¿Te cuesta decir «no» o sueles disculparte sin motivo?
Frases como “perdón, ¿puedo decir algo?” o “disculpa, pero no estoy de acuerdo…” parecen educadas, pero transmiten inseguridad y terminan afectando tu autoestima.
La buena noticia es que no necesitas ser agresivo para hacerte respetar.
Hoy te traigo 3 pasos para dejar de pedir perdón innecesariamente y empezar a hablar con más seguridad.
Paso 1: Define tus límites: ¿qué estás dispuesto a tolerar?
El primer paso para ser asertivo es conocer tus límites.
Si no los defines aceptarás lo que sea, incluso cuando te incomode.
Para empezar, piensa en las últimas veces que te has sentido molesto por no decir lo que realmente querías.
Por ejemplo:
- Aceptaste un favor que no querías hacer
- No dijiste “no” cuando alguien te pidió algo que te iba a suponer un problema
Anota esas situaciones y pregúntate: ¿Qué límite se ha cruzado? ¿Por qué no lo defendiste?
Tenerlo claro es la base para responder con firmeza la próxima vez.
Paso 2. Deja de disculparte innecesariamente
Cada vez que dices “perdón” cuando no es necesario, restas valor a lo que vas a decir.
¿Quieres corregirlo? Pues sustituye las disculpas por frases respetuosas, pero seguras.
Por ejemplo:
- En lugar de: “Perdón, ¿puedo decir algo?” podrías decir “Quiero añadir algo importante…”
- En lugar de: “Disculpa, pero creo que no es así.” prueba con “No lo veo igual, creo que…”
La clave está en eliminar el perdón cuando no hay ofensa real. Hablar con respeto no significa hablar con inseguridad.
Paso 3. Practica el «no» empático
Decir “no” no te convierte en una persona egoísta. Demuestra que respetas tu tiempo y energía.
Si te cuesta, usa esta fórmula de 3 pasos:
- Reconoce la petición con empatía: “Entiendo que necesitas ayuda con esto…”
- Da una respuesta clara y respetuosa: “Pero ahora no puedo comprometerme con ello.”
- Ofrece una alternativa si puedes: “Puedo ayudarte mañana o sugerirte a alguien más.”
📌 Ejercicio práctico
- Haz una lista de frases donde sueles usar disculpas innecesarias o no te atreves a decir “no”.
- Reescríbelas con un tono seguro y respetuoso.
- Practícalas en voz alta hasta que te salgan de forma natural.
Úsalas la próxima vez que alguien cruce tus límites o te pida algo que no quieres hacer para responder con claridad y confianza.
Un abrazo,
Pau
Deja una respuesta