¿Te has preguntado alguna vez cómo vivirías si no te preocupara caerle bien a la gente o te diera igual la opinion de los demás sobre ti?
Si te pones muy nervioso en aquellas situaciones en que te pueden rechazar no estás tan solo como crees. Hace tiempo se realizó una encuesta a miles de personas para entender cuáles son los miedos más presentes en nuestras vidas.
¿Sabes cuál era el miedo que apareció en cuarto lugar? El miedo a la muerte. ¿Y cuál fue el miedo número 1, el más común de todos?
Hablar en público. Hay gente que preferiría morir antes que hablar en público.
Este temor irracional a exponernos nace de nuestro miedo al rechazo, a no ser aceptados socialmente. Procuramos evitar las experiencias dolorosas, así que nos escondemos en lugar de correr riesgos. Incluso reprimimos nuestros verdaderos sentimientos y abandonamos a los demás antes de permitir que tengan la oportunidad de rechazarnos.
Lo que ocurre es que normalmente no te das cuenta de la cantidad de gente a tu alrededor que te acepta tal como eres: tan sólo ves los que no lo hacen.
En este artículo te explicaré como vencer el miedo al rechazo. Pero también quiero que comprendas que, contrariamente a lo que la mayoría piensa, el miedo puede llegar a ser tu mejor aliado. Perderlo sería probablemente lo peor que te podría pasar.
Todos tenemos miedo al rechazo
El miedo al rechazo es el temor que alguien experimenta cuando se siente evaluado o juzgado por los demás. Puede surgir al declarar nuestro amor a la persona amada, al intentar vender un producto a alguien o simplemente al pedir un favor al desconocido. Este miedo provoca dos tipos de respuesta:
- Que esa persona sacrifique sus necesidades y deseos con tal de ser aceptada
- O que evite exponerse a situaciones en las que sienta que le pueden evaluar
Todos tenemos miedo al rechazo y a todos nos ha afectado de algún modo a lo largo de nuestras vidas. Sin embargo, si ese miedo es tan intenso que supone un lastre en tu vida, es el momento de que empieces a mirarle a los ojos y enfrentarte con él. Ya es hora de que dejes de no hacer cosas por el miedo al qué dirán o qué pensarán de ti.
¿De dónde nace el miedo al rechazo?
Como suele ser habitual en la mayoría de comportamientos, su origen se puede explicar de dos formas: la innata (evolutiva) y la adquirida. Probablemente tiene mucha más importancia la segunda y en cualquier caso es la única sobre la que tienes margen de maniobra.
Lo has heredado…
La explicación evolutiva es que los seres humanos hemos desarrollado una necesidad interior de ser aceptados y de encajar en el grupo porque en el pasado ser rechazados del seno de una familia o tribu podía suponer la muerte. Ir solo por la jungla a buscar alimento puede ser bastante peligroso, ¿no crees?
… y lo has aprendido
La explicación psicológica es mucho más compleja y se basa en todas aquellas experiencias que han dejado huella en tu carácter y personalidad a lo largo de tu vida, como por ejemplo que la primera persona a la que pediste salir te rechazara de forma cruel.
Es por este motivo que la reacción de pánico al rechazo se puede entender como un condicionamiento negativo: con tal de evitar un estímulo negativo como una mala cara, una negativa o un desprecio, evitas repetir situaciones en las que has sido rechazado en el pasado.
El temor al rechazo también se fundamenta en tu autoconcepto (cómo te ves a ti mismo) y tu autoestima (cómo te sientes contigo mismo):
- A todos nos gusta sentirnos gente guay. Si nos rechazan la realidad choca con nuestro autoconcepto. ¿Cómo voy a ser guay si no le gusto a la gente? Eso genera disonancia, conflicto mental y afecta tu autoestima. Mina tu orgullo. No eres tan guay como crees. Para evitar ese conflicto no te expones socialmente.
A no ser que tengas la autoestima a prueba de bombas es probable que le des bastante importancia a la opinión de los demás sobre ti. Pero si la consideración que tienes de ti mismo depende esencialmente de la aceptación del resto de la gente, tienes trabajo por hacer. Porque nunca podrás agradar a todo el mundo.
En mi caso esto fue especialmente cierto durante una etapa de mi vida:
Siempre he tenido un buen concepto de mí mismo. He logrado sacar buenas notas cuando tenía que hacerlo, he destacado en los deportes que me he propuesto, y he conseguido aquellos trabajos por los que he peleado.
Sin embargo en un momento de mi vida este elevado autoconcepto me provocó una gran aversión al rechazo. Evitaba acercarme a conocer chicas cuando salía con la noche y me ponía mil excusas para no hacerlo. Huía de las situaciones en las que alguien pudiera hacerme ver que quizás no era tan genial como yo me creía. Quería mantener mi autoestima intacta, pero el hecho de no ser capaz de asumir riesgos era precisamente lo que estaba afectando mi autoestima.
Supongo que todavía me quedaban restos de ese miedo porque también dudé bastante antes de empezar este blog y lo pospuse varias veces. ¿Y si a la gente no le gusta lo que escribo? ¿Y si no estoy a la altura de las expectativas?
Finalmente entendí que la única persona a la que debo gustar es a mí mismo.
El rechazo también tiene consecuencias físicas
El rechazo duele. De hecho, un estudio de la Universidad de Michigan ha descubierto que tu cuerpo libera las mismas sustancias cuando sufres un rechazo social que cuando te das un golpe.
El sistema analgésico del cuerpo se activa durante un rechazo como si reaccionara frente a una agresión física. Los autores del estudio se atreven a señalar que las personas más sensibles a los rechazos podrían tener algún problema en la producción de dichas sustancias analgésicas por lo que les costaría más recuperarse de una experiencia social negativa.
Las conclusiones de este estudio demuestran dos cosas:
- Es normal que el rechazo te afecte. Lo antinatural sería lo contrarío porque nuestro cuerpo está preparado para responder a él. Si alguien te dice que no le afecta, te está mintiendo.
- Hay personas que genéticamente podrían ser más sensibles al rechazo. Por mucho apoyo emocional que reciban quizás nunca puedan ser capaces de eliminarlo del todo, así que no te preocupes si ése es tu caso. Empieza a aceptarlo.
Pero el miedo es útil, aprovéchalo
Tener miedo al rechazo no es malo per se. Los miedos tienen una función. Son un instinto humano diseñado para mantenerte despierto y a salvo. Sin embargo, demasiado miedo puede paralizarte e impedir que consigas precisamente aquello para lo que tu miedo te estaba preparando, como me ocurría a mí.
¿Por qué a veces tenemos demasiado miedo?
Ocurre porque confundimos los temores reales con los imaginarios e interpretamos creaciones mentales como amenazas físicas. Entonces respondemos como si fueran riesgos vitales poniendo en marcha mecanismos de supervivencia.
¿Qué riesgo real existía en que yo me acercara a charlar con una chica desconocida en una fiesta? Conducir es un millón de veces más peligroso (hay alrededor de de un 0,1% de probabilidades de morir) y no me ponía nervioso. Mi mente estaba confundiendo los miedos ficticios con los reales.
Fíjate en que las cosas buenas o interesantes de la vida como un trabajo nuevo, una cita, el nacimiento de un hijo o la creación de tu primera empresa van acompañadas de miedo porque existe la posibilidad de fracasar, y el cuerpo usa tu miedo para darte la energía necesaria para prevenir esos fracasos.
Con el miedo tu cuerpo te está dando combustible para que pases a la acción, huyas o te paralices. Tú decides.
La realidad es que tú no puedes decidir si tienes miedo o no, es irracional, pero en cambio sí que puedes decidir cómo usas la energía que te proporciona: si para quedarte paralizados, huir, o superar esa situación. El miedo al fracaso y al rechazo es lo que da a la gente la motivación necesaria para prevenirlos. Úsalos sabiamente.
El lado oscuro de la aceptación social
La gente que sufre intensamente de miedo al rechazo necesita constantemente aceptación y validación social, pero inconscientemente sólo buscan señales que les demuestren que no gustan a los demás. En su cabeza no dejan de preguntarse qué estará pensando la gente de ellos.
Esa búsqueda constante de aceptación es un tremendo error. Un círculo vicioso. Tu aceptación tan sólo puede venir de tu interior, no de los demás, porque cualquier palabra, mirada o gesto de alguien siempre podrá ser malinterpretado como un rechazo cuando en realidad no lo es. Nunca podrás estar seguro del todo.
Un excesivo temor al rechazo puede crear un patrón de comportamiento muy peligroso en tu vida. Puede conseguir que sientas que no eres lo suficientemente bueno, que eres un fracasado. En tus relaciones sentimentales te puede convertir en un obseso y celoso compulsivo, y destruir relaciones que tan sólo acababan de empezar poniéndote a la defensiva desde el principio.
En la mayoría de ocasiones tampoco te rechazan a ti
Imagínate que alguien descubre un diamante de 300 kilates. Único en la tierra. Sin embargo, debido a su ignorancia, cree que es un simple trozo de cristal y lo tira. ¿Eso a quién pone en evidencia? ¿Al diamante o a la persona?
Por el mismo motivo, cuando alguien rechaza a otra persona se pone mucho más en evidencia a él mismo que el rechazado. Porque la realidad es que en esa situación tan solo existe una opinión, a menudo limitada, de una persona sobre otra.
Si J.K. Rowling se hubiera rendido después de haber sido rechazada durante años por multitud de editoriales, Harry Potter no existiría. Si Walt Disney hubiera abandonado su idea de parque de atracciones después de que más de 300 inversores lo rechazaran, no existirían los parques Disney. Si Michael Jordan hubiera dejado de lanzar a canasta en el último segundo por haber fallado multitud de veces, no habría ganado 6 anillos de campeón de la NBA.
Todas las decisiones no dependen de ti
Resulta que el comportamiento de la gente no depende sólo de ti. No eres el centro del mundo. Si intentas venderle un coche a un cliente que le acaba de tocar la lotería, probablemente termine comprándotelo. Si intentas vender el mismo coche a una persona que se acaba de arruinar, lo más seguro es que rechace tu oferta.
Eso ocurre a diario. Las personas tienen estados de ánimos y motivaciones que implican que en la mayoría de ocasiones el resultado no va a depender de ti: por muy bien que lo hagas, si quieres conocer a una chica a la que la acaba de dejar su novio después de una relación de 10 años seguramente te rechace de inmediato.
Que te rechacen o no, en la gran mayoría de ocasiones no depende de ti. Depende de las circunstancias de ese cliente, persona a la que quieres gustar, familiar, amigo o lo que sea. La gente no toma las decisiones exclusivamente por ti y obviando todas las demás circunstancias de su vida. Eres tú que lo conviertes en algo personal.
Esto tan fácil de entender es en realidad muy complicado. Las personas con gran temor al rechazo sólo buscan señales que les confirmen sus miedos y no dejo de encontrarme gente que me pregunta por qué alguien les rechazó o ese cliente no les compró si lo hicieron todo bien. Creen que el motivo depende sólo de ellos y se culpabilizan de todos los errores.
Por qué te rechaza la gente que no conoces
Cuando alguien a quien no conoces te rechaza, ¿a quién rechaza realmente?
La respuesta es que a ti no. Quizás esté rechazando la frase que has dicho, la situación en que se lo has dicho, o la idea que tiene esa persona de lo que significa que le digas eso. El problema es que creemos que nos rechazan no sólo por lo que estamos haciendo en ese momento, sino sobre TODO lo que somos.
¿Pero esa persona te conoce en realidad? No. No tiene más información de ti, ni de tus virtudes ni de lo que le puedes ofrecer. En realidad la gente no rechaza personas: rechaza ideas. La idea que cree que representas.
¿Sueles recibir llamadas de operadoras de telefonía? ¿Y qué haces cuando las recibes? Normalmente cuelgas de inmediato, ¿cierto? Si la persona que llama tuviera que tomarse cada rechazo que recibe de forma personal, los psicólogos no darían abasto. No rechazas esa persona en concreto: rechazas una llamada de una empresa de telefonía.
Qué ocurre cuando te rechaza un conocido
En el caso del rechazo en relaciones ya establecidas como las sentimentales, lo que debes entender es que el rechazo es una medicina necesaria: te ayuda a descartar relaciones y oportunidades que no iban a funcionar para que puedas encontrar otras que sí que lo harán. No significa que no seas lo suficientemente bueno, sino que alguien no se ha dado cuenta de lo que puedes ofrecer.
Es tiempo entonces de que aprendas cómo dar lo que puedes ofrecer, o qué hacer para que la demás gente sea consciente de que lo estás dando.
Cómo superar el miedo al rechazo
El error más grande que puede cometer alguien que esté intentando superar sus miedos paralizantes es evitar las situaciones que precisamente se los provocan. De esta forma no se soluciona el problema sino que se agrava porque, como todos los miedos irracionales, ese temor crece a medida que ese persona los intenta evitar.
Cuando alguien teme a la oscuridad incrementa su pánico mientras evite enfrentarse a ella. Pero a medida que se expone a sus miedos descubrirá que en realidad se basaban en falsas creencias y empezarán a disminuir.
Una vez has entendido que es normal tener miedo al rechazo y que es normal que te rechacen, vamos a ver cómo hacer desaparecer el miedo. Y empezaré confesándote lo siguiente:
El miedo nunca desaparece
Pues no. Los miedos no desaparecen por arte de magia. El error que comente la gente cuando ve una persona que en apariencia no teme al rechazo es creer que no tiene miedo, cuando la realidad es que lo tiene igualmente pero actúa a pesar de ello.
Jamás esperes que el miedo desaparezca para actuar. No lo hará. Pero a base de enfrentarte a situaciones sociales irá disminuyendo poco a poco. Es como conducir: al principio te asusta hasta que se convierte en un hábito.
Pretender hacer desaparecer el miedo leyendo libros o recibiendo consejos no es posible. Es actuando cómo el miedo desaparece. No conozco nadie que haya adelgazado sólo leyendo libros de hacer dieta.
Desaprende lo aprendido
Si la mala noticia es que no puedes evitar tener miedo a ser rechazado, la buena es que sí que puedes cambiar cómo reaccionas frente ese miedo.
Tu comportamiento frente el miedo es algo que has aprendido a base de hacer lo mismo durante muchos años de tu vida. Si tu reacción te paraliza y te impide conocer gente, entonces es hora de que aprendas a reaccionar de otra manera.
Debes desarrollar nuevos hábitos más constructivos en lo que respecta a lo que piensas de la gente y de ti mismo. A medida que vayas incorporando dichos hábitos, tu reacción negativa al miedo irá desapareciendo.
No te puedes ni imaginar la cantidad de personas atractivas, ganadoras, geniales, sociables, inteligentes y talentosas que experimentan ese miedo social a lo largo de su vida. Porque no tiene nada que ver con lo atractivo e interesante que seas.
Las personas más seguras de sí mismas se dan cuenta de que el rechazo simplemente forma parte de la vida y que, con el objetivo de desarrollarnos como personas, todos debemos tomar riesgos en algún momento y salir de nuestra zona de confort. Pero sobretodo, no se toman el rechazo de forma personal y lo ven más bien como un error de los demás en darse cuenta de cómo son realmente. Ésa es la forma de reaccionar frente el rechazo que han aprendido.
En el fondo, si pudiéramos perder todo el miedo al rechazo seríamos muy poco afortunados porque dejaríamos de experimentar esos nervios que, en otras situaciones, nos dan la energía suficiente para superar adversidades.
Consejos para aprender a reaccionar frente el miedo
- Exponte progresivamente. Si temes el rechazo social lo más normal es que estés intentando evitar ese tipo de situaciones. Sin embargo, para superar tu miedo es crucial que hagas lo contrario y que te expongas. Para que esto funcione debe ser progresivo. Empieza con situaciones que te provoquen poca ansiedad y a medida que te acostumbres ves subiendo el nivel.
- Sé consciente de lo que piensas. Además de exponerte gradualmente es importante que detectes cuándo empiezan a aparecer los pensamientos que te provocan el miedo al rechazo. Racionaliza las consecuencias que te estás imaginando. ¿Qué riesgo real hay en ponerte a hablar con un grupo de gente? Recuerda que no debes confundir los miedos imaginarios con los miedos reales.
- Evita la profecía autocumplida. Una profecía autocumplida es una creencia errónea sobre una situación que hace que la persona que la tiene actúe de forma que se termine cumpliendo, tal y como se demostró en este estudio. Si crees que un grupo de personas te va a rechazar probablemente te pongas nervioso y a la defensiva. Este comportamiento es el que precisamente causará que te rechacen, por lo que luego justificarás tu creencia: –¡Sabía que no les iba a gustar! Así pues, cuidado con lo que piensas y evita estar buscando constantemente señales de rechazo. Empieza a buscar signos de que eres aceptado.
- Utiliza afirmaciones positivas fundamentadas. Como has visto en el punto anterior, en la vida a menudo recibes lo que esperas. Y esto es especialmente cierto en las relaciones sociales. Resulta que cuando conocemos alguien nuevo, si esperamos gustarles (por el motivo que sea), tenderemos a gustarles más. Y viceversa. En un estudio canadiense se demostró que utilizar afirmaciones positivas fundamentadas y basadas en hechos reales como “mis amigos creen que soy una pieza importante en su vida” proporcionaba más confianza a la gente a la hora de encarar una relación social, lo que a su vez se traducía en que gustaban más.
- Analiza lo que ha ocurrido. Si te rechazan, ¿es normal que te sientas dolido? Sin duda. No existe nadie que no sienta desazón en el momento en que le rechazan. Pero la clave está en que después, en lugar de dejar que las emociones dominen tu comportamiento, te hagas las siguientes preguntas: ¿Qué hice mal? ¿Por qué no le/s gusté? ¿De qué forma le/s habría gustado más? ¿Hubiera merecido la pena que le/s hubiese intentado gustar más?
- Preguntar por qué. Es tan sencillo que me soprende que la gente no lo haga más. A quien te ha rechazado (ya sea un cliente que no ha querido comprar, un amigo o la persona que te gusta) pregúntale amablemente si te puede explicar en dos minutos el motivo del rechazo. Pero no intentes agradarle de nuevo. Si accede a epxlicarte por qué, escucha con mucha atención. Descubrirás que muchas veces el motivo por el que te han rechazado no tiene nada que ver contigo.
Vivir sin que el miedo al rechazo te paralice
Si das demasiado poder a la opinión de los demás te convertirás en su prisionero. Así que nunca dejes que la opinión de alguien altere tu realidad. Nunca sacrifiques quién eres o quién quieres ser porque alguien pueda tener un problema con eso. Quiérete como eres por fuera y por dentro y sigue luchando. Nadie puede hacerte sentir mal a no ser que tú mismo le des ese poder.
Hacerlo sería absurdo: en la mayoría de ocasiones te rechazan por causas ajenas a ti.
Ser único tiene un valor incalculable. En este mundo en que todo el mundo se parece a todo el mundo, lo que más termina deseando la gente es ser diferente. Busca y encuentra el coraje para seguir siendo tú mismo y cuando se rían de ti por ser distinto, riéte de ellos por ser iguales.
No cambies para gustar a la gente o te encontrarás gente a la que sólo gustarás por lo que finges ser. Sé tu mismo porque cuando gustes a alguien, le gustarás por ser quien eres realmente.
Recuerda que el rechazo duele a todo el mundo, y a todos nos rechazan en momentos de nuestra vida. Lo que ocurre es que la gente actúa a pesar del miedo. Si continuamente estuviéramos evitando relacionarnos con la gente por nuestro temor al rechazo, nos estaríamos perdiendo a la vez toda la alegría, diversión y felicidad que el resto de personas nos puede proporcionar.
·····
Si este artículo te ha parecido útil te agradeceré mucho que hagas clic en alguna de las redes sociales de abajo porque me estarás ayudando a seguir adelante con el blog. Muchas gracias de antemano.
Andrés dice
Un artículo estupendo, muchas gracias por compartir con nosotros estos temas tratados de forma tan profesional y extensa. Puedes recomendar algún libro para ampliar información sobre el tema del miedo al rechazo?
Pau Navarro dice
Hola Andrés, así de primeras te recomendaría Los dones de la imperfección, de Brene Brown, y El poder de los introvertidos, de Susan Cain. Y tengo pendiente de leer Daring Greatly (no sé el título en castellano), cuando lo haga daré una opinión fundamentada sobre él.
¡Saludos!
RAFAEL BERGA RUIZ dice
Pués yo la verdad que miedo al rechazo no tengo,ya que lo que mas miedo tengo són las ¨amistades¨.
