¿Te paralizas frente la posibilidad de que alguien te diga “no”?
Quizás evites proponer ideas en el trabajo, expresar lo que realmente sientes o empezar una conversación con un desconocido.
El resultado es que te quedas atrapado en tu zona de confort mientras te preguntas: «¿Y si lo hubiera intentado?”.
Hoy te traigo 3 pasos para vencer el miedo al rechazo y convertirlo en una herramienta de crecimiento personal 💪
Paso 1: Entiende el origen de tu miedo
En nuestros orígenes como especie, ser excluido por la tribu significaba quedarse solo ante los peligros y, probablemente, no sobrevivir.
Por eso, nuestro cerebro responde al rechazo del mismo modo que al dolor físico.
Como si fuera una herida 🩹
Lo peor es que no somos capaces de separar cuándo nos rechazan a nosotros, y cuándo a las circunstancias.
Imagínate que un chico respetuoso e interesante se atreve a acercarse a conocer una chica en una discoteca —pero ella le da inmediatamente la espalda.
Si resulta que está harta de soportar hombres bebidos esa noche, ¿debería él sentirse mal por haber sido rechazado?
Paso 2: Practica el rechazo en pequeñas dosis
Como cualquier miedo, enfrentarte a él gradualmente te ayudará a desensibilizarte.
Albert Ellis, el creador de la terapia cognitivo-conductual, se obligó a hablar con más de cien desconocidas en un mes para superar su extrema timidez.
El pobre no consiguió ninguna cita, pero se desensibilizó totalmente frente al rechazo de las mujeres.
Empieza buscando situaciones cotidianas donde puedas exponerte al rechazo en un entorno de bajo riesgo.
👉 Pide un descuento en una tienda aunque creas que no te lo darán.
👉 Solicita ayuda a alguien que todavía no conoces bien, como un vecino.
El objetivo es que te acostumbres a escuchar»no» para que deje de afectarte emocionalmente.
Paso 3: Acepta tus emociones
Ahora que sabes que estás diseñado para sentir dolor ante el rechazo, necesitas gestionar tus emociones para perderles el miedo.
El proceso es el siguiente:
1️⃣ Reconoce la emoción: Escribe lo que sientes o habla con alguien de confianza. Se ha demostrado que reconocer tus emociones y hablar sobre ellas hace que pierdan su poder.
2️⃣ Distráete con algo positivo: Después de un rechazo doloroso, realiza una actividad que te haga sentir bien, como hacer ejercicio, leer o pasar tiempo con amigos.
3️⃣ Celebra el intento: En lugar de centrarte en el resultado, reconoce tu valentía por haberlo intentado.
No hay secretos. Cuanto más te expongas al rechazo, menos efecto tendrá sobre ti y más abierto estarás a nuevas oportunidades.
Recuerda: si nunca recibes un «no», es que probablemente estás jugando demasiado seguro.
Un abrazo,
Pau
Deja una respuesta