente”
Finalmente, pregúntate qué pensarías de un amigo que te pidiera ayuda.
¿Creerías que es un incompetente o que confía en ti?
A esto se le llama inversión cognitiva, y te servirá para darte cuenta de que la realidad es muy distinta a tus creencias.
#2 Rellena los huecos de información
Pedir ayuda sin proporcionar un qué, por qué y para qué hará que la otra persona llene esos huecos con sus suposiciones.
Y eso no te conviene, porque quizás sus suposiciones no sean correctas.
Ejemplo:
❌ “¿Me puedes revisar el proyecto?”
✅ “Tengo que entregar este proyecto el lunes. ¿Podrías revisarlo? Así me aseguro de que esté correcto antes de enviarlo.”
👉 Por qué funciona: Al no dejar margen a su imaginación, eliminas dudas y aumentas la probabilidad de que te digan que sí.
#3 No te disculpes
Cuando finalmente nos atrevemos a pedir ayuda, solemos hacerlo con disculpas:
❌ “Perdona que te moleste…”
❌ “Sé que estás ocupado, pero…”
Estas frases transmiten incomodidad y generan dudas sobre la dificultad de la tarea a la otra persona.
Sustituye las disculpas al pedir ayuda por agradecimiento al recibirla:
✅ Reconoce el esfuerzo de la otra persona: “Me ahorraste mucho tiempo, te lo agradezco”
✅ Refuerza la reciprocidad: “Cuenta conmigo cuando necesites algo”
👉 Por qué funciona: agradecer la ayuda genera reciprocidad, uno de los grandes “pegamentos” de las relaciones.
#4 Empieza con pequeños favores
Si pedir ayuda te resulta incómodo, la mejor manera de superarlo es exponerte en situaciones de bajo riesgo.
1️⃣ Empieza con algo mínimo → Pide que te recuerden una cita
2️⃣ Aumenta la dificultad → Pide que te ayuden a elegir un regalo
3️⃣ Haz peticiones más concretas → Pide la revisión en un documento
4️⃣ Pide apoyo en tareas más grandes → Pide consejo sobre una situación personal
👉 Por qué funciona: Exponerte gradualmente reduce la ansiedad y hará que pedir ayuda se convierta en algo natural.
🎯 Reto de la semana
Esta semana, elige una tarea en la que necesites apoyo y pide ayuda de manera clara y sin disculpas.
Si te cuesta, usa el compromiso progresivo: empieza con algo pequeño y ve aumentando la dificultad conforme te sientas más cómodo.
Verás que no solo aligeras tu carga, sino que también fortaleces tus vínculos con los demás.
Un abrazo,
Pau
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