Yo lo sé por experiéncia personal desde que era más joven con dos grupos de ¨amigos¨ y desde entonces prefiero estar solo antes que tener ¨amigos¨.Por otra parte,muchos psicólogos y psiquiatras me hean malaconsejado de que me busque ¨amistades¨¿donde?¿en las discotecas?,¿en un botellón?,¿saliendo de noche y buscándose una pelea o un mal rollo?.
La verdad que no vale la pena,tener DISGUSTOS y de los gordos,por eso yo prefiero estar solo que mal acompañado.
Isabella dice
Me encantó leer esto, lo necesitaba para mejorar situaciones en mi vida.
Jose Luis dice
Gracias por el articulo me esta ayudando bastante en mi sanacion y superacion personal.
Victor Venegas dice
Muy interesante, creo que es la primera vez que puedo entender el rechazo de esta manera, siempre he tenido temor a eso pero ahora tengo una informacion extraordinaria y precisa. Gracias.
Pau Navarro dice
Me alegro que te haya sido útil Víctor, ¡un abrazo! 🙂
Ana Gabriela dice
Me encanta como cuando estas trabajando en algo para superarte, el universo te pone por todos lados herramientas para lograrlo. En mi caso, llevo una semana trabajando miedos y dándome cuenta de muchos de ellos.
Gracias, me gustó mucho este artículo. Y me sirve mucho para seguir armando las piezas de mi rompecabezas.
Pau Navarro dice
Genial Ana, es importante enfrentarse a los miedos de uno mismo y saber que no van a desaparecer por arte de magia. De la misma manera que aprende a nadar nadando, uno se enfrenta a sus miedos exponiéndose a ellos.
Suerte y un abrazo.
Mauricio dice
Holaa, me pasa idéntico, estoy aprendiendo a estar solo y la vida me está poniendo a prueba con este tema que tanto me inquieta, imagino que saldré mas rápido cuanto mas «rechazos» uno tiene, siento que como dice el articulo, la practica hace al hombre y la mujer.
julieta dice
Genio!!!! me encanta los artículos que escribes!!!!! encontré el blog de casualidad, y no dude en buscarlo en Facebook!!!! gracias!!!! 🙂
Pau Navarro dice
Me alegro que te gusten Julieta, si quieres que trate algún tema en concreto no dudes en hacérmelo saber 😉
Amaia Burguete dice
Hola 🙂 No se como dejar un comentario individual así que escribo en este hilo jajaja 🙂 Solo quería agradecerte que compartas lo que una vez te hizo sentir desprotegido ante al mundo. Me siento completamente identificada con todo lo que he leído y reconforta saber que todo forma parte de un proceso en el que sobre todo hay que aprender a crecer, y ante todo tratándonos con mucho cariño a nosotros mismos. Esa zona de confort en la que nos autocompadecemos es muy peligrosa, y hay que salir de ella y ver la belleza de los demás. En mi caso, me ha servido mucho leer este articulo, y los comentarios de muchas personas con los que te das cuentas de que no eres un bicho raro descontrolado, sino que tus sensaciones y miedos son naturales y compartidas por todos. Que tontería madre mia. Basta de ese sentimiento de autoderrota. Yo creo que es importante dejarnos sentir, estamos vivos, y perder nunca la perspectiva de que queremos ser. Muchisimas gracias por escribir tan claro y de manera tan cercana. Un saludo! Es increíble
Joaquin Alacreu dice
Solo te digo: ESTOY CONTIGO!!
Animo que todo se puede ver positivamebte, XD
Caro chan dice
Uyuyuyuyu, hemos dado con un temita escabroso…un arma de doble filo, diría yo.
No es algo que tenga superado por completo (no creo sinceramente que nadie pierda por completo ese miedo a lo largo de su vida…) pero si que ya no le tengo ese pavor.
El problema para mi es cuando alguien realmente te conoce y te termina»rechazando», ahí ya no hay más vuelta de hoja, ni más escudos a modo de «es que no sabe lo que se está perdiendo», si, si que lo sabe y eso hace mucha pupita,Ouchh (sniff…jajaaja…momento bipolar, no sé porqué me rio…¿risa nerviosa?XD) pero dejando de lado ese pequeño inciso creo que la comparación de conducir rápido vs hablar a una desconocida es bastante visual.
En mi caso creo que me asusta más conducir rápido y pensar que pierdo el control que acercarme a un grupo de personas y comenzar a hablarles. Supongo que si me quedo con algo positivo de mi trabajo de azafata es que te enseña a hablar a un grupo bastante generoso de personas, que no siempre van a estar de acuerdo contigo así que como entrenamiento lo aconsejo…Emirates tienen recruitment el día seis en Barcelona por si alguien se anima y quiere probar terapia de choque contra el rechazo!! jajajajaa
Aún estoy esperando el día que abra tu blog y diga, buff vaya tema aburrido! jajajajaj IMPOSIBLE!
Un mega besazo!!
Chuuuu!!
Pau Navarro dice
Hola Caro, tu alegría y forma de contar las cosas siempre es tremendamente bienvenida 🙂
Cuando alguien nos conoce y nos termina rechazando creo que debemos hacer la siguiente reflexión: ¿qué ha cambiado respecto al principio, cuando le gustábamos?
Si no ha cambiado esencialmente nada, la culpa no es nuestra. Si en aquel momento nos aceptó por lo que le podíamos ofrecer y ahora ya no, quien ha cambiado o no sabía lo que esperar de nosotros es la otra persona. Nosotros no podemos ir adaptándonos a los gustos de los demás con la esperanza de complacerles continuamente, así que lo mejor que puede ocurrirnos es que efectivamente nos rechace. Y más vale pronto que demasiado tarde.
No creo que no sepa lo que se está perdiendo, simplemente que nunca supo lo que estaba buscando. Esto no suele ser consuelo porque a todos nos gusta sentirnos queridos y valorados, y duele cuando nos rechazan incluso cuando esa relación no aportaba nada a ninguna de las dos partes.
En mi opinión las relaciones deben aportar algo a los implicados además de afecto, o de lo contrario ese vínculo tiene los días contados. A aportar se ha dicho 😉
Muchos besos
Ana dice
Sabio!!! Nunca te había leído! Sin embargo; pasando por una situación nada fácil de administrar emocionalmente busque como me siento! Y te encuentro!!!!
Justo es eso; cuando alguien ya de tiempo sabe quien eres… y te rechaza. Y puede ser la mejor fortuna tal vez. Pero desasociar que no eres tú! Debilita y lastima ;(
Luz dice
Hola Pau, te estaba leyendo, muy interesante lo que escribes… Me gustó.
También me inquieta el tema de aportar, quisiera saber más al respecto.
Muchas Gracias !
🤗
noemi dice
Estoy interesada en lo de Emirates. Me darías información? Grácias
Joaquin Alacreu dice
Hola Caro Chan, estoy contigo en lo que hace pupita, me ha pasado, estoy de acuerdo con Pau en bastantes cosas y no estoy tan de acuerdo con Pau en que la relación no aportaba nada por lo menos en mi caso que si que aportaba en ambas partes, y despues haber caido y volver a levantarme el ánimo y la autoestima que tenia en un principio para iniciar la relación he deducido que el pasado de ambos es importante para finalizar el desenlace, tanto de quien rechaza como de quien es rechazado, la importancia que le da cada uno a la otra persona, respecto a sentirse mal creo que las dos partes sufren y son los valores personales los que quedan tocados, aun no se si de por vida porque estoy en proceso de volver a ser el de antes un poco modificado, jeje, a mejor. Los miedos para mi que tengo el miedo al rechazo de pareja al inicio de la relación, es no ir de frente desde el principio, la inseguridad se contagia igual que la alegria, tu pones el limite cuando te conoces a ti mismo.
Alberto dice
Muy buena entrada!
Pablo Domingo Montesinos dice
Genial artículo, Pau, muchas gracias por recordarnos esto, que tan fácilmente se olvida.
Me he acordado de un capítulo muy interesante de redes en el que hablan sobre el estrés y cómo el cuerpo reacciona a un estímulo externo como el miedo de igual manera que como reaccionaría frente a un león que te amenaza. Hay que saber discernir entre amenaza real y amenaza imaginada por la mente.
En ocasiones, el pensar directamente en la muerte me ayuda a superar el miedo. Cuando piensas que de todas formas te vas a morir, te da igual todo. Aún así, cuesta trabajo =)
Fantástico tu trabajo, enhorabuena
Pau Navarro dice
Hola Pablo, muchas gracias por tu aporte. Buscaré el capítulo de Redes porque es realmente tal y como lo cuentas: el cerebro no distingue entre amenazas.
Pensar en que algún día vas a morir me parece una de las mejores ideas para darse un último empujón para hacer algo. Yo lo solía usar bastante aunque creo que lo vemos tan lejano que no termina de surgir todo el efecto que debería. Pero si lo piensas fríamente, es totalmente cierto.
Otra forma es pensar en lo peor que podría pasar y las consecuencias a largo plazo que eso podría tener. Cuando racionalizas que no habría ninguna, todo te parece menos importante.
Un abrazo 🙂
Jesús dice
Wow! Excelenete artículo de principio a fin!
Gracias! Por que me ha sido de gran ayuda para entender nuevas cosas, ya veo que el miedo no es tan malo como parece o creemos.
También le doy Gracias a Dios porque le pedí que me ayude a vencer los miedos que no me dejan vivir mi vida plenamente,
Ahora sé que puso este artículo maravilloso en mi camino.
Bendito sea Dios y su gran amor. Que te bendigaa ti también por tan excelente trabajo amigo. Gracias!
Pau Navarro dice
Gracias por tus palabras Jesús, me han sentado muy bien. El miedo no es tan malo, y todos deberíamos aprender en general a sufrir un poco más. Pero lo realmente importante es nuestra reacción a él, porque el miedo nunca termina de desaparecer del todo.
