¿Te ha pasado que empiezas a hablar… y te interrumpen al segundo?
¿O que, aunque logres terminar la frase, sientes que tus palabras se deshacen en el aire como si no tuvieran peso?
Es como si fueras invisible en la conversación.
Y duele. Porque tú también tienes algo que decir. Y vale la pena escucharte.
La realidad es que no necesitas levantar la voz para que te escuchen.
Lo que necesitas es cambiar la forma en que entras en la conversación.
Hoy voy a compartir contigo 3 estrategias prácticas para lograr que te escuchen con atención y respeto, sin tener que alzar la voz 👇
1. Di a dónde vas desde el principio 🎯
Muchas interrupciones no ocurren por mala intención, sino por confusión.
Cuando el mensaje no queda claro desde el principio, el cerebro de quien lo escucha intenta rellenar los huecos… y muchas veces, lo hace interrumpiendo.
Pero si desde la primera frase dejas claro qué quieres decir, te escucharán con más atención.
✅ “Déjame contarte algo que puede ayudarnos con la organización.”
❌ “Eh… Tenía algo en mente, pero no estoy seguro si…”
2. Refuerza tu mensaje con tu cuerpo 💪
Si quien te escucha percibe seguridad en ti, confiará más en lo que dices. Y será menos probable que te interrumpa.
Tu lenguaje corporal influye directamente en cómo los demás valoran lo que estás diciendo. Prueba esto:
✅ Mantén la espalda recta, pies apoyados al ancho de los hombros y no cruces los brazos para proyectar autoridad sin parecer agresivo
✅ Mantén contacto visual durante 3-4 segundos antes de apartar la mirada mientras hablas
✅ Añade pausas para que tu mensaje gane peso
3. Responde con asertividad 🤝
A veces, las personas interrumpen porque temen no tener oportunidad de hablar.
Si validas sus ideas y les haces sentir escuchados, se relajan y esperan su turno:
👉 Reconoce lo que ha dicho 👉 Nombra su emoción o intención si la percibes 👉 Haz referencia a su idea al continuar tú
✅ “Esa idea que has mencionado me parece útil. Te respondo en cuanto acabe este punto.”
❌ “No me estás dejando hablar. Da igual.”
🔥 Recuerda:
No necesitas gritar para que te escuchen.
La próxima vez que tengas algo importante que decir y no quieras ser interrumpido, prueba una de estas estrategias.
Verás cómo tus mensajes ganan fuerza y respeto.
Un abrazo,
Pau
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