Ahí está otra vez. Ese nudo en el estómago cuando intuyes un conflicto con otra persona.
No eres de los que alza la voz; prefieres guardar silencio antes que enfrentarte a alguien.
Pero este silencio tiene un precio alto:
- acumulas frustración
- te llenas de tensión
- aumenta tu desconexión emocional con los demás
La asertividad no consiste en “pelear”. Es defender tu territorio sin invadir el ajeno.
Hoy te traigo tres técnicas para expresarte con firmeza, incluso si los conflictos te generan ansiedad.
1. El mensaje sándwich: comunica sin que suene a ataque 🍔
Cuando las emociones nos invaden, tendemos a ir directos al problema: «¡Siempre me interrumpes cuando hablo!»
El resultado es predecible: la otra persona levanta un muro defensivo instantáneo.
El mensaje sandwich funciona porque envuelve la crítica entre dos capas positivas, disminuyendo la resistencia:
1️⃣ Capa positiva: Un reconocimiento genuino
2️⃣ El asunto delicado: La situación que te incomoda
3️⃣ Cierre positivo: Una propuesta constructiva
Imagina que tu compañero de piso no limpia cuando le corresponde. En vez de estallar, prueba este enfoque:
«Valoro mucho compartir piso contigo y cómo nos organizamos habitualmente (capa positiva). He observado que últimamente no estás cumpliendo con la limpieza que acordamos (asunto delicado). ¿Podemos revisar juntos el calendario para encontrar horarios que te resulten más convenientes? Así mantendremos el buen ambiente que hemos creado (cierre positivo).»
2. Rellena los huecos de información y evita malentendidos 🧩
¿Alguna vez has entregado un trabajo que no cumplió las expectativas?
Lo que seguramente sucedió es que tu mente y la de la otra persona completaron los vacíos informativos de manera distinta.
Cuando nos falta información, nuestra mente la rellena con la imaginación. Y cada uno tiene la suya.
Para prevenir estas situaciones, completa siempre estos tres elementos:
1️⃣ QUÉ: tu petición o información precisa
2️⃣ POR QUÉ: la razón
3️⃣ PARA QUÉ: el objetivo o beneficio
Por ejemplo:
❌ «¿Me ayudas con el informe?»
✅ «¿Me ayudas con el informe (QUÉ)? Estoy bloqueado con las fórmulas (POR QUÉ) y necesito entregarlo mañana para no retrasar al equipo (PARA QUÉ).»
Se ha demostrado que las personas son un 34% más propensas a cooperar cuando comprenden el motivo detrás de una petición.
3. El «no» empático: rechaza sin romper puentes 🤝
Para quienes evitan los conflictos, decir «no» puede parecer una declaración demasiado hostil.
La clave está en un «no» que reconozca al otro:
1️⃣ Reconoce su petición: Demuestra que entiendes lo que te solicita
2️⃣ Expresa tu limitación: Explica brevemente por qué no puedes aceptar
3️⃣ Ofrece una alternativa (cuando sea viable)
Por ejemplo, cuando tu jefe te pide algo urgente al finalizar la jornada:
«Entiendo que necesitas esto para mañana (reconocimiento) y no puedo quedarme hoy porque tengo un compromiso familiar (limitación). Puedo enviártelo a primera hora o delegarlo en María que conoce el tema (alternativa).»
Lo transformador de esta estructura es que convierte el «no» de un final a un principio. No cierras una puerta, sino que abres una ventana.
Recuerda 🌟
La asertividad consiste en expresar lo que sientes y necesitas.
Eso no tiene por qué implicar enfrentarte ni resignarte: solo necesitas aprender a comunicarte con honestidad.
La próxima vez que sientas ese nudo en la garganta, aplica una de estas técnicas.
Hasta la semana que viene,
Pau
Deja una respuesta