La clave es vivir la vida plenamente a pesar de los miedos. En eso estamos 😉
Un abrazo
David dice
Hola Pau, LLegué hasta aquí buscando respuestas a lo que me está pasando ahora, y siempre me pasó. El miedo al rechazo, el miedo social al rechazo lo tuve en mi adolescencia y lo pasé muy mal y yo me considero sociable. Menos mal que está más controlado y hoy tengo muy buenos amigos. Sin embargo el miedo que más conservo es el del rechazo amoroso. Sí, gracias a otra mala experiencia en la adolescencia. El tema es que conocí a una chica de mi facultad hará un par de meses y cada vez quedamos más. La verdad es que todo el mundo me dice lo mismo, que hacemos la pareja ideal pero yo estoy como paralizado cuando intento dar ese paso. Creo que no quiero que me rechace y prefiero dilatar esta situación aunque me advirtieron que como siga indeciso ella se aburriría. ¿Qué debería hacer? GRACIAS, y esta páguina ya está en favoritos. Un saludo.
Pau Navarro dice
Hola David, disculpa el retraso en responder, he estado de viaje (y sigo) y se me han quedado muchas cosas en el tintero.
En primer lugar gracias por seguir el blog 🙂 Respecto a lo que me comentas es algo que ocurre a mucha gente y muchos hemos conseguido superarlo, así que te comprendo perfectamente. Pero la realidad es que debes exponerte. Si por no enfrentarte a la posibilidad de que te rechace (que existe) no haces nada, el resultado es el mismo que si te hubiera rechazado. Pero eso ya lo sabes.
No te lo prepares demasiado. Cuanto más pienses más excusas te inventarás (inconscientemente) para no hacerlo. Piensa que ese miedo que tienes enquistado te intenta sabotear continuamente y que se disfraza en forma de excusa para no hacerlo: hoy no tengo un buen día, si me rechaza dejará de ser mi amiga, si me espero quizás ella me lo termine pidiendo a mí, lo haré cuando estemos más animados en una fiesta, etc. Como comento en el artículo, tu miedo NO va a desaparecer. Se trata de actuar incluso con miedo.
He visto muchos casos así, David. Chicos que se bloqueaban, palidecían y sudaban tan sólo de pensar en la posibilidad de hablar con una chica, y tras finalmente hacerlo ahora tienen la confianza suficiente como para hacerlo en cualquier rmomento, a pesar de que tuvieron muchos rechazos. Hazlo sin pensar. Imagínate si quieres que ese día eres un actor que vas a interpretar un papel que no es el tuyo. Pero deberás hacerlo tarde o temprano.
Sé honesto y sincero con ella. Si temes que te rechace díselo. Dile que estás encantado con ella, que te parece una amiga maravillosa y que te has armado de valor para decirle que aunque te rechace, te gustaría que fuerais algo más que amigos.
Repito que es posible que te rechace, no te voy a dar falsas esperanzas. En ese caso deja siempre una puerta abierta a seguir siendo amigos, porque la vida da muchas vueltas. Pero también es posible que no te rechace. ¿Vas a seguir viviendo sin saberlo?
Relativiza tu problema pensando en otros problemas mayores que tiene la gente si quieres. Y ya me contarás cómo ha ido.
Un abrazo grande
José Miguel dice
Sencillamente me encantó.
Un 11 sobre 10.
Muy bien explicado y detallado.
Voy a ponerlo en práctica a partir de ya!
Un saludo.
Pau Navarro dice
Gracias por tus palabras José Miguel, ¡saludos!
Sergio Caballero dice
Muchísimas gracias por haber expuesta estas verdad de una forma tal que estoy seguros que a muchos les ha ayudado tanto como lo ha hecho conmigo
Juan Carlos dice
Gracias por este articulo en verdad creo que estas ayudando a miles de personas incluyéndome a mi con tan sólo explicar lo que piensas, algún día espero hacerlo tan bien como tu.
Pau Navarro dice
Gracias por tus palabras Juan Carlos, un saludo.
Orlando Mendoza dice
Muchas Gracias a ti Pau por el articulo y a las personas que han compartido sus comentarios.
Te cuento que en el mes de diciembre y principios de enero hice un inventario de mis miedos, como parte de un programa de 12 pasos. Escribí 34 tipos de miedos y luego los sinteticé en uno solo. Sabes cual fue la síntesis de mis miedos?
….Siii, el Miedo al Rechazo.
que nunca lo había considerado antes, pensaba que sólo tenia miedo a la crítica, pero ese es sólo un tipo de miedo al rechazo Por eso estoy buscando información para superarlo y agradezco tu articulo y los comentarios de los lectores.
Te cuento algunos miedos derivados del rechazo y mis consecuencias o evasiones enfermisas que surgieron para evitarlo:
Miedo a equivocarme
Miedo a la critica
Miedo a tomar iniciativas
Miedo a hacer el ridículo
Miedo a las figuras de autoridad
Miedo a los cuerpos del orden
Miedo a bromear
Miedo a Bailar
Miedo a ser imperfecto
Miedo a no encajar
:
:
Las evasiones para evitar ese miedo al rechazo que descubrí en mi fue el aislamiento, adicción al conocimiento (las hay de sustancias, conductas y relaciones), perfeccionismo, tratando de buscar la aceptación y evitar la critica. Y una creencia errónea de que los demás tenían razón, así evitaba el conflicto y por ende, el rechazo.
Devoraba libros, revistas, prensa, paginas web, vídeos, documentales y noticieros de TV y todo lo que caía a mis mano. Saben por qué, ahora lo sé, porque ellos nunca me rechasarían. Cuando leía en paginas web nunca dejaba comentarios. Era un observaror del mundo sin participar en él.
Acumulaba conocimientos tanto en físico, como en digital, es una forma de avaricia, acumular por acumular porque los consideraba útil, para ponerlos en práctica, pero después, aproximadamente sólo como el 5% volvía a revisar (espero no hacer lo mismo con tu artículo ajajajaja). Consideraba los libros como sustituto de amigos, no tenia grandes amigos. Sin ser consciente, yo mismo me rechazaba y descubrí que por mi perfeccionismo, rechazaba a otros. La gran ironía es que la evasión al miedo al rechazo me trajo aún mayores sufrimientos y conflictos existenciales, por eso No duden en enfrentarlo como dice Pau.
Ahora todo tiene sentido para mí, es un diagnóstico al que le estoy buscando solución y ciertamente, ahora que me voy a reincorporar a las actividades laborales, me viene ese temor al rechazo. Espero aplicar algunas de las herramientas que propones para enfrentarlo.
Otras herramientas que también funcionan es «delatar al miedo», si, comentárselo a una persona de confianza, es de gran alivio porque ya no cargarán solos con él, además de las sugerencias que le puedan dar. Por último y no menos importante, tener fe en DIOS, como ustedes lo conciban. Dios no se muda y el los acepta como son, ¿acaso el no nos creó tal cual somos y con todas las potencialidades que podemos llegar a ser?
Agradezco sus comentarios.
Un Abrazo.
Pau Navarro dice
Hola Orlando, muchas gracias por tus compartir tus reflexiones. Parece que realmente estás inmerso en un trabajo de autoconocimiento profundo y arduo, y que vas por muy buen camino.
Conozco tu situación porque de alguna forma también la he experimentado, sobretodo en lo relativo al perfeccionismo y exigencia conmigo mismo. Todavía me sigue acompañando en ocasiones, pero creo que he mejorado bastante en ese sentido.
Lo realmente importante es que nos gustemos a nosotros mismos, reconociendo que nunca seremos perfectos.
Un abrazo
Domingo dice
Da gusto ver que hay gente que comparte con los demás informacion solo por ayudar. Por eso, un 10 para Pau. Solo decir Gracias!
Pau Navarro dice
Gracias a ti por seguir el blog Domingo, ¡saludos!
Miguel Blazquez Rovirosa dice
Hola Pau y lectores del blog
Valoro el trabajo que haces con tus entradas y la información que proporcionas, completa y bien contada.
Me parece acertada la propuesta de tomar la energía que te proporciona el miedo para actuar de una un otra forma. Y destacaría muchas otras idea con las que estoy de acuerdo y me resultan muy útiles.
Pero para no alargarme innecesariamente, quiero subrayar la importancia de trabajar el autoconcepto desde uno mismo, a partir del conocimiento de lo que somos y de la aceptación del miedo y de la existencia del rechazo.
Y eso supone también aceptar todo lo negativo que podamos tener, aunque queramos evolucionar.
He añadido una referencia a esta entrada en un post de mi blog, donde recomiendo habitualmente a mis visitantes que se pasen por aquí.
Gracias por tu trabajo y por compartir el enlace!
Un saludo
Pau Navarro dice
Hola Miguel, gracias por tu comentario y por compartir tu artículo, ¡me lo he leído y me parece una iniciativa estupenda!
Enhorabuena por tu trabajo 🙂
Miguel Blazquez Rovirosa dice
Gracias, Pau. Un saludo y buena continuación!
Mariana dice
Hola Pau
muchas gracias, tu artículo me ha servido mucho, acabo de sufrir un rechazo amoroso y después de haber leído tu artículo y los comentarios me siento mucho mejor, seguiré tus consejos para no paralizarme la siguiente vez.
gracias 🙂
Pau Navarro dice
Me alegro que te haya sido de utilidad Mariana, ¡un abrazo y ánimo!
Borja dice
Hola Pau!
Interesantísimo artículo, como siempre 🙂
Una cosa que me gustaría señalar es que el miedo al rechazo, y la necesidad de intentar quedar bien con todo el mundo, son causas que pueden hacer que nos volvamos unos perfeccionistas obsesivos.
El miedo al rechazo, y la necesidad de agradar a todo el mundo, nos llevan al miedo al error. Y cuando ésto pasa, tememos equivocarnos por no ser rechazados, o actuamos siempre buscando la aprobación de los demás.
Por tanto, para no equivocarnos, repasaremos todo lo que hagamos mil veces, lo repetimos también las veces que sean necesarias, y no estaremos satisfechos hasta que el resultado no alcance unos estándares de calidad que nos hemos marcado casi imposibles.
En mi caso, lo que mencionas en tu artículo fue el origen de todo lo que acabo de escribir. Así, me convertí en una persona excesivamente perfeccionista. Por suerte, el perfeccionismo es un hábito, lo que significa que se puede corregir con el tiempo, y yo lo logré 🙂
Ahora estoy escribiendo una serie de artículos sobre eso. Te animo a que te lances tú también a crear un artículo sobre el perfeccionismo y así podemos comparar nuestros puntos de vista. Por lo que he leído por aquí, alguna vez has dicho que antes tú también eras muy perfeccionista 😉
Un abrazo Pau!
Pau Navarro dice
Muchas gracias por tu aportación Borja, me parece estupenda y creo que resume muy bien el origen del miedo al rechazo, que no es otro que el temor a equivocarse para no comprometer la imagen de nosotros mismos o la imagen de los demás sobre nosotros.
Me he leído tu serie sobre el perfeccionismo y me ha gustado mucho. Dominas el tema y lo describes con claridad y contundencia. Animo a todo el mundo a que se pase por tu blog y le eche un vistazo, creo que merece mucho la pena para profundizar en el mundo de nuestros miedos paralizantes.
¡Un abrazo!
el coleccionista dice
Es el mejor y más completo blog sobre el miedo al rechazo que e leído ( y e leído muchos ) tiene algunos errores de escritura pero eso es lo de menos con la cantidad de información útil que tiene se nota que lo has echo de corazón muchas muchas gracias
Pau Navarro dice
Me alegro que te haya parecido útil, ¡un saludo!
Gonzalo dice
Solo un comentario: PERO QUE PEDAZO DE ARTICULO! TE LO HAZ CURRADO PAU GRACIASS :’D
Pau Navarro dice
Gracias por tus palabras Gonzalo 🙂 ¡un abrazo!
Tania dice
Me ha encantado tu artículo! Primera vez que visito tu blog, pero me ha sido muy útil la información. Gracias por compartirla.
Pau Navarro dice
Me alegro mucho Tania, bienvenida al blog 🙂
eva dice
Realmente bueno, muchísimas gracias por unas explicaciones que necesitamos entender las personas que tenemos este tipo de problemas y no entendemos ni sabemos cómo afrontarlos. Unos consejos realmente valiosos y por seguro que pondré en práctica para mejorarme. Gracias de verdad por compartirlo 🙂
Pau Navarro dice
Gracias a ti por tus palabras Eva, me alegro mucho de que te haya sido de ayuda. Un abrazo fuerte 🙂
Jose dice
Hola Pau, un gran artículo como nos tienes acostumbrados!! Hay poca información que sea tan precisa como la que nos vas proporcionando en todas tus entradas.
Algo que a mi me funciona para esto de los miedos al rechazo es la visualización de las situaciones que me dan miedo pero consiguiendo superarlas con total tranquilidad, es algo realmente efectivo cuando la situación real te paraliza una y otra vez, una vez superada la situación en imaginación cuando llegas a la situación real te sorprendes a ti mismo estando mucho más tranquilo y sin pensamientos irracionales.
Un abrazo!!
Pau Navarro dice
Hola Jose, gracias por tu aporte desde la experiencia, es muy valioso 🙂
Efectivamente la visualización es una forma que está demostrando mucha eficacia para relajarse antes de situaciones que nos provocan estrés, como por ejemplo presentaciones en público o entrevistas de trabajo. De hecho hay estudios que apuntan que, a efectos prácticos, para la mente supone casi lo mismo superar una situación de forma imaginaria que en la realidad.
¡Un saludo y gracias!
Noe dice
Gracias por este blog tan maravilloso, despues de tantos años sufriendo y culpandome de lo que me hicieron he entendido muchas cosas.
Un saludo
Pau Navarro dice
Gracias por tus palabras Noe, me alegro mucho de que te haya resultado útil 🙂
Un abrazo
Maurizio dice
Buenas noches Pau, muy bueno tu artículo; te aseguro que no acostumbro a escribir por estos medios, pero no puedo dejar de felicitarte y agradecer tu labor que de lleno ayuda a mucha Gente.
Saludos desde Argentina.
Pau Navarro dice
Gracias Mauricio, me satisface mucho leer tus palabras 🙂 ¡Un abrazo desde Barcelona!
Keiddy dice
Me encantó! Amo leer tu blog y con este me sentí tan identificada porque vivo en constante temor al rechazo y estoy intentando superarlo. Ya que soy estudiante de psicología, mis amigas y yo decidimos hacer como un experimento social en donde me tengo que exponer a ese miedo irracional que tengo y así mismo como dices me he paralizado y no lo he intentado. Pero lo que acabo de leer me ha inspirado a que lo siga intentando y tome el riesgo! Gracias, saludos desde Panamá.
Pau Navarro dice
Me alegro mucho Keiddy. Para superar los miedos tradicionalmente ha existido la terapia cognitivo conductual pero te animo a que la complementes con la ACT (terapia de aceptación y compromiso).
A mí me ha dado muy buenos resultados. Se trata de racionalizar tus pensamientos antes de exponerte (recordándote que dentro de 6 meses ya no sufrirás las consecuencias por muy mal que te salga) y observando tus emociones como un espectador ajeno, para así aprender a actuar a pesar de ellas.
¡Mucho ánimo!
libertty alvarado dice
Soy docente siempre el miedo escénico me domina los nervios no los puedo controlar
Pau Navarro dice
Hola Libertty, te recomiendo que eches un vistazo a las dos estrategias de superación de miedos que han demostrado ser más eficaces: la congitivo-conductual y la de aceptación y compromiso. En el artículo sobre fobia social explico ambas.
¡Saludos!
Chino dice
Muy bien artículo. Me sirvió de mucho para hacer un auto análisis.
Pau Navarro dice
Me alegro Chino, gracias por comentar 🙂
Alexia dice
Excelente artículo, estaba en busca de respuestas y me topé con tu blog; lo que ha venido atormentándome estos días es ese miedo que tengo de decirle a mi amigo que me gusta, su reacción me preocupa pero a la vez me da curiosidad, ahora que leo tu texto, se lo diré, me aventaré al »yolo», y lo que venga será bueno, es bueno sentir miedo, creo que te sientes vivo, aunque me decepcione o probablemente obtenga una respuesta positiva.
Veamos que tal me va!
Gracias por compartir!!!
Pau Navarro dice
Hola Alexia, esa es la actitud 🙂 Obsérvalo con curiosidad, casi como si fueras una espectadora de lo que tú misma vas a hacer. Si te rechaza, ¿puede tener otros motivos ajenos a ti para hacerlo? ¿Será el fin del mundo si te rechaza?
No demos por sentado que la gente nos rechaza por culpa nuestra, porque la mayoría de las veces no es así. Y si ocurre, las consecuencias a medio y largo plazo casi siempre son minúsculas.
Una vez lo entendamos, seremos mucho más libres.
¡A por ello!
Antia dice
Hola Andrés, me ha gustado mucho leer tu artículo, más que nada porque he leído otros que se centraban mucho en hablar de «enfermedad» refiriéndose al miedo al rechazo social, y sinceramente el planteamiento que tu expones me parece mucho más interesante. Ahora bien, me gustaría exponerte un poco mi caso, porque me he visto muy reflejada en muchos aspectos del artículo pero sin embargo hay matices que tu no tocaste, y que yo suelo experimentar.
En mi caso siento miedo al rechazo social, pero curiosamente, cuando se trata de personas de fueran de mi círculo de personas cotidianas, no me pasa. Me siento muy bien conmigo y no me importa la opinión de los demás en general. Especifico esto porque yo soy actriz con lo que miedo escénico como tal no tengo ( hablar en público, actuar…) Sin embargo, si me introduzco en un grupo nuevo de personas aunque al principio me siento muy bien, y suelo caer bien, en cuanto se se vuelve rutinario el contacto con ese grupo empiezo a experimentar ese miedo irracional, que me hace paralizarme, incluso en momentos me afecta a mi trabajo por que se activa en mí un autocrítico muy negativo. Hasta el punto que me acaba sintiendo un lastre para el grupo o una persona no deseada.
Me gustaría que me comentaras que opinas y a que se puede deber este cambio a la hora de relacionarme en un grupo.
Gracias, un saludo.
Pau Navarro dice
Hola Antia, y gracias por comentar.
Tu caso aunque no lo creas es común entre actores. Incluso yo lo sufro en cierta manera. Seguramente te ocurre porque cuando actúas no eres tú, sabes que estás interpretando un personaje por lo que si te rechazan en realidad puedes escudarte en que han repudiado tu rol, no tu persona.
Cuando empiezas a conocer más a alguien, ya no tienes esa excusa. Ya te estás mostrando como tú eres y ahí es cuando asumes que si te rechazan, lo hacen a ti como persona o profesional.
Mi recomendación es que si es algo que realmente te paraliza aprendas alguna estrategia de gestión emocional como la ACT (en el apartado de libros recomendados encontrarás varias opciones) ya que en este tipo de casos suele funcionar muy, muy bien.
¡Saludos!
Antia dice
Que interesante tu opinión, me ha hecho reflexionar. Pues me ha servido de mucho sinceramente tu artículo, sobre todo para ponerme objetiva respecto a mis sensaciones y miedos. Muchas gracias, un saludo y espero seguir leyendo cosas tuyas.
jose luis dice
Buenos dias,
Articulo muy interesante, me encantó. Iba buscando un tema que un psicologo amigo me dijo, y aunque en este articulo no lo dice, me gustó igualmente. El tema a que me refiero es que han habido investigaciones que dicen que te comportes como te comportes siempre gustaras a un 20/25% del grupo, no gustaras a un 20/25% del grupo, y a un 50% les seras indiferente. Ante el dilema de gustar a la gente, de ser aceptado, a veces nos ponemos una mascara, hacemos «teatro»… pero entonces, segun esa teoria, siempre acabas siendo aceptado por un mismo porcentaje, te pongas la mascara que te pongas. Por lo tanto, lo mejor es ser uno mismo, ser autentico. Verdad?
Muchas gracias
Pau Navarro dice
¡Totalmente Jose Luis! Ponerse la máscara no es una estrategia para sentirse más aceptado, sino para que no te afecte tanto cuando no te aceptan.
Respecto las investigaciones que comentas, ¿puedes compartir con nosotros sus referencias o enlaces? Parecen muy interesantes 🙂
Un abrazo
jose luis dice
Hola Pau,
Pues no encuentro texto alguno por internet que reafirme esas investigaciones. Bueno, el psicologo no era un amigo, era mi psicologo (que tonteria la mia, quise ocultar que fuí al psicologo) Y en una sesion me lo comentó.
Ya no voy a ese psicologo, me estoy volviendo bastante esceptico al respecto, con ese en particular y con todos en general. La gente vamos al psicologo pensando que con algun tipo de terapia «milagrosa», hablando un rato, explicando nuestros problemas, recibiendo cuatro consejos y dandonos la razon casi en todo, por aquello de reforzar nuestra autoestima, nos curaremos en pocas semanas.
Y no, nada de eso, en realidad para muchos NO HAY CURA, aunque si atenuación. Y sobre todo el esfuerzo absoluto lo tenemos que hacer nosotros mismos, queriendo cambiar y trabajando el problema cada dia, cada hora, cada minuto, sin desfallecer. El que espere curarse pagando a un psicologo, creo sinceramente, lo lleva claro.
Pau Navarro dice
Hola Jose Luis, coincido en gran parte contigo. Quien espere cambios solo por el mero hecho de ir al psicólogo, seguramente se lleve una decepción.
Pero sí que es cierto que los psicólogos pueden mostrarnos el camino, aunque al final, todo dependerá de nuestra fuerza de voluntad.
¡Saludos!
Maria dice
Hola Pau,
Este articulo era justo lo que necesitaba, tengo que decir tenia un ataque de panico y me puse a buscar para entenderme un poco porque siempre me pasa lo mismo y de una cosa a otra he acabado leyendo tu articulo con lagrimas en los ojos y he terminado mucho mas calmada, por fin entendiendo que es lo que me pasa y por que actuo como actuo. El caso es que mirandolo objetivamente me cosideroatractiva interesante y divertida los hombres suelen sentirse atraidos por mi y me lo paso genial en primeras citas. Luego me entran miedos y del miedo angustia y ataques de panico y del miedo al rechazo, a que me conozcan mas y no les guste y siempre acabo mandandoles a todos a la mierda, eso o me pongo una mascara y los trato fatal pa pasar yo de ellos y k no me duela. Bueno esa era la unica manera de lidiar con el dolor o ataques de panico k tengo. L verdad k lo paso fatal, hasta el punto de decir.. ya no quiero mas relaciones, me centrare en el deporte o el trabajo! luego conozco a un chico muy majo y me ablando, me dejo llevar y al dia siguiente tengo remordimientos por dejarme llevar y ser cariñosa y luego ataques de panico.
En fin que me he tranquilizado estoy intentando no ser impulsiva para liberarme y quitarmelo del medio y en cambio mirarlo con objetividad por primera vez, y bueno por una vez en vez de ser una super borde o mandarle a la mierda he mandado un mensage amigable.
GRACIAS es una liberacion saber k no es todo por mi culpa y que pueden ser situaciones, malos momentos o como tu dices un ignorante que no vio un diamante, sea como sea respiro tranquila otra vez. 🙂
Pau Navarro dice
Gracias por comentar Maria 🙂
Cuando descubres que el rechazo depende en mucho de las circunstancias de los demás, empiezas a quererte un poco más 🙂 Imagino también que ya debes tener una idea de por qué te asaltan ese tipo de pensamientos después de tus primeras citas, pero seguramente sería bueno que profundizaras para encontrar la causa.
Si crees que te sería útil aprender a convivir con ese tipo de pensamientos negativos para que no te afectasen tanto, te recomiendo el libro Cuestión de Confianza que encontrarás en la sección de libros del blog. A mí me resultó muy útil e interesante.
¡Un abrazo y mucho ánimo!
nancy dice
hola, me sorprende que alguien hable de esos temas, pues la verdad a mi me afectan muchísimo, me pongo a llorar, pues debido a que nadie me hace caso. y padezco de muchísimo miedo a la gente, apenas quizé andar con un muchacho y él quizo andar conmigo, pero no pude, tenía muchas dudas y una fobia demasiado extensa, me daba miedo andar con él, tenía asco de él (se que esto no se escribe, pero yo si padezco de fobia social), situaciones sociales donde tengo que hablar me pueden dar asco (solo siento la sensación, no llego al vomito). Pero creo que tu escrito lo comprendo o lo intento comprender, ya he leído sobre esto mucho pero no lo he superado, dices cosas que son ciertas como el hecho de «actuar» que se me queda bien grabado en mi mente, pues si entiendo a que conlleva eso, dices tantas cosas ciertas que creo que la lectura comprendiéndola es un buen medio también para salir adelante (el cual siempre es mi objetivo salir adelante). Gracias
Pau Navarro dice
Gracias por exponer tu situación Nancy. Si padeces de fobia social te recomiendo que eches un vistazo a este artículo porque quizás pueda ayudarte. Es difícil y solo lo saben los que la padecen, pero te aseguro que con esfuerzo y constancia puede superarse.
Un abrazo fuerte
RAFAEL BERGA RUIZ dice
Pués yo más que fobia social,lo que padezco es ODIO SOCIAL.No es necesário el rechazo social,ya que yo no quiero tener ¨AMIGOS¨.Donde yo veraneo desde hace años largos,cuando tenia 11 o 12 años,conocí a un grupo de ¨amigos¨ por decirles algo.En un pricipio todo fueron aventuras y buenos rollos,pero en cuando nos hicimos mayores cerca de los 13 o 14 años,las discusiones,las peleas,la obsesión de algunos por querer ser el lider del grupo,acabaron con aquella hermosa amistad por decirle algo.
Más tarde,conocí a otro grupo de amigos,pero la cosa no cuajó y acabamos rompiendo.Más tarde,mi madre ¨me aconsejó¨de que fuera con mi hermana que era soltera con su grupo de ¨amistades¨ y lo pasé FATAL.Por eso no me gusta tener ¨amigos¨
junior felipe rdriguez lucero dice
wau que bonito tema me siento identificado con esto, el rechazo me causo grandes tristezas en mi vida pero gracias DIOS he aprendido de mis errores, el rechazo es algo que tambien nos causa miedo pero tambien el sentir miedo es bueno por que nos hace mas perseverantes porque nos ayuda a tener miedo de abondonar nuestras metasy no hay que enfrentarlo al miedo si no hay que hacerlo nuestro aliado por que «que pasaria si nos encontramos a una vivora o una cobra en al camino y si no tuvieramos miedo lo agarrariamos y que pasaria, pues nos picaria y moririamos» pero como tenemos el miedo no lo hariasmos y nos salvaria la vida por eso el miedo debemos hacerlo nuestro aliado y no los enfrentemos acptemos el miedo que tenemos en ese instante y reconocerlo y que es normal a todos nos pasa y como dice mi amigo si alguien nos rechaza normal estamos aprendiendo y habra otra persona mejor que el o ella que el rechazo no nos quite esa gana de seguir adelante la vida continua ^_^
Pau Navarro dice
Gracias por tu reflexión Junior Felipe, como bien dices del rechazo se aprende si es que hay alguna enseñaza, ¡porque cuando no depende de nosotros no hay ninguna! 😉
Un abrazo fuerte
RAFAEL BERGA RUIZ dice
¿Miedo al rechazo? la verdad que no tengo ninguna clase de miedo al rechazo,ya que no me gustan nada ¨las amistades¨
Francesca dice
Estoy màs que agradecida por este artículo! Gracias!
La verdad, nunca leí una explocación tan clara y constructiva acerca del miedo al rechazo. Haré tesoro de ella!
Un abrazo y mucha suerte con todo!
Raquel dice
Excelente artículo!!!, para leer algo tan extenso y bien explicado,tenía que buscar varios blogs…
Muchísimas gracias, no sabes el efecto tan grande, importante y positivo que a dado a mi vida tu artículo!!
Natalia dice
Muchas gracias por compartir esto con los demás. Personalmente me ha ayudado mucho 🙂 Gracias!
German dice
Gracias, yo soy uno de esos miedosos compulsivos y siento mucho dolor enserio. Pero esto me ayuda muchisimo, asi que gracias vayamos para adelante . Un abrazo
Marta dice
Muchísimas gracias por estos consejos .
Yo tengo un mido compulsivo desde que era pequeña , que al principio trataba de esconder .
La expsoción social en la que me encontraba día tras día , en los comienzos no era nada más que tratar de sonreír y pasar el tema . Pero con el tiempo sentí una gran carga y decidí decir BASTA .
Comencé a esforzarme , pero no para gustarle a los demás , sino para superar mis expectativas y continuar adelante sin importar ( mejor dicho tratando de que no me hiriese demasiado ) lo que dijeran de mi .
Muchísimas gracias
Mafalda dice
Maravilloso artículo. Me he sentido identificada al 100%. Estoy metida totalmente en mi zona de confor, el miedo me domina de tal manera, que me paso prácticamente las 24 horas del día metida en casa, salvo para pasear a mi perrita. Desde muy joven he tenido un miedo irracional al trabajo, por lo que eso me ha llevado a encerrarme en mi mundo y ser ama de casa, con el rechazo social que eso conlleva, incluído el mío. Tengo miedo a invitar a mi familia a mi casa por ese miedo al rechazo (en mi defensa diré que lo han hecho varias veces) Por experiencias negativas a lo largo de mi vida, he perdido toda confianza en la gente, excepto mi marido, que es como mi paño de lágrimas, pero no sabe ayudarme y eso me hace sentir peor. Me siento como en un círculo vicioso. Nadie me llama, nadie queda conmigo a tomar un simple café, pero eso sí, cuando me necesitan, me llaman y cedo y eso me hace sentir como una patética, conformándome con unas migajas. De la salud, mejor ni hablo, sólo digo que cada día me siento peor y tengo un miedo atroz y paralizante de ir al médico. He leído libros de autoayuda a montones, he intentado meditar, ser agradecida con las cosas buenas que tengo, pero no hay manera. Para rematar, mis experiencias con psicólogos han sido de risa. Sonrío mucho y gasto bromas, sobre todo por mi hijo, pero fingir me quita tanta energía que acabo con dolor en el cuerpo y con unas ganas tremendas de gritar y acabar con todo. Me dejo mucho en el tintero, pero creo que ya he dicho mucho. Gracias por tus palabras, aunque dudo mucho que puedan ayudarme. Un saludo.
Joaquin dice
Ufff, que mal lo debes estar pasando, espero que mejore la cosa, y eo única connsejo que creo poder darte es que a los miedos no hay que hacerles caso, sino reirse de ellos que en verdad son tonterias por las que nos preocupamos demasiado y no tienen tanta mportancia. Aunque creanos que si.
Un salufo, a disfrutar la vida sin preocuparse!!!
José Jerez dice
Excelente publicación. Gracias por compartir con nosotros.
Iris dice
Muy buen trabajo, me animó muchísimo, muy realista y centrado.
Tadeo dice
Sos un genio. Nada mas para decir
margarita dice
que increíble, soy una mujer de 53 años y aun no logro vencer mis temores, inseguridades, lo he pasado muy mal, he perdido trabajos, he sido humillada y he callado, quedo inerte no se defenderme, he pedido amistades no se que hablar y cuando lo hago es como que no lo hiciera, nadie continua la conversación, mas bien continúan con lo anterior (me ignoran) esto también sucede con la familia, abecés me siento como un fantasma en la sociedad, me siento nadie. lo único queme da fuerzas para continuar viviendo son mis nietecitas a las que adoro con mi alma, he leído con atención toda la información y are todo lo posible por ponerla en practica, necesito sentirme bien y parte de esta sociedad, la e pasado y la sigo pasando muy mal.. de todo corazón mil gracias por esta información tan completa. un abrazo fraterno
Carolina Zapata dice
Hola
Quiero felicitarte por este gran artículo, he tenido problemas de rechazo hace muchos años y jamás había leído un artículo con el cual me sintiera realmente identificada.
También quiero agradecerte porque muchas palabras escritas fueron muy útiles para entender este problema.
🙂
Nurcacce dice
Bueno, mi caso es un poco distinto. Lo cierto es que estoy atada a esta energía de rechazo desde bebé. En mí caso me ha ocurrido que he terminado haciendo una personalidad enfermiza al respecto, es decir, provocó el rechazo porque en mi interior ya lo espero. Esto aumenta con el hecho de que soy una persona solitaria por naturaleza, que pocas veces desea estar con alguien o ver a los amigos. Como realmente siento que no les deseo ni necesito, aún me empeño más en ser original, en llevar la contraria, en dar la nota… Y el caso es que no lo deseo. Qué opinas sobre esto? Gracias.
Carlos dice
La verdad, descubri el articulo hoy y me lo debore. Me encanta la sencilles con que esta hecho y ayuda a muchas personas como a mi hoy.
Pondre en practica lo mejor posible y gracias
Daniela dice
Muchas gracias por el artículo, no sabes cuanto me ayudo!
Saludos
SanMartín dice
Una cosa es el miedo al rechazo, y otra es un FALSO ESTIGMA PÚBLICO. Muchos de los rechazos sociales (la gran mayoría) vienen dados por falsos rumores o prejuicios, o simplemente porque físicamente no damos (como en mi caso) con los cánones de la sociedad y por ello nos genera la fobia o conducta antisocial: yo estoy catalogado como gay vaya a donde vaya. Lo mas jodido es cuando la gente que te ha parido, sabiendo perfectamente que no tengo esa inclinación (no pretendo faltar el respeto al colectivo), y después de pasar por varios noviazgos con chicas, pues por el solo hecho de no ser un tipo social, o porque no me casé y no tengo hijos a mis 33, o tener determinados defectos físicos a simple vista, ya estoy crucificado. El falso estigma muchas veces es tergiversado por los psicólogos, los medios y la sociedad, para hacerlo pasar como «miedo al rechazo», porque no hay defensa posible ante ésto: comparativamente sería la «prueba diabólica» del derecho penal, ante la cual el juez, sabiendo aún que el «asesino» miente, no puede evitar fallar a favor del mismo. De hecho, estuve por arruinar una boda a raíz de esto: un tío haciéndose el gracioso delante de toda la mesa y darse corte delante de su fémina (un bellezón de mujer) me salió diciendo «¡que pasa colega! no te van las tías que estás solo hoy?» Y mi respuesta fue «me va la tuya» y le guiñé el ojo a ella. Me dijo que me iba a matar y bla bla bla (lo estoy esperando todavía)… En fin, el problema es pasar de los comentarios o el rechazo, sin reaccionar, porque sé que un día de éstos término mal. Saludos a los rechazados/as injustamente.
Cristina dice
Muy bueno y explicativo. Sin embargo tengo algo más que aportar en líneas intermedias por ejemplo prevenir el fracaso puede resultar en ocasiones imposible, no verlo venir, entonces a veces es mejor estar dispuesto a enfrentarlo, también que hay un punto a favor del rechazo para saber escucharlo y ponerme en el lugar del otro, mirar que causé en el otro sin querer o con querer, mejorar como persona gracias a ese rechazo tomando así esta energía para reforzar mi autoestima. Las mujeres también sufrimos rechazos, estos pueden venir desde nuestros padres o parientes y de formas increibles de las cuáles solo a nosotros nos puede afectar de una forma determinada.
Cristina dice
Estar abiertos a la corrección o punto de vista del otro, aún en forma de rechazo es un método efectivo para avanzar como ser humano, en esencia es el rencor que despierta de nuestro ego lo que nos hace tener miedo al rechazo, ese es el veneno que alimenta el miedo al rechazo, el rencor. Si estoy dispuesta a pedir disculpas si fuera necesario, significa que soy sincera y el que nada debe nada teme. Avanzar y tener una actitud de aprendizaje ante las experiencias de vida sería la meta propuesta para así moverse en esa energía y no en la del miedo. Estupendo artículo, me ayuda a entender mejor lo que me sucede cuando tengo miedo, veo a los demás también y entiendo su miedo.
Tatiana dice
Gracias, realmente me sirvió.
anonimo dice
Llegué aquí pensando que se daría una solución real a un problema real y se dan soluciones regulares a problemas irreales.
Ojalá cuando la gente te rechazase estuviese todo en tu cabeza y sólo basarse con cambiar tu pensamiento…
Me gustaría que respondiese al comentario de SanMartín.
AnaCe dice
Gracias por el articulo, coincido en que todo este tema de los miedos que siento son generados por la propia mente, y por lo tanto, pueden ser trabajados, racionalizados y encauzados. La idea de tomar el miedo como el combustible para realizar una acción me parece genial :-).
Aunque por muchos años ha estado en mi mente el «¿que es lo peor que me puede pasar?» para afrontar mi día a día, también es cierto que es bastante desgastante estar en una batalla continua con uno mismo. Que bueno ha sido leer a tantas personas como yo que exponen sus dificultades y también sus victorias. Por mi parte, no se si por evitar el ser evaluada continuamente o -según yo- salir de mi zona de confort, renuncié a mi trabajo. Bueno, «a lo hecho, pecho», como se dice en mi país, así que tengo un precioso tiempo para pensar y también para demostrarme que si puedo tomar nuevos riesgos y lanzarme a hacer cosas nuevas. Si, tengo miedo a permanecer en una situación de permanente estancamiento, ahora depende de mi el empujarme a empezar nuevamente, a tener una mejor relación social, a no volver a centrarme nada mas que en el trabajo y en adquirir conocimientos, como lo comentó alguien mas arriba. Pero bueno, renovando el pensamiento, ¡esta es una oportunidad!, y espero en Dios poder avanzar, temblando quizá, pero avanzar.
Gracias a todos , leyéndolos me animé a escribir y no quedarme con todo atragantado. Espero que todos cada día tengamos nuevas pequeñas o micro victorias, pero victorias al fin.
Nubia dice
Gracias por su artículo,es de los mejores y mas explicitos que he leído en las redes. Quisiera saber ,si la persona intelectual es rechazada por qué, ellos
sienten temor de tratar mucha gente.
Su artículo a la vez que ayuda a superar el rechazo, sube la autoestima,la seguridad y capacidad de comprensión. Crea entusiasmo en el trato con los demás y nuevas amiistades.
Mil gracias.
victor yanes dice
Excelente conocimiento me ha dejado este concepto del miedo
pensé que yo era el único que tenía miedo al rechazo y ya veo que es natural….normal…pero que podemos hacer siempre hacer algo al respecto…y lo más importante es que siempre tendremos miedos….pero hay que hacerles frente…. yo en lo personal aparento ser una persona sin miedos pero este artículo me ha dejado al descubierto….yo tapo mis miedos con la indiferencia, el orgullo, la soberbia…el desdén silencioso…la burla…en fin me pongo máscaras para tratar de vencer mis miedos…pero estoy mal…. debo de enfrentar mis miedos sin ofender…siendo más sociable. y amable…
siempre se aprende algo sobre la vida.
mil gracias al autor.
Carlos dice
Súper!
Yo sólo le hubiera agregado como consejo para ir avanzando el aprender ccosas nuevas.
En mi experiencia aprender Yoga impactó mi vida enormemente dado que enfrentas y superas miedos constantemente mientras aprendes.
Aprender a manejar un automóvil es otro ejemplo. Aprender a nadar oro más.
Yo llegué aquí buscando información de por que evitamos hacer cosas, procrastinar. Resultó que tu artículo me dió una excelente respuesta. Es un círculo vicioso, donde estas precisamente evitando ir más allá por miedo a los resultados.
Ahora bien me pregunto. Me podrías recomendar un buen libro que trate precisamente este círculo?
Se que no hay nada mejor que pasar a la acción. Pero leer nos abre más el panorama del contexto, sino no existirían libros del tema y mucho menos blogs con artículos tan excelentes como este.
Muchísimas gracias! Y felicidades! 🙂
Luthien dice
Hola, gracias por el artículo es muy revelador. Pero tengo una pregunta, el rechazo puede ser la causa de tener mal humor, e incluso ira y agresividad cuando alguien opina de forma negativa sobre ti? A menudo me pongo a la defensiva con cualquier opinión que la gente exprese sobre mi. Como puedo mejorar eso? Me encantaría que me resbalase todo.
TheMissACF dice
Impresionante..
Articulazo!!
Espectacular el ejemplo del diamante. Describe perfectamente el artículo. Razonar más y pensar menos..
Absolutamente genial..
Andrés dice
El miedo a ser rechazados no es irracional; el hecho de que nos rechacen —y en esto discrepo de la opinión del autor— es más frecuente que el hecho de que nos acepten: son muy pocas las personas que nos aceptan, muchas las que nos rechazan (en cualquier ámbito y por cualquier razón) y muchas más las que no sienten ni una cosa ni la otra, sino indiferencia. Además, el rechazo es muchas veces sutil, poco evidente.
Por lo tanto, yo no creo que se deba convencer a la gente de que sus miedos no están justificados; porque, en cuanto los vuelvan a rechazar por cualquier motivo, volverán a sentir inseguridad. Lo conveniente a mi juicio es enseñar que el rechazo forma parte de la vida y que la mayoría vive con normalidad a pesar de saberlo.
Andrés dice
Ah, se me olvidaba.
No me parece tan terrible que «Harry Potter» nunca hubiese existido… XDDD
Ahora en serio, es verdad que, en muchas ocasiones, quienes rechazan se ponen en evidencia, especialmente en esos casos de gente ilustre que, por tener ideas avanzadas, no encuentran aceptación (la mediocridad, y esto es una cura de humildad para todos nosotros, es lo que más abunda); pero, en otras muchas, la mayoría, es el rechazado el que no ha cumplido ciertos requisitos, sean los que fueren. No podemos ir por la vida pensando que nos rechazan por ignorancia o falta de criterio, porque, por desgracia, la mayoría de nosotros no somos genios. Los físicos ortodoxos se burlaron de Einstein cuando presentó su teoría de la relatividad a comienzos del siglo XX. ¿Somos nosotros geniales? Lo dudo.
Puede que este comentario desanime; pero no podemos combatir el miedo al rechazo con una percepción equivocada de nosotros mismos.
Saludos.
Paola dice
Entiendo lo que dices, pero creo que el texto se refiere más a que el miedo al rechazo no nos paralice. Fomentar la espontaneidad, rebajar el perfeccionismo. Cuantos nos tiramos horas pensando o trabajando en algo para al final descartarlo?
Andrés dice
@ Paola:
Sí, es lo que yo he dicho: el miedo al rechazo no debe paralizarnos. Pero tenemos que saber que, tarde o temprano y por las razones que sean, alguien nos rechazará. No creo que sea bueno decir que el rechazo es una imaginación; no, es real. A veces sí es imaginado, claro; pero otras, la mayoría, es real. La gente sabe que pueden rechazarla, pero eso no las paraliza.
Pensar mucho en una cosa no es del todo malo; podemos llegar a la conclusión de que es mejor descartarla. Otro asunto es que el pensar nos impida llevar nada a cabo.
Pablo Luria González dice
Brillante!
Muchas gracias , me ha gustado mucho tu análisis y las analogías que utilizas para definir que el rechazo también tiene responsable: el que rechaza
Andrés dice
@ Pablo
Vamos a ver, por ahí vamos mal: quien rechaza no tiene ninguna responsabilidad. Al menos en general, porque puede haber alguna excepción que no se me haya ocurrido.
Una chica te pide salir, pero tú no sientes nada por ella. ¿Eres responsable de algo? Lo siento, pero así es la vida. Eres el encargado de contratar nuevo personal y descartas la solicitud de un aspirante. ¿Qué responsabilidad tienes? Ninguna. En ninguno de estos dos casos has hecho nada malo. Son solo dos ejemplos, pero hay más.
No podemos obligar a la gente a que nos diga que sí; eso sería tiranía. Debemos aceptar el rechazo, igual que aceptamos la muerte u otras realidades desagradables. Porque la vida no siempre es agradable. Porque muchas veces nos mandarán a paseo o pasarán de nosotros por las razones que sean, del mismo modo que nosotros rechazamos a otras personas por otras razones, las que sean. Hay muchas cosas que pueden cambiarse; pero no podemos cambiar muchas otras.
Otra cosa es que el rechazo sea injustificado o irracional; hay personas que odian y rechazan al prestar demasiada atención a las primeras impresiones. Seguro que habéis oído hablar de los célebres «sesgos cognitivos»: el de las primeras impresiones es un sesgo, un atajo para entender la realidad, ya que conocer a alguien lleva tiempo y, a veces, esfuerzo. Pero somos tan perezosos que «decidimos» anticipadamente cómo es alguien sin indagar, un error grave. No obstante, diría que también deberíamos aceptarlo, porque los seres humanos no somos tan racionales como pretendemos…
Agustina dice
Hola, felicidades por este articulo, es genial. Me gustaría preguntarte unas cosas. Dónde te puedo contactar? Saludos.
Veleida dice
Waaoo me encanto tu articulo. La verdad de gran ayuda para mi 😘 nunca pense que tendria este miedo pero al verme renunciando a hacer redes de mercadeo por que pense que era exponerme al dolor. Sin importar mis sueños prefierriia no sufrir en el.proceso pero me di cuenta que todo negocio necesita tener contacto con la gente asi que cai en este articulo y me ha ayudado muchisimo 😍gracias besos y abrazos
Ney Leon D. dice
Exelente amigo, de verdad exelente. Me ayudado a entender mucho mi situación lo has descrito de una manera extraordinaria que se entiende por completo todo. Gracias y muchos deseos de amor y paz en este mundo que encontramos de todo.
Matias dice
Bueno Pau, realmente me encanto este articulo, la forma genial en que te expresaste yo sigo pasando por eso, el miedo al rechazo de los demas, siempre tratando de agradar a todo el mundo pero hoy me di cuenta que no debe de ser asi por que no a todos les agradamos, y tambien aprendi que realmente valgo mucho como persona aun a pesar de mi condicion fisica que es uno de los motivos por el cual sufro, y me cuesta al hacer nuevos amigos, ojala Dios permita y que pueda cambiar. Te queria preguntar si tenes alguna cuenta personal en facebook o algo asi porque realmente te tengo varias preguntas y te lo agradeceria si me las responden porque realmente necesito ayuda.
Cristian dice
Buenas noches. Escribo desde Manizales, Colombia.
Antes que nada, felicitaciones por el extraordinario artículo, realmente me ha sido útil.
Tengo una pregunta: ¿consideras que el temor al rechazo parte en ocasiones de sobreanalizar diversas situaciones?. Es decir, muchas veces pensamos demasiado en quedar bien con todos, tratar de hacer lo correcto y resultamos saturándonos la mente y la vida de acciones, por no ser concreto y tomar una dirección definitiva.
Me gustaría que pudieras interpretar lo que escribo, un abrazo.
Mario Quiroga dice
Hola a todos desde Bahía Blanca, Argentina. Me siento tan identificado con lo que se ha dicho que no dudo en que este es un tema supra cultural. Los argentinos somos famosos por nuestra altanería y autoconfianza, es todo mentira. Cada vez más, nuestra sociedad es más cerrada, individualista y cruel. Nos queda: preservarnos, ponernos en acción y amar de verdad.
Svetia dice
Hola:
excelente articulo, solo quería agradecer por que me ha ayudado a disipar mis dudas y ciertas inseguridades respecto a una situación que vivo actualmente.
Jessica dice
Es tan entretenido este tema, del comportamiento humano, ceo que también es una de las cosas que me apasiona, pero a modo de hobbie, porque no lo estudio, pero me encantaría. Excelente articulo, y de muy buena comprensión, creo que jamás hubiera entendido también lo que es el rechazo, y por qué nos da miedo.
Sólo me queda dar gracias.
Kitty dice
Me ha encantado tu artículo, sobre todo la parábola del diamante.
Me gustaría hacer una consulta que creo que sería el paso siguiente a este artículo. ¿Cómo lidiar con el rechazo, o cómo aceptar que has sido rechazad@?
Tengo la mala costumbre de que aun cuando alguien me rechaza, cosa que me sucede a menudo, sigo intentando un acercamiento a toda costa, pues no soporto caer mal, no soporto perder amistad con la gente y soy incapaz de dejar ir.
Te pongo un ejemplo.
Recientemente he vivido una situación de transferencia con mi terapeuta, se han mezclado varios sentimientos, por ambas partes, y ya no quiere tratarme más, tampoco acepta una amistad conmigo y ni siquiera un trato por whatsapp como solía ser habitual, sin embargo no termina de bloquearme.
Soy incapaz de dejar de escribirle mensajes, él no me contesta, y yo quiero dejar de escribirle, pero no sé cómo hacerlo, deseo aceptar ese rechazo.
Pero no soy capaz.
¿Cómo lo consigo?
Gracias. Un saludo.
carlos dice
me parece muy bueno ,pues yo siento miedo a se rechazado social mente como tambien me cuesta muchisimo hablar con una mujer me da mucho miedo y btengo 25 años
jesus dice
aun no he terminado de leer lo completo… pero quise hacer una pausa… por esta frase… «Finalmente entendí que la única persona a la que debo gustar es a mí mismo»…. es muy correcta… y se olvida… algunos te dicen: sos un gran egoista… o orgulloso… pero la verdad…. si que soy yo el que decido si agradar a los demas o a mi…
Mariana dice
Me gusto mucho el artículo sobre todo la claridad con la que se escribe y el.enfoque con el que se trabaja.
Mar Olivero dice
Pau desde que descubri tu blog descubri un espejo. Este articulo me describio completamente y en este proceso de sanar el alma llego como un tesoro mas, y vos en ya estas en mi lista de buenos amigos, porque eso ya te considero. Gracias por este blog. Bendiciones y muchos éxitos.
Johann dice
Gracias por compartir este artículo, me fue muy útil.
Nancy dice
Wow! Estupendo artículo todo es totalmente cierto! Me a ayudado muchísimo y realmente lo estoy leyendo en el momento en que más lo necesitaba! No hay duda de que si tú no lo hubieras escrito por miedo muchos no nos hubiéramos beneficiado con todo lo que aquí escribiste! Realmente vale la pena perder el miedo al rechazo! Millón de gracias por haberlo publicado!
Abigail dice
Hola que tal , me gustó mucho este artículo .
Verás soy nueva en esta comunidad tu contenido me ayudan a ver mi panorama y cambiar aquellas cosas que las estaba haciendo mal. Desearía tanto que las relaciones sociales lo incluyeron en el currículum de las escuelas,para que nos enseñen desde muy pequeños como debemos actuar frente a las situaciones que nos desalientan y nos fortalecen ,de manera sabía ,para que así construyamos un mundo mejor .
Saludos .
Mizy74 dice
Que no le iba a gustar este blog a la gente??? ajajaj que locura leer eso de ti… Creo que haces un trabajo extraordinario porque lo explicas fácil. Sabes que estoy creando un frankenstein porque estoy aprendiendo a reconocerme desde tres posturas: linea espiritual (chakras), línea mental (transformación cuántica), línea física (psicología). Así que como me cuesta muchísimo entender esos puntos de relación, tu blog me cae de maravilla. Gracias y éxitos #dlscreativa
sol dice
heyyy gracias por el artículo! Me abrió los ojos
Diego dice
Gracias, gracias, gracias. Excelente artículo, la lectura me llega en un momento actual de exposición al fracaso y me permite ver mi miedo desde otro frente donde me regala un gran aprendizaje para enfrentarlo y movilizarme a la acción independientemente de la opinión de los demás. Me quedo con esta frase: Nunca sacrifiques quién eres o quién quieres ser porque alguien pueda tener un problema con eso.
Sara dice
Gracias me llegó al